El acecho a la libertad en Internet
La adaptaci¨®n a la normativa espa?ola del famoso GDPR podr¨ªa ir mucho m¨¢s all¨¢ y suponer un perjuicio importante a la libertad de expresi¨®n en Internet
Previsiblemente este jueves, 18 de octubre, se debata en el Congreso el texto de la futura Ley Org¨¢nica de Protecci¨®n de Datos. Esta, si bien deber¨ªa ser una adaptaci¨®n a la normativa espa?ola del famoso Reglamento Europeo de Protecci¨®n de Datos (RGPD), podr¨ªa ir mucho m¨¢s all¨¢ y suponer un perjuicio importante a la libertad de expresi¨®n en Internet.
Esto es as¨ª por la denominada ¡°garant¨ªa de derechos digitales¡±, algo que no se contempla como tal en el RGPD y que se ha introducido, mediante enmiendas, en el texto de la nueva LOPD.
Dichas enmiendas sugieren, entre otras cosas, que se ampl¨ªe el derecho de rectificaci¨®n obligando a "los responsables de redes sociales, plataformas digitales y servicios de la sociedad de la informaci¨®n equivalentes", a contar con "protocolos efectivos" que permitan a los usuarios ejecutar sus derechos, especialmente el conocido como derecho al olvido.
Tal y como han manifestado las asociaciones AMETIC y ADIGITAL ¡°las enmiendas introducidas incluyen diversos conceptos jur¨ªdicos indeterminados y no definidos que originan una situaci¨®n de notable inseguridad jur¨ªdica¡±, y citan como ejemplos t¨¦rminos tan amplios y poco concretos como Era Digital o el empleo indistinto de Internet y Red.
Las mismas asociaciones ponen el foco en algo que, para m¨ª, es el verdadero quid de la cuesti¨®n: mencionar, de forma poco precisa y homog¨¦nea, conceptos que no son del todo equivalentes como proveedores de servicios, servicios de Internet, operadores, plataformas y proveedores de servicios y contenidos?o responsables de redes sociales, plataformas digitales y servicios equivalentes de la sociedad de la informaci¨®n.
Con un espectro tan amplio y poco espec¨ªfico como este, pr¨¢cticamente cualquier empresa que opere bajo el paraguas de Internet se ver¨ªa afectada por la nueva LOPD con consecuencias que, creo, son complicadas de valorar hoy por hoy.
Como CEO de Softonic y como creador en su d¨ªa de Download.com, dos de las mayores plataformas del mundo para descubrir y descargar software, me pregunto c¨®mo podr¨ªa impactar esta ley no s¨®lo en los creadores y en los distribuidores de software, si no en cualquier compa?¨ªa de Internet de las que esta ley considera ¡°operadores, plataformas y proveedores de servicios y contenidos¡± y que, en resumen, podr¨ªan ser la gran mayor¨ªa (buscadores, redes sociales, medios de comunicaci¨®n¡).
Siendo conscientes de que los derechos digitales mencionados en las enmiendas, y que tanto debate est¨¢n generando, se refieren sobre todo al derecho al olvido, supongamos ahora que los contenidos incluidos en un software determinado (una app, un juego¡) resultan ofensivos para uno o varios usuarios. ?Qu¨¦ deber¨ªan hacer las empresas dedicadas a la distribuci¨®n de software o las tiendas de aplicaciones??Auditar su cat¨¢logo en base a un n¨²mero ilimitado de criterios cambiantes y totalmente subjetivos, tan dispares como puedan serlo las opiniones de cada uno de nuestros usuarios? ?De acuerdo con qu¨¦ criterio se censura contenido??
Si bien nos aseguramos de que todos los contenidos que se pueden descargar de Softonic sean seguros (ese es nuestro criterio), no creo que nuestro papel ni el de ninguna empresa de Internet pase por convertirnos en censores. Tampoco considero que la esencia de la Red sea esa, y no ser¨ªa sano para nadie que tratemos de controlar la informaci¨®n que se genera en Internet. Desde luego, no pienso que as¨ª podamos acabar con las fake news, con los contenidos de mal gusto o con los peligros que, obviamente, puede conllevar el mal uso de la Red.
Ya hablamos hace unos meses del peligro de ponerle puertas a Internet entrando a regular aspectos como la neutralidad de la Red. En pocas palabras, eliminarla permitir¨ªa a un peque?o n¨²mero de compa?¨ªas controlar lo que los usuarios pueden y no pueden ver, y bloquear¨ªa contenido a aquellos que no puedan permitirse pagarlo.
Probablemente el caso de la nueva ley de Protecci¨®n de Datos no sea tan alarmante, pero podr¨ªa suponer un paso m¨¢s en el control sobre los contenidos que est¨¢n disponibles online y del acceso a los mismos. No deber¨ªamos seguir avanzando en esta direcci¨®n, al menos sin un debate previo que incluya a todos los ciudadanos.Este es un asunto que requiere de una reflexi¨®n profunda y amplia, que cuente con el consenso de las instituciones, pero tambi¨¦n de la sociedad, de los expertos y, por supuesto, de las empresas involucradas.
Scott Arpajian es CEO de Softonic y fundador de Download.com
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.