De Ada Lovelace a Frances Allen: mujeres clave para el desarrollo de la inteligencia artificial

La inteligencia artificial es considerada parte de las materias STEM, un sector tradicionalmente copado por hombres, donde la ausencia de referentes femeninos y el techo de cristal han dificultado el acceso y reconocimiento de la labor de las mujeres.?La ausencia de desarrolladoras a lo largo de la historia tiene consecuencias: afecta, por ejemplo, a los sesgos de g¨¦nero de muchos algoritmos. Pero lo cierto es que, aunque les haya costado m¨¢s abrirse camino y apenas se haya hablado de ellas, las mujeres estudiosas y desarrolladoras de la inteligencia artificial tambi¨¦n han marcado puntos de inflexi¨®n. Recopilamos aqu¨ª algunas de las m¨¢s destacadas.

• Ada Lovelace. La primera programadora de la historia

Ada Lovelace, nacida en 1815, fue matem¨¢tica, escritora y?autora de lo que se considera el primer algoritmo de la historia. Siendo arist¨®crata y mujer, todo indicaba que su vida iba a transcurrir con las comodidades de su clase y el segundo plano al que estaban acostumbradas las mujeres. Pero su madre, matem¨¢tica y activista pol¨ªtica y social, no permiti¨® que la educaci¨®n de su hija se limitase a las destrezas sociales. Por eso, Lovelace recibi¨® una educaci¨®n peculiar para una mujer de su tiempo: una de sus tutoras fue otra mujer, la matem¨¢tica y astr¨®noma autodidacta Mary Somerville.

Lovelace se cruz¨® con el cient¨ªfico e inventor Charles Babbage, creador de la m¨¢quina anal¨ªtica, considerada el antecedente de los ordenadores modernos. Ella fue la encargada de traducir al ingl¨¦s uno de los art¨ªculos que hablaban sobre este artilugio y de a?adir una serie de notas explicativas que acabaron por duplicar en extensi¨®n al texto original. En una de ellas describe lo que hoy todav¨ªa se considera el primer algoritmo destinado a ser procesado por una m¨¢quina, por lo que se la considera la primera programadora de ordenadores.

• Karen Sp?rck Jones. Pionera en investigar el procesamiento del lenguaje natural

Nacida en 1935, Karen Sp?rck fue una de las pioneras en la recuperaci¨®n de informaci¨®n y procesamiento del lenguaje natural, una tecnolog¨ªa que ahora es b¨¢sica para que los dispositivos de reconocimiento de voz sepan qu¨¦ les est¨¢ diciendo un humano. Siri, Alexa y Cortana pueden comunicarse con el mundo gracias al estudio del lenguaje no estructurado. Estuvo involucrada en el establecimiento de est¨¢ndares en el procesamiento del lenguaje natural, fue elegida miembro de la Academia Brit¨¢nica, de la que lleg¨® a ser vicepresidenta. El reconocimiento definitivo a todo su trabajo de investigaci¨®n lleg¨® con la concesi¨®n de la medalla BCS Lovelace Medal, y no, no es casualidad que este premio se llame como nuestra primera mujer programadora. Sp?rck se convirti¨® en la primera mujer en recibir este reconocimiento en 2007.

• Hamilton, Johnson, Vaughan y Jackson: de los algoritmos a la luna

En la d¨¦cada de los 60, Margaret Hamilton lider¨® el equipo que desarroll¨® el software de navegaci¨®n onboard para el Programa Espacial Apolo que, en 1969, acabar¨ªa poniendo al hombre en la luna. A ella se debe la denominaci¨®n ingenier¨ªa de software (software engineering), ahora omnipresente, y tambi¨¦n el inicio del desarrollo de la disciplina. En 2016, a los 80 a?os, Hamilton recibi¨® la Medalla Presidencial de la Libertad, entregada por el expresidente de Estados Unidos Barack Obama, por su trabajo en la NASA.

Tambi¨¦n destacan por su labor en esta organizaci¨®n Katherine Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson, cuyos avances en procesamiento de datos fueron imprescindibles para la carrera espacial de la NASA. Su historia es la m¨¢s conocida de las mujeres mencionadas aqu¨ª: la pel¨ªcula Figuras ocultas, estrenada en 2016, cuenta su labor y las dificultades a las que tuvieron que enfrentarse para demostrar su val¨ªa en un entorno fundamentalmente masculino.

Katherine Johnson, que ha cumplido 100 a?os este 2018, contribuy¨® al programa espacial estadounidense con su precisi¨®n en la navegaci¨®n astron¨®mica, calcul¨® la trayectoria para el Proyecto Mercury y el vuelo del Apolo 11 a la luna en 1969. Con Johnson coincidi¨® Dorothy Vaughan, una matem¨¢tica afroamericana ¡ªa la dificultad de ser mujer hab¨ªa que a?adir la de ser negra en un momento hist¨®rico en el que la segregaci¨®n racial estaba a la orden del d¨ªa en Estados Unidos¡ª. Trabaj¨® en la divisi¨®n de an¨¢lisis y computaci¨®n, donde se hizo?experta en el lenguaje de programaci¨®n FORTRAN. En ese momento, estaban llegando los primeros ordenadores a la NASA: ella fue quien pas¨® de hacer c¨¢lculos a aprender a manejar a la m¨¢quina que acabar¨ªa haci¨¦ndolos por ella. Fue la primera supervisora afroamericana de la NASA.

Mary Jackson, matem¨¢tica e ingeniera aeroespacial, empez¨® como calculista en la divisi¨®n de C¨¢lculo del ?rea Oeste y lleg¨® a ser la primera ingeniera negra de la NASA. Despu¨¦s de 34 a?os, Jackson alcanz¨® el puesto m¨¢s alto posible para ingenieros y decidi¨® aceptar una degradaci¨®n para pasar a ser directora de dos programas al mismo tiempo: el Programa Federal de Mujeres y el Affirmative Action Program. En estos cargos trabaj¨® para influir en la contrataci¨®n y en la promoci¨®n de mujeres en la NASA.

• Frances Allen: primera mujer en recibir el premio Turing

Frances E. Allen se uni¨® a IBM en 1957. All¨ª, en el centro neur¨¢lgico de la inteligencia artificial, desarrollar¨ªa sus siguientes 45 a?os de carrera. Trabaj¨® en el desarrollo de compiladores ¡ªprogramas inform¨¢ticos que traducen el lenguaje de programaci¨®n a un lenguaje com¨²n¡ª, en la creaci¨®n de lenguajes de c¨®digo y la computaci¨®n paralela, que permite que las m¨¢quinas puedan ejecutar varias acciones a la vez. El mayor reconocimiento de su carrera lleg¨® en 2006, cuando recibi¨® el Premio Turing, considerado el equivalente al Nobel de la computaci¨®n. Se convirti¨® en la primera mujer en obtener este reconocimiento en 40 a?os.

Algo que todas estas mujeres tienen en com¨²n es que esperaban que su labor sirviera para dar m¨¢s visibilidad al trabajo de otras compa?eras en las ¨¢reas STEM. A d¨ªa de hoy, muchas expertas trabajan en desarrollar programas espec¨ªficos para mujeres y ni?as y en contar sus historias. El objetivo es que la sociedad pueda tener una imagen m¨¢s completa de la historia de la inteligencia artificial.

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