Microalgas y drones, ya estamos listos para vivir en Marte
El proyecto del IED Madrid, llamado Algi, gana un concurso de HP en colaboraci¨®n con la NASA como la mejor propuesta para que un mill¨®n de seres humanos puedan habitar el planeta rojo
El sue?o de Elon Musk de colonizar Marte est¨¢ m¨¢s cerca que nunca. Lo que no le har¨¢ tanta gracia es que el proyecto no haya salido de sus oficinas de SpaceX, desde las que pretende llegar al planeta rojo en 2022, sino del Innovation Lab del Istituto Europeo di Design (IED) Madrid. Con una gran dosis de tecnolog¨ªa, siempre basada en la sostenibilidad, el trabajo, bautizado como Algi, ha ganado un concurso de HP en colaboraci¨®n con la NASA cuyo prop¨®sito es encontrar el mejor plan de acci¨®n para que un mill¨®n de seres humanos habiten el planeta. En unos dos meses, este grupo de terr¨ªcolas ha construido e ideado un modelo de ciudad y sociedad para que los marcianos dejen de ser extraterrestres.
Una de las primeras dificultades que solventar para vivir en Marte es el exceso de radiaci¨®n solar por la falta de una atm¨®sfera como la de la Tierra. El mejor aliado que encontraron son las microalgas. ¡°La fachada de la c¨²pula estar¨ªa compuesta por ellas porque no solo protegen de los rayos, sino que, al mismo tiempo, generan compost, ox¨ªgeno y energ¨ªa¡±, explica Manuel Monteser¨ªn, profesor del IED Madrid y coordinador del proyecto. Otra de las grandes ventajas es que sirven para replicar el ciclo del agua a trav¨¦s de las membranas que componen esa gran c¨²pula de la ciudad que han dise?ado. ¡°Cualquier tecnolog¨ªa que consuma y genere gasto, no sirve¡±, a?ade.
Precisamente, esta idea de sistema circular resulta crucial para su planteamiento. Todo se inicia con un viaje del pl¨¢stico que recuperar¨ªan de los mares y oc¨¦anos para transportarlo hasta Marte y construir la fachada exterior con sus filamentos y las microalgas. En el a?o que durar¨ªa el trayecto, unas impresoras 3D, ya existentes, se encargar¨ªan de tejer el material. ¡°Con esto, resolver¨ªamos un problema enorme que tenemos aqu¨ª de contaminaci¨®n. Conseguimos reciclarlo para fabricar otras cosas que nos permitan vivir en el espacio¡±, comenta Luc¨ªa de Ancos, titulada superior en Interiorismo y participante del proyecto.
Otro de los recursos estrella son los drones. Ser¨ªan los primeros en llegar al planeta rojo. Como si de un ej¨¦rcito se tratara, localizar¨ªan el mejor sitio para edificar esta ciudad marciana m¨¢s o menos del tama?o de Valencia. Con la colaboraci¨®n de las impresoras 3D, se reproducir¨ªan para contar con el mayor n¨²mero posible de aquellos que confeccionan estas telas exteriores de la c¨²pula y acelerar el trabajo previo a la llegada de los humanos. La ventaja con la que cuentan es que el tercio de gravedad existente en Marte no les afecta para volar. ¡°Este enjambre de drones funciona con energ¨ªa solar y ser¨ªa tremendamente ¨²til. Mantendr¨ªa las estructuras y siempre puede replicarse gracias a las impresoras¡±, sostiene Monteser¨ªn.
- Una gastronom¨ªa basada en la miel
Como no solo de microalgas vive el marciano, la miel supondr¨ªa otra fuente de alimentaci¨®n. Las abejas son de los pocos animales que aguantar¨ªan el viaje espacial y sus panales disponen de los nutrientes indispensables para que los humanos habitemos el planeta rojo. A trav¨¦s de unos tubos dispuestos por toda la ciudad, se desplazar¨ªan por las zonas reservadas para ellas para que fabricaran una de las bases gastron¨®micas del proyecto. ¡°Las ideas, cuanto m¨¢s sencillas, m¨¢s eficientes. Nosotros partimos de algas, agua y miel. Con esto, tienes ya la mitad de la vida en Marte¡±, razona Eduardo Fern¨¢ndez, estudiante de producto e integrante de Algi.
Aparte de las cuestiones t¨¦cnicas y tecnol¨®gicas, que no son precisamente menores, desde el IED perfilaron c¨®mo tendr¨ªa que organizarse la sociedad. Al estilo m¨¢s puramente de China y de Black Mirror, todo estar¨ªa cuantificado por tokens, como un sistema de cr¨¦dito social. En una pulsera, los marcianos dispondr¨ªan de m¨¢s o menos puntos en funci¨®n de cu¨¢nto contribuyeran a mantener la ciudad, de su implicaci¨®n para reciclar o de las pedaladas que dieran para generar energ¨ªa. ¡°Nos planteamos c¨®mo vivir¨ªamos all¨ª. Hay que cocinar, convivir, hacer ejercicio¡ por eso era importante dise?ar un sistema social que lo reflejara¡±, sugiere de Ancos.
Entre la utop¨ªa y la realidad, la colonizaci¨®n de Marte ya es posible. Todo lo plasmado por este proyecto cuenta con elementos completamente terrenales. El avance tecnol¨®gico est¨¢ en disposici¨®n de poner encima de la mesa la llegada del ser humano m¨¢s all¨¢ de la Luna. Pero por si a alguien todo esto le parece un sue?o de ciencia ficci¨®n, Monteser¨ªn le ha encontrado una salida algo m¨¢s cercana. ¡°Esto da pie a plantear la ocupaci¨®n de zonas des¨¦rticas, por ejemplo. Esta tecnolog¨ªa es ¨²til para generar espacios habitables en ¨¢reas inh¨®spitas¡±, afirma. Por el momento, solo se trata de un trabajo premiado por HP y la NASA. Otras preguntas, como la de la evoluci¨®n de la especie despu¨¦s de vivir en el planeta rojo y alimentarse con algas y miel, todav¨ªa no tienen respuesta.
Duplicar la experiencia entre Marte y la Tierra
Dentro del proyecto Algi, una de las cuestiones sociales que m¨¢s les llamaba la atenci¨®n a sus integrantes era c¨®mo relacionar la experiencia en Marte con la Tierra. La soluci¨®n a la que llegaron desde el Innovation Lab del IED Madrid era duplicar todo lo que ocurr¨ªa en ambos lugares. A trav¨¦s del testimonio de los habitantes del planeta rojo, que se lo contar¨ªan como si de una carta se tratara a los terr¨ªcolas, estos ¨²ltimos ser¨ªan conscientes de todo lo que les suced¨ªa. ¡°Nos podr¨ªa servir como una laboratorio de pruebas aplicables en los dos sitios. Ser¨ªa una forma de aprovechar al m¨¢ximo todo lo que se desarrollara. Qui¨¦n sabe si la soluci¨®n a alguno de nuestros problemas parte de esta experiencia¡±, razona Manuel Monteser¨ªn, coordinador del proyecto.
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