Algoritmos para localizar antiguos naufragios o entender qu¨¦ tal respira una planta

El pasado julio, el Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en ingl¨¦s) anunci¨® que hab¨ªa acoplado circuitos electr¨®nicos a part¨ªculas diminutas para crear robots del tama?o de c¨¦lulas. Pueden circular por el cuerpo humano para detectar enfermedades y atravesar tuber¨ªas en busca de problemas.

No resulta extra?o que este proyecto haya nacido de una de las universidades tecnol¨®gicas m¨¢s prestigiosas del mundo en lugar de haberse creado en el seno de una gran multinacional: al fin y al cabo, las universidades son una fuente continua de innovaci¨®n. Muchas de las tecnolog¨ªas disruptivas que veremos en los pr¨®ximos a?os se ponen hoy a prueba en los los departamentos de investigaci¨®n de estas instituciones. Por este motivo, hemos hablado con tres universidades espa?olas para conocer qu¨¦ est¨¢n haciendo en el campo de la inteligencia artificial.

• Del Siglo de Oro hasta nuestros d¨ªas

La Universidad Polit¨¦cnica de Valencia (UPV) trabaja en un buen n¨²mero de proyectos de este tipo. Uno de sus grupos de investigaci¨®n obtuvo el primer puesto en una competici¨®n de subtitulaci¨®n autom¨¢tica de contenidos. En esta l¨ªnea, trabajan en un proyecto financiado por el programa Horizonte 2020 para el que crean algoritmos que subtitulan y traducen contenidos educativos a varias lenguas y colaboran en una iniciativa nacional similar de educaci¨®n abierta.

La voz no es la ¨²nica ¨¢rea de actuaci¨®n de esta universidad en lo que respecta a inteligencia artificial. Para su proyecto Carabela, desarrollan algoritmos que analizan texto e im¨¢genes de manuscritos de los siglos XV y XVI para localizar restos de naufragios ocurridos durante este periodo. Una forma original de ayudar a preservar el patrimonio hist¨®rico subacu¨¢tico.

Y del Siglo de Oro, los investigadores valencianos pasan sin despeinarse a nuestros d¨ªas con AI4PRI, un agente virtual personalizado para concienciar sobre el uso que hacemos de las redes sociales. ¡°Utilizamos t¨¦cnicas de an¨¢lisis sentimental, an¨¢lisis de estr¨¦s y de informaci¨®n procedente de biose?ales para determinar la situaci¨®n emocional actual y futura del usuario¡±, expone Vicent Botti, director del grupo de inteligencia artificial de la UPV. ¡°De esta manera, podemos aconsejarle sobre c¨®mo mejorar el control de su privacidad¡±.

• La carrera por la medalla de la competici¨®n algor¨ªtmica

Cecilio Angulo dirige el centro de investigaci¨®n de ciencia de datos IDEAI de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a y es uno de los responsables de la instituci¨®n para AI4EU, un proyecto financiado con 20 millones de euros por la Comisi¨®n Europea en el que participan 79 socios de 21 pa¨ªses, entre ellos, 60 centros de investigaci¨®n punteros. La idea consiste en crear una red para poner Europa en el mapa de las aplicaciones de esta tecnolog¨ªa. ¡°Actualmente, existe cierta discusi¨®n sobre si la medalla de oro de la inteligencia artificial pertenece a China o a EE UU, pero el bronce no lo tiene nadie¡±, lamenta el docente. ¡°Este proyecto busca crear una plataforma que desarrolle IA centrada en las personas, que repercuta en los usuarios finales. Que un panadero y un ganadero se beneficien de esta tecnolog¨ªa¡±.

La finalidad pr¨¢ctica de esta iniciativa implica que las universidades no sean los ¨²nicos actores involucrados: las grandes compa?¨ªas tambi¨¦n tienen mucho que decir. La metodolog¨ªa es sencilla: los investigadores desarrollar¨¢n y alimentar¨¢n las plataformas que probar¨¢n las empresas para asegurarse de que funcionan correctamente y dar feedback a la universidad para que hagan las modificaciones pertinentes.

La comunicaci¨®n entre ambos es uno de los puntos clave del proyecto, ya que permite a los investigadores entender los problemas a los que se enfrentan las empresas y les ofrece la posibilidad de resolverlos en funci¨®n de sus posibilidades. Adem¨¢s, supone un incentivo para la retenci¨®n del talento. ¡°Cuesta mucho mantener buenos investigadores dentro de la universidad, porque las empresas se los rifan. Con proyectos pr¨¢cticos e interesantes se pueden potenciar las vocaciones por la investigaci¨®n¡±, argumenta Angulo.

• C¨®digo abierto a las aplicaciones biom¨¦dicas

En la Universidad de La Rioja, los esfuerzos de los investigadores se centran en el campo de la biomedicina. Su manera de trabajar no dista demasiado de la que promueve el proyecto AI4EU: buscan grupos de m¨¦dicos y bi¨®logos para entender los problemas a los que se enfrentan en el d¨ªa a d¨ªa y tratan de encontrar una manera de solucionarlos. Una vez han desarrollado una soluci¨®n, la prueban con ellos. El grupo de investigaci¨®n est¨¢ conformado fundamentalmente por profesores de la universidad, aunque cuentan con la ayuda de unos pocos becarios. Dise?an sus algoritmos a trav¨¦s de plataformas de software libre, de manera que cualquiera que los necesite pueda utilizarlos.

Cuesta mucho mantener buenos investigadores dentro de la universidad, porque las empresas se los rifan

Cecilio Angulo, director del centro de investigaci¨®n de ciencia de datos de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a

¡°Hemos utilizado una base de datos de melanomas para entrenar a nuestros algoritmos y que puedan determinar si son malignos¡±, ejemplifica C¨¦sar Dom¨ªnguez, investigador de Psycotrip, el grupo de Inform¨¢tica de la universidad. ¡°Tambi¨¦n hemos trabajado en una inteligencia artificial que localiza los estomas de una planta y los cuenta. La reacci¨®n de estr¨¦s que tiene una planta en un entorno poco adecuado se mide en funci¨®n de sus estomas, por lo que esta herramienta puede resultar de mucha utilidad para los bi¨®logos¡±. Su pr¨®ximo proyecto tiene que ver con la clasificaci¨®n, segmentaci¨®n y detecci¨®n de distintos tipos de gl¨®bulos blancos a partir de im¨¢genes digitales.