Repsol

Imaginar el agua que cabe en una piscina ol¨ªmpica es un ejercicio razonable. Imaginar el agua que cabe en 14,4 millones de piscinas, desborda la mente. Sin embargo esa es la cantidad de di¨®xido de carbono (CO2) que verti¨® a la atm¨®sfera la actividad humana en 2017. Los efectos de estas emisiones, que subieron un 2% el a?o pasado, son devastadores. Aumento de la temperatura global, deshielo de los polos, inestabilidad clim¨¢tica, problemas de salud p¨²blica y riesgo de degradaci¨®n del alimento, seg¨²n lista la OMS.

Por ello, las estrategias para eliminar o reutilizar este CO2son claves. Hay tres m¨¦todos para evitar el problema del CO2atmosf¨¦rico: emitir menos; capturarlo y almacenarlo o capturarlo y reutilizarlo, rompiendo el CO2y haci¨¦ndolo reaccionar con otros productos.

Despu¨¦s de tres a?os, Repsol, en colaboraci¨®n con una serie de socios industriales y acad¨¦micos que la compa?¨ªa prefiere no desvelar, est¨¢ obteniendo ¨¦xitos por esta tercera v¨ªa. Los responsables se llaman polioles y termopl¨¢sticos, que se pueden utilizar como envases, adhesivos, espumas para la industria del autom¨®vil o productos de reciclado que integran el CO2. ¡°Ya hemos alcanzado, en algunos casos, porcentajes de introducci¨®n del 43 %¡±, explica Jaime Mart¨ªn Juez, director corporativo de tecnolog¨ªa y New Ventures de Repsol. ¡°Tenemos varios productos muy prometedores¡±.

No se trata, adem¨¢s, de obtener productos con las mismas caracter¨ªsticas que un pl¨¢stico convencional. La adici¨®n del CO a estos pl¨¢sticos provoca cualidades como la capacidad de pegarse a temperatura ambiente sin necesidad de aditivos, mejoras en la resistencia o en su biodegradabilidad. Am¨¦n del beneficio principal, minimizar el impacto de este gas sobre el medio ambiente. Seg¨²n la compa?¨ªa, gracias a estos nuevos productos la huella de carbono se reduce, como m¨ªnimo, en un 9,5 %. Globalmente, la reutilizaci¨®n del CO2tendr¨¢ una cuota de entre el 5 y el 10 % en los objetivos de emisiones fijados para 2050 por la ONU.

El reto tecnol¨®gico tras la integraci¨®n del CO2en estos compuestos org¨¢nicos es la estabilidad de esta mol¨¦cula. El enlace covalente entre carbono y ox¨ªgeno es dif¨ªcil de romper, por lo que la opci¨®n de integrarlo en otra cadena org¨¢nica es m¨¢s viable que el gasto energ¨¦tico que supone quebrarlo. El proceso de rotura y pegado se hace con catalizadores dise?ados a medida que reducen la energ¨ªa necesaria para debilitar los enlaces del CO y para la formaci¨®n de los nuevos enlaces a los que puede adosarse el CO2. ¡°El problema surge de la estabilidad. El di¨®xido de carbono es tan estable que, incluso integr¨¢ndolo en otro compuesto, a determinada temperatura intenta liberarse, descomponiendo el producto y liberando de nuevo CO2. Pero lo hemos conseguido estabilizar a temperatura ambiente e incluso superior¡±, apunta.

• Econom¨ªa en c¨ªrculos

El desarrollo de estos pl¨¢sticos que contienen CO2forma parte de un paradigma mayor no solo tecnol¨®gico, sino social: la econom¨ªa circular. Se trata de lograr que los procesos productivos de todos los sectores se interconecten, de manera que los desechos de unos se conviertan en materias primas de otros. Es uno de los puntales a futuro definidos por la Comisi¨®n Europea, que ha fijado ambiciosos objetivos. Por ejemplo, propone que en 2030 todos los envases pl¨¢sticos deber¨¢n ser reciclables.

Mart¨ªn afirma que toda la actividad empresarial de Repsol est¨¢ enfocada en ¡°cerrar este loop¡±, es decir, dejar de alimentar una actividad industrial que produce residuos no reciclables: ¡°Tenemos cat¨¢logos de iniciativas concretas que ejecutamos anualmente. Tanto en lo que ata?e a procesos B2C [estrategias para llegar al cliente final] como a los vectores medioambientales: aguas, gases, residuos¡­ Pero esto se ampl¨ªa con una estrategia general para que todo sea reutilizable. Por ejemplo, intentamos obtener combustibles a trav¨¦s de residuos o producir aceite de pir¨®lisis usando pl¨¢sticos. Es una l¨ªnea muy interesante que ya tiene resultados concretos. En conjunto, nuestro gran objetivo es ser una compa?¨ªa de emisi¨®n cero. Y en no mucho tiempo¡±.

En una entrevista concedida a la web de RETINA, Carlos Moedas, comisario europeo para la ciencia, la investigaci¨®n y la innovaci¨®n, declaraba que los valores de Europa de defensa del medioambiente resultar¨ªan claves en este nuevo paradigma de la econom¨ªa circular y el desarrollo sostenible que lleva ligado. E indicaba que el papel que jugar¨ªa Espa?a en la innovaci¨®n, que implica encontrar estos procesos, ser¨ªa grande porque los datos muestran que supera a pa¨ªses como Francia y Alemania en innovaci¨®n. La Comisi¨®n Europea ha detectado que en mecanismos como las ayudas a pymes con proyectos de innovaci¨®n, Espa?a est¨¢ a la cabeza de los beneficiarios por la calidad de lo presentado.

Mart¨ªn cree que la paradoja entre la imagen que tiene Espa?a de s¨ª misma como poco innovadora y estos resultados surge de la necesidad. ¡°En Repsol llevamos observando un crecimiento brutal en el hambre, calidad y profundidad de los proyectos que se presentan a concurso en nuestra fundaci¨®n¡±, asevera el directivo. ¡°Y creo, a nivel personal, que hay una explicaci¨®n clara. Al no existir una estructura que conecte bien la empresa con lo acad¨¦mico, los emprendedores espa?oles saltan sin paraca¨ªdas a innovar. En Francia o Alemania s¨ª hay redes de ayuda e instituciones para el estudiante, y las ganas por emprender se reducen¡±.

Y hay otro aspecto clave que Mart¨ªn cree que Espa?a y sus empresas tienen como baza para destacar en el panorama mundial ingenieril. ¡°La gente quiere volver. Es una reflexi¨®n de brocha gorda, pero tambi¨¦n algo que la experiencia me ratifica en Nueva York, Singapur o Berl¨ªn. Hace poco habl¨¢bamos con una espa?ola con un carrer¨®n en una gran farmac¨¦utica. Alemania le hab¨ªa dado esa oportunidad con la que estaba ganando mucho dinero. Pero al preguntarle por lo bien que le hab¨ªa ido all¨ª hab¨ªa ese ¡®S¨ª, pero¡­¡±

En ese ¡°S¨ª, pero¡­¡± se entreabre una puerta a la esperanza de la transformaci¨®n econ¨®mica de Espa?a y su posible liderazgo tecnol¨®gico en Europa. ¡°Los espa?oles desean retornar y transmitir lo que han aprendido. Para que sus hijos tengan mejores oportunidades en Espa?a de las que tuvieron ellos. Las grandes empresas tenemos la responsabilidad de recuperar este talento. No es f¨¢cil, pero lo vamos consiguiendo¡±, remata Mart¨ªn.

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