Steve Jobs no fue el primero: los fundadores de HP empezaron en un garaje... en los a?os treinta
La miniserie documental ¡®Los secretos de Silicon Valley¡¯, que se estrena este mi¨¦rcoles en Discovery Channel, analiza en tres episodios el pasado, presente y futuro del valle m¨¢s tecnol¨®gico del mundo
Pocos sitios en el mundo despiertan tanta fascinaci¨®n por la tecnolog¨ªa como Silicon Valley. Este valle estadounidense, a poco m¨¢s de 50 kil¨®metros al sur de San Francisco, se ha convertido en uno de los polos de innovaci¨®n?que cualquier pa¨ªs anhela imitar. Apple, Google y Facebook son algunos de los nombres archiconocidos que dan vida actualmente a esta regi¨®n de San Jos¨¦; pero su historia cuenta con m¨¢s aristas, la mayor¨ªa desconocidas, que forjan su idiosincrasia. La miniserie documental Los secretos de Silicon Valley, que se estrena este mi¨¦rcoles (Discovery Channel, 23h), muestra en tres episodios su pasado, presente y futuro a partir del testimonio de quienes han contribuido a su desarrollo.
Uno de los secretos que ha pasado m¨¢s desapercibido entre tanto entusiasmo por la innovaci¨®n tecnol¨®gica es el machismo escondido en mitad del valle. Como explica Anna Lee Saxenian, profesora de la Universidad de Berkeley, Silicon Valley es un lugar abierto y colaborativo, aunque creado por hombres en el que la cultura masculina lo domina todo. ¡°Para las mujeres no es f¨¢cil encajar aqu¨ª porque hay mucha testosterona. Es una industria en la que la gente cree que funciona la meritocracia, pero la realidad es que casi no hay mujeres¡±, llega a afirmar en la miniserie. Y raz¨®n no le falta: como detalla el documental, ellas solo representan alrededor de un tercio del total de trabajadores.
La situaci¨®n a la que ha llegado el valle resulta parad¨®jica si tenemos en cuenta que en sus inicios, all¨¢ por la d¨¦cada de los 30, las mujeres fueron grandes responsables del avance t¨¦cnico. En plena Segunda Guerra Mundial, eran parte esencial de las cadenas de montaje y decenas de ingenieras colocaron las primeras piedras de los fundamentos de la inform¨¢tica. Al acabar la guerra, ellas desaparecieron como por arte de magia. En un salto a las d¨¦cadas m¨¢s recientes, Kim Polese, cocreadora del lenguaje de programaci¨®n Java y una de las mujeres m¨¢s exitosas de Silicon Valley, asegura que ejemplos como el suyo no han terminado de acabar con esta discriminaci¨®n. ¡°Las cosas han cambiado en los ¨²ltimos 20 a?os, pero no lo suficiente¡±, zanja.
Parte del machismo imperante reside oculto en las se?as de identidad m¨¢s llamativas de las organizaciones. Los famosos futbolines, lavander¨ªas y restaurantes de Google no dejan de ser una forma de retener al empleado en su puesto de trabajo el mayor n¨²mero de horas posible. ¡°No es un entorno f¨¢cil para la mujer. Siempre hay que estar disponible y todo est¨¢ organizado para que te pases la mayor parte del tiempo trabajando¡±, argumenta Saxenian. Como avanza uno de los episodios de la miniserie documental de Discovery Channel, que ahonda en la cara oculta de Silicon Valley, las empresas imponen tambi¨¦n horarios imposibles para mujeres con hijos. Demasiadas circunstancias para que ellas tengan las mismas oportunidades.
- Una empresa de fotocopias visionaria
Silicon Valley se sustenta en casualidades, paradojas y fortunas a las que llama por su gran atracci¨®n para el talento y la innovaci¨®n. Como precisa Gordon Moore, cofundador de Intel, tuvo la suerte de dar con la tecnolog¨ªa adecuada en el momento adecuado. Algo similar debieron de pensar en Xerox, dedicada al mercado de las fotocopias. En los 70, desarroll¨® un espacio llamado PARC donde envi¨® a esos ingenieros futuristas, melenudos y algo frikis que nada ten¨ªan que ver con su negocio. En este peque?o campus, naci¨® su idea de oficina del futuro, en la que se usaban ratones, interfaces de usuario y hasta conexiones ethernet. Visionarios tempranos hasta que Apple comercializ¨® toda esta tecnolog¨ªa una d¨¦cada m¨¢s tarde con su primer Macintosh.
La raz¨®n de ser de lo que hoy conocemos como Silicon Valley, pese a todos los cambios que ha sufrido fruto de crisis como la de las puntocom en 2000 o la del espionaje japon¨¦s de los 70, parte de ese esp¨ªritu visionario y vanguardista ya presente en sus primeros moradores. William Hewlett y David Packard, fundadores de HP, dejaron las bases construidas en plenos a?os 30. Empezaron a innovar en el garaje de sus casas, daban comida gratis a sus empleados, les permit¨ªan llevar al perro a las oficinas, fomentaban la flexibilidad de horarios, les ofrec¨ªan acciones de la propia empresa y vend¨ªan productos electr¨®nicos. ?Os resulta familiar el modelo? A algunos los encumbr¨® una red social, un ordenador personal o un microchip. En el caso de HP fue la invenci¨®n de la primera calculadora de bolsillo. Cada uno en funci¨®n de su d¨¦cada.
¡°Lo que se hace aqu¨ª es otra historia. No podr¨ªa haber creado WhatsApp en otro sitio que no fuera Silicon Valley, habr¨ªa sido imposible. Este lugar es m¨¢gico¡±, sostiene Jan Koum, cofundador de la empresa de mensajer¨ªa. Su caso es uno de esos referentes de los que tanto se nutre el sur de San Francisco. Dej¨® atr¨¢s alimentarse con cupones de comida en su Ucrania natal para emigrar a Estados Unidos y terminar vendiendo su compa?¨ªa a Facebook por algo m¨¢s de 16.500 millones de euros. El sue?o americano al que todos los residentes del valle aspiran, pero con una cara desconocida y m¨¢s real de lo que en un principio aparenta. Como a?ade Vinod Koshia, cofundador de Sun Microsystems, de cada 1.000 empresas en Silicon Valley, 999 fracasan. ¡°Eso s¨ª, las 10 que cambian el mundo, permanecen, al igual que su impacto mundial¡±, concluye.
Un valle contracultural y contestario
Las se?as de identidad de Silicon Valley est¨¢n m¨¢s que ligadas a la innovaci¨®n y las nuevas tecnolog¨ªas, pero ser¨ªan impensables sin las ideas casi revolucionarias de sus creadores. Su forma de trabajo ha sido tambi¨¦n una presentaci¨®n en sociedad al mundo de sus principios e ideas pol¨ªticas. Uno de estos protagonistas es Steve Wozniak, cofundador Apple junto a Steve Jobs. "Quer¨ªa formar parte del cambio y la contracultura de la ¨¦poca, alejarnos lo m¨¢ximo posible de la guerra de Vietnam. Por esta raz¨®n, creamos conjuntamente el primero ordenador de Apple", explica. Al igual que ambos creadores, muchas otras voces se han alzado en este valle contestatario con sus inventos; que no solo han revolucionado el mundo, sino tambi¨¦n la forma en que lo miramos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.