Una abeja rob¨®tica para dominarlas a todas
Un equipo de investigadores alemanes ha fabricado un robot biomim¨¦tico que imita los 'bailes' que utiliza el enjambre para comunicarse. Y las abejas se lo han cre¨ªdo
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2ZNFLIYWERXUQG44JOKPDZEZZU.jpg?auth=85db4b267a5c5ed464e86176c44d17527e5feb36d021e248a70de59d355bbfb6&width=414)
Las abejas recolectoras hablan bailando. Tiene que haber alguien descodificando el mensaje, eso s¨ª. En la colmena, bailar como si nadie estuviera mirando es una p¨¦rdida de tiempo. Los c¨ªrculos que trazan en el aire pueden expresar, por ejemplo, el vector de vuelo que lleva a una fuente de comida, agua o resina que se encuentran hasta a cien metros de distancia. Esta danza lo que han empleado tres investigadores de la Universidad de Berl¨ªn para estafar a los enjambres del mundo. Su arma secreta: RoboBee, la abeja rob¨®tica.
Por suerte o por desgracia, RoboBee no es un insecto futurista y met¨¢lico, sino un trozo de espuma envuelto en pl¨¢stico con dos alas de pl¨¢stico imprescindibles para reproducir las vibraciones de la danza de las abejas. Tan pedestre combinaci¨®n, unida a un cable de fibra de carbono que emite las vibraciones y mueve al falso himen¨®ptero como si fuera real, ha logrado algo que nunca antes hab¨ªa sido posible: reclutar abejas reales y guiarlas a destinos espec¨ªficos.
- El baile de la abeja impostora
Una vez en la pista de baile, RoboBee cumple tres funciones menearse de lado a lado como lo har¨ªan sus primas vivientes -cuanto m¨¢s amplio el meneo, m¨¢s lejos est¨¢ la comida-, hacer vibrar sus alas y ofrecer gotas de agua con az¨²car para terminar de convencer a las abejas interesadas de que hay comida en el destino indicado.
"Despu¨¦s de ver la danza, la mayor¨ªa de las abejas abandonaron la colmena directamente o recogieron una raci¨®n de miel poco antes de irse", explican los investigadores en el estudio resultante de su experimento.
- Convincente, pero no mucho
Sin embargo, el robot no es perfecto. Por una parte, su danza parece no resultar tan cautivadora como la de las abejas reales, que suelen animar a parte del grupo observador a seguir el baile mientras lo descodifican. Por otra, aunque el enga?o llega a calar, a RoboBee a¨²n le faltan algunos retoques para ser suficientemente convincente. "Una correcta elecci¨®n de los materiales y un mejor camuflaje qu¨ªmico ser¨¢n esenciales en el desarrollo de futuros proyectos", se?alan.
El objetivo de la pr¨®xima RoboBee ser¨¢ ser capaz de integrarse en la colmena, como un poliz¨®n indistinguible del resto del enjambre. Estos avances no solo permitir¨ªan conocer mejor los entresijos de la comunicaci¨®n de estos insectos, tambi¨¦n abrir¨ªan la puerta a la optimizaci¨®n de sus costumbres de polinizaci¨®n, a una mejor comprensi¨®n de sus necesidades y a nuevos modos de monitorizaci¨®n del estado de salud de las colmenas.
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