¡°A los empresarios europeos les digo que sus hijos trabajar¨¢n para los chinos¡±
Carlos Quintana, delegado del CDTI en China, cree que las empresas tecnol¨®gicas espa?olas deben mirar m¨¢s al pa¨ªs asi¨¢tico, cuya inversi¨®n en innovaci¨®n crecer¨¢
En teor¨ªa, el trabajo de Carlos Quintana deber¨ªa ser extremadamente f¨¢cil. Como delegado en China del Centro para el Desarrollo Tecnol¨®gico e Industrial (CDTI), su labor consiste en suscitar el inter¨¦s de las empresas tecnol¨®gicas espa?olas por el gigante asi¨¢tico, facilitar que pongan en marcha proyectos empresariales con hom¨®logas chinas y ayudar en la financiaci¨®n de esos proyectos a trav¨¦s de cr¨¦ditos blandos y de subvenciones Innoglobal, que pueden alcanzar el 50% de la inversi¨®n dependiendo del tama?o de la compa?¨ªa. Teniendo en cuenta que el Gran Drag¨®n es ya la segunda potencia mundial, el mercado m¨¢s goloso del planeta y el pa¨ªs que protagoniza una revoluci¨®n econ¨®mica y tecnol¨®gica sin parang¨®n en la historia, parece l¨®gico pensar que Quintana solo tendr¨ªa que esperar sentado a que nuestras empresas lo cortejen.
Pues no es as¨ª. Al contrario, Quintana tiene que esforzarse para provocar el inter¨¦s de la empresa tecnol¨®gica espa?ola por China. ¡°Todav¨ªa no presta la atenci¨®n suficiente a Asia, y eso es un error¡±, afirma. En gran medida, Quintana achaca ese desinter¨¦s a t¨®picos sobre China que todav¨ªa perduran y que no concuerdan con la realidad. ¡°Hay quienes me dicen que est¨¢ muy lejos, cuando pa¨ªses como Argentina o Chile no est¨¢n m¨¢s cerca y reciben m¨¢s atenci¨®n. Otros apuntan al riesgo que entra?a el pa¨ªs, cuando no existen muchos que sean m¨¢s estables debido a su particular sistema pol¨ªtico; y luego est¨¢ la preocupaci¨®n por las copias y por la propiedad intelectual que han alentado leyendas urbanas sin fundamento¡±, desmonta.
No faltan quienes est¨¢n convencidos de que si se implantan en China pronto tendr¨¢n competencia desleal puerta con puerta, y una de las leyendas industriales m¨¢s extendidas cuenta que si el pa¨ªs de Mao ha sido capaz de dise?ar y fabricar sus propios aviones comerciales ha sido gracias a la ingenier¨ªa inversa hecha en un aparato de Airbus que desapareci¨® misteriosamente. Incluso empresarios espa?oles instalados en China desde hace a?os aseguran que ese avi¨®n fue desmontado pieza por pieza para copiar su dise?o y crear el C919 que ahora est¨¢ realizando vuelos de prueba previos a su certificaci¨®n.
Quintana r¨ªe. Entre 2006 y 2016, el CDTI propici¨® la puesta en marcha de 39 proyectos entre empresas espa?olas y chinas con un presupuesto de 62,2 millones de euros, y asegura que nunca ha habido un problema relacionado con la pirater¨ªa industrial, pretexto que Donald Trump tambi¨¦n esgrime ahora para justificar los aranceles con los que quiere gravar los productos tecnol¨®gicos chinos. Es m¨¢s, el delegado del organismo gubernamental avanza una nueva etapa en el desarrollo de China, que estar¨¢ caracterizada por una mejor protecci¨®n de la propiedad intelectual y una mayor colaboraci¨®n internacional en I+D: ¡°Soy optimista y creo que la veremos en este plan quinquenal o en el siguiente¡±, afirma.
Eso podr¨ªa suponer una gran revoluci¨®n, porque hasta ahora China ha adquirido tecnolog¨ªa sacando de paseo la cartera. ¡°Haberse convertido en la f¨¢brica del mundo le proporcion¨® el capital necesario para abordar un proceso de transferencia tecnol¨®gica que ahora debe ir m¨¢s all¨¢. Todav¨ªa predomina una mentalidad de compra de tecnolog¨ªa, ya sea de forma directa o con la adquisici¨®n de empresas extranjeras. China necesita cambiar esa mentalidad y pasar a desarrollar su propia tecnolog¨ªa en colaboraci¨®n con el mundo, lo que se conoce como innovaci¨®n abierta¡±, apunta Quintana.
China necesita pasar a desarrollar su propia tecnolog¨ªa en colaboraci¨®n con el mundo, lo que se conoce como innovaci¨®n abierta¡±?
Eso s¨ª, el delegado del CDTI reconoce que, de momento, en el sector tecnol¨®gico chino ¡°la balanza no est¨¢ equilibrada y existe una asimetr¨ªa desfavorable para las empresas extranjeras¡±. Y advierte de que ¡°China no es tan abierta como dice¡±.?
A pesar de ello, Quintana sostiene que, ¡°aunque las implantaciones productivas de empresas espa?olas se han reducido en los ¨²ltimos a?os¡±, todav¨ªa hay interesantes oportunidades que pueden aprovechar. ¡°Hasta ahora, un tercio de nuestros proyectos han sido tecnolog¨ªas de producci¨®n, otro tercio TIC y el restante proyectos diversos. Ahora hay gran inter¨¦s por la energ¨ªa y por la salud, y tambi¨¦n creo que Espa?a puede aportar mucho en tecnolog¨ªas agr¨ªcolas y de alimentaci¨®n, sobre todo en asuntos relacionados con el regad¨ªo, la cadena de fr¨ªo, etc. El hecho de que China quiera aumentar la calidad de sus productos supone una oportunidad para las empresas espa?olas que quieran convertirse en proveedores¡±, analiza.
El problema est¨¢ en que, demasiado a menudo, los t¨®picos se imponen e impiden hacer una acertada radiograf¨ªa de la realidad. ¡°Para muchos espa?oles, China sigue siendo el pa¨ªs del todo a cien, de bazares y restaurantes baratos. Obvian que existen ya grandes multinacionales chinas con expatriados chinos en Espa?a y con una creciente cuota de mercado. Es una tendencia que vemos claramente en el CDTI, donde cada vez recibimos m¨¢s propuestas de proyectos de las subsidiarias espa?olas de empresas chinas¡±, apunta Quintana.
- Una cuesti¨®n de peso
Para tratar de solventar esta carencia de conocimiento, en las exposiciones sobre el gigante asi¨¢tico que hace en nuestro pa¨ªs, Quintana utiliza estad¨ªsticas y previsiones abrumadoras a modo de artiller¨ªa pesada. ¡°A los empresarios espa?oles les digo que sus hijos trabajar¨¢n para los chinos, y les muestro algunos datos contundentes sobre el mundo del futuro m¨¢s pr¨®ximo. Por ejemplo, les digo que en el a?o 2030 nueve de las 15 ciudades m¨¢s importantes por PIB ser¨¢n chinas, seg¨²n Oxford Economics. Solo una, Londres, ser¨¢ europea. La mayor¨ªa cree que nuestras ciudades aparecer¨¢n entre las 30 m¨¢s importantes, pero tampoco. Ah¨ª tambi¨¦n predominar¨¢n las asi¨¢ticas¡±.
Quintana sostiene que el ranking de empresas tecnol¨®gicas y de internet es tambi¨¦n un buen term¨®metro de c¨®mo est¨¢ cambiando el mundo. ¡°A principios del siglo XX, las m¨¢s importantes eran europeas y americanas. Estados Unidos fue ganando posiciones seg¨²n avanz¨® el siglo, y al final irrumpi¨® alguna japonesa. Ahora, sin embargo, China llega con una fuerza sin precedentes¡±, opina. Se avecina un vuelco en el orden mundial y solo se puede tener ¨¦xito si se est¨¢ preparado para abrazarlo.
Es l¨®gico que esta coyuntura provoque miedo fuera del pa¨ªs asi¨¢tico, que ya se ha convertido en el segundo que m¨¢s invierte en I+D a nivel mundial. Pero Quintana afirma que no hay por qu¨¦ temer esta situaci¨®n siempre que se contin¨²e innovando y se protejan el conocimiento y las operaciones de la matriz. Pone el ejemplo de BQ, marca al que pertenece el m¨®vil que utiliza. ¡°Cuando lo saco los chinos me miran raro, porque tener un iPhone es sin¨®nimo de estatus en China. Pero creo que su estrategia de dise?ar en Espa?a y fabricar en China es la adecuada¡±, sentencia.
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