La amistad entre humanos y robots es la clave del progreso
La apuesta por la inteligencia colaborativa entre m¨¢quinas y personas definir¨¢ a los l¨ªderes en el mercado industrial y profesional
La forma en la que la tecnolog¨ªa afectar¨¢ al trabajo durante los pr¨®ximos a?os se ha convertido en un gran enigma. Todav¨ªa no hay un acuerdo sobre c¨®mo la inteligencia artificial cambiar¨¢ la forma de trabajar. ?Crear¨¢ m¨¢s puestos? ?Aumentar¨¢ el desempleo? Depende de a qui¨¦n se le pregunte. La corriente m¨¢s catastrofista asegura que las m¨¢quinas destruir¨¢n millones de puestos y que los humanos nos dedicaremos a una vida m¨¢s contemplativa. Pero algunos de los expertos de m¨¢s renombre huyen de los lugares comunes y aseguran que la clave est¨¢ en que las tareas de los trabajadores cambiar¨¢n y que ser¨¢ imprescindible que aprendan a colaborar con las m¨¢quinas. Unir lo humano y lo artificial genera una inteligencia colaborativa que permite complementar y aumentar las capacidades humanas, pero no reemplazarlas. La clave del progreso, seg¨²n estos expertos, est¨¢ en la combinaci¨®n de habilidades.
La llegada de las m¨¢quinas crea tareas nuevas que los humanos debemos asumir
La sinergia de inteligencia humana y autom¨¢tica puede sacar lo mejor del rendimiento de ambos. Esta es la postura de Ram¨®n L¨®pez de M¨¢ntaras, director del Instituto de Investigaci¨®n en Inteligencia Artificial del CSIC, que lo explica de forma muy sencilla: la m¨¢quina hace lo que mejor sabe hacer, como evaluar a gran velocidad un mont¨®n de hip¨®tesis y datos. El humano hace lo que las m¨¢quinas no son capaces, como intuir nuevas posibilidades gracias a la creatividad y la capacidad de abstracci¨®n para generalizar. ¡°Es absolutamente necesaria la colaboraci¨®n persona-m¨¢quina, no solo porque el resultado mejora la capacidad de cualquiera de los dos por separado, sino porque tambi¨¦n evita muchos problemas desde el punto de vista ¨¦tico y social¡±, asegura L¨®pez de M¨¢ntaras.
- Nada nuevo bajo el sol
A peque?a escala, esta colaboraci¨®n lleva sucediendo mucho tiempo. Un ejemplo claro es el GPS que utilizan los taxistas para orientarse. Como resultado, tardan menos en llegar a su destino pero pueden hacer m¨¢s carreras a lo largo del d¨ªa de forma m¨¢s sencilla. Ya no es el conductor quien tiene que orientarse, ahora su tarea es transportar a los pasajeros y manejar a la m¨¢quina: el GPS lo complementa. ¡°Es una forma sencilla de explicar que el volumen de trabajo es variable, no hay una cantidad de trabajo fija que deba repartirse entre m¨¢quinas y humanos¡±, asegura el economista Daniel Susskind en una de sus charlas TED. ¡°La llegada de las m¨¢quinas hace que cambie el tipo y n¨²mero de labores que tenemos que desempe?ar y crea tareas nuevas que los humanos debemos asumir¡±.
Sin embargo, todav¨ªa son pocas las empresas que se plantean seriamente mejorar la colaboraci¨®n entre humanos y m¨¢quinas. Es, al menos, lo que se refleja en la investigaci¨®n Human + Machine: Reimaginando el trabajo en la era de la inteligencia artificial, desarrollada por Accenture y en la que participan 1.500 empresas. Su conclusi¨®n es contundente: las organizaciones que usan la automatizaci¨®n para desplazar a los trabajadores perder¨¢n todo el potencial que ofrece la inteligencia artificial. ¡°Esa estrategia est¨¢ equivocada desde el principio. Los l¨ªderes en esta carrera ser¨¢n quienes adopten la inteligencia colaborativa, transformando sus operaciones, sus mercados, sus industrias y su talento¡±, explican James Wilson y Paul Daugherty, responsables del estudio.
Ya hay ejemplos claros de esta sinergia en distintos sectores. En los almacenes de Amazon se han incorporado robots que trabajan en coordinaci¨®n con el resto de trabajadores. El trabajo de las m¨¢quinas es mover mercanc¨ªas a lo largo de cientos de metros, ahorrando tiempo y esfuerzo a los humanos. Esa colaboraci¨®n es precisamente la que est¨¢ permitiendo, en gran medida, que Amazon pueda entregar sus productos en muy poco tiempo. En empresas de automoci¨®n con tecnolog¨ªa muy sofisticada, como Mercedes, se est¨¢ recolocando a empleados, previamente desplazados por m¨¢quinas, en fases decisivas de la cadena de montaje, para garantizar la personalizaci¨®n de algunos veh¨ªculos. Es m¨¢s f¨¢cil que un profesional personalice un coche que reprogramar una m¨¢quina para que trabaje en un caso ¨²nico.
A trav¨¦s de la inteligencia colaborativa que describen los expertos, los trabajadores y la inteligencia artificial mejoran activamente las fortalezas de cada uno: el liderazgo, el trabajo en equipo, la creatividad, las habilidades sociales de los humanos; la velocidad, la escalabilidad y las capacidades cuantitativas de las m¨¢quinas. Lo que resulta natural para las personas ¡ªhacer una broma, por ejemplo¡ª puede ser complicado para las m¨¢quinas. Y lo que es sencillo para las m¨¢quinas ¡ªanalizar gigabytes de datos¡ª sigue siendo pr¨¢cticamente imposible para los humanos. Y las empresas necesitan ambos tipos de capacidades.
- ?C¨®mo la desarrollamos?
Potenciar la inteligencia colaborativa requiere de un esfuerzo proactivo por parte de la empresa y tambi¨¦n de los empleados. Las personas necesitan desarrollar ciertas habilidades para colaborar con las m¨¢quinas. Es necesario que aprendan a delegar tareas en la tecnolog¨ªa y que sepan c¨®mo combinar sus habilidades humanas con las de una m¨¢quina inteligente para obtener un resultado mejor de lo que cualquiera de los dos podr¨ªa lograr por su cuenta. Los humanos necesitan reciclarse y ser capaces de adaptarse al nuevo entorno para realizar tres funciones cruciales: ense?ar a los algoritmos a realizar sus funciones, explicarles los resultados de esas tareas, especialmente cuando son contradictorios o controvertidos; y vigilar que se haga un uso responsable de las m¨¢quinas, evitando, por ejemplo, que los robots da?en a los humanos.
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