La brecha educativa y tecnol¨®gica, retos para Europa
Seis de cada 10 europeos con titulaci¨®n superior consideran que sus universidades no los prepararon para gestionar la revoluci¨®n tecnol¨®gica. ?Cu¨¢l es la soluci¨®n?
La econom¨ªa mundial se transforma a una velocidad vertiginosa y a las universidades europeas les est¨¢ costando no quedarse atr¨¢s. As¨ª lo refleja el estudio European Tech Insights 2019 que analiza la opini¨®n de ciudadanos de 8 pa¨ªses europeos -Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Espa?a, Portugal, Pa¨ªses Bajos y Reino Unido- ante la Cuarta Revoluci¨®n Industrial y la ola de transformaciones tecnol¨®gicas. Entre las principales conclusiones, esta investigaci¨®n revela que seis de cada 10 europeos con titulaci¨®n superior consideran que sus universidades no los prepararon para gestionar la revoluci¨®n tecnol¨®gica. As¨ª lo constata el 68% de los trabajadores de 50-65 a?os de edad y el 37% de los j¨®venes de 18-34 a?os. ?Qu¨¦ est¨¢ fallando y c¨®mo podemos resolver este problema?
La brecha que existe entre las habilidades de los graduados universitarios y las necesidades del mercado laboral no ha parado de crecer en la ¨²ltima d¨¦cada. Estudios de la Uni¨®n Europea se?alan que el 40% de las empresas tienen dificultades para encontrar empleados cualificados, una cifra que se eleva al 70% en compa?¨ªas de sectores estrat¨¦gicos como la tecnolog¨ªa y la ciencia.
Este desajuste cuesta millones de euros y en torno al 2% de la productividad de la econom¨ªa europea. Adem¨¢s, provoca frustraci¨®n y precariedad a miles de ciudadanos que se ven incapaces de encontrar trabajo o desarrollar carreras profesionales satisfactorias. Todo apunta a que esta situaci¨®n seguir¨¢ creciendo en los pr¨®ximos a?os si no se adoptan medidas urgentes debido al cambio demogr¨¢fico y al avance de la cuarta revoluci¨®n industrial.
?Qu¨¦ pueden hacer las universidades al respecto? Muchos actores institucionales consideran que la soluci¨®n a este desequilibrio pasa por ajustar la oferta formativa a las demandas del mercado, eliminando o reduciendo aquellas carreras con ¡°peor¡± salida laboral para centrarse en las titulaciones STEM -Ciencias, Tecnolog¨ªa, Ingenier¨ªa y Matem¨¢ticas-. Aunque es evidente la necesidad de fortalecer de forma intensa y transversal este tipo de perfiles para que Europa sea competitiva en la econom¨ªa digital, esta medida no puede venir sola por dos razones. Primero, porque la universidad no est¨¢ dedicada exclusivamente a formar a profesionales t¨¦cnicos, tambi¨¦n debe educar a los ciudadanos y contribuir al avance del conocimiento en todas sus ramas. Segundo, porque esta brecha educativa no est¨¢ necesariamente asociada a titulaciones concretas. Entre las habilidades m¨¢s demandadas por los empleadores de la UE figuran hard skills como la programaci¨®n o el an¨¢lisis de datos, pero tambi¨¦n transferible skills como la creatividad o el pensamiento cr¨ªtico, que debemos desarrollar a trav¨¦s del estudio de las humanidades y las ciencias sociales. En esta l¨ªnea, destaca el hecho de que siete de las diez mejores universidades de la Uni¨®n Europea en t¨¦rminos de empleabilidad, tienen una impronta generalista y un foco en las humanidades.
Las universidades, por tanto debemos de ayudar a nuestros estudiantes a tener las habilidades t¨¦cnicas necesarias para enfrentarse a nuestra nueva realidad, pero tambi¨¦n orientarlas hacia la adquisici¨®n de aquellas habilidades que necesitar¨¢n para triunfar en los diversos puestos laborales que ocupar¨¢n a lo largo de su vida. Este ejercicio debe hacerse de manera prospectiva, es decir, no s¨®lo debe orientarse hacia el mercado actual, sino al futuro, momento en el que acceder¨¢n a su primer trabajo los alumnos que cursan ahora a su primer a?o de grado universitario. En esta l¨ªnea, la Uni¨®n Europea ha puesto en marcha iniciativas como New Skills Agenda for Europe. En cualquier caso, la falta de una estrategia clara por parte de Gobiernos como el nuestro, debida a la politizaci¨®n de la educaci¨®n y la fragmentaci¨®n de las pol¨ªticas educativas en las diferentes Comunidades Aut¨®nomas, ralentizan peligrosamente el proceso de transformaci¨®n.
Por ¨²ltimo, las universidades deben ampliar y mejorar su oferta de Life Long Learning, formaci¨®n continua a lo largo de la vida. La vertiginosa velocidad con la que cambia el mundo obliga a los profesionales a un continuo proceso de reciclaje. Como ya se?al¨® el experto en revoluci¨®n digital Alvin Toffler, ¡°los analfabetos de nuestro siglo no son aquellos que no puedan leer ni escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y volver a aprender¡±. En torno al 50% de los conocimientos que adquiere un alumno en su primer a?o en una carrera t¨¦cnica estar¨¢n ya obsoletos el d¨ªa que se grad¨²e. Para no quedarse fuera del mercado, tendr¨¢ que seguir form¨¢ndose. Sin embargo, la mayor¨ªa de las universidades europeas a¨²n carece de una oferta de formaci¨®n continuada atractiva, que se adapte a las necesidades y realidades de los trabajadores en activo. De nuestra capacidad de generar esas opciones depende, en buena medida, el futuro de Europa y la prosperidad de sus generaciones futuras.
Diego del Alc¨¢zar Benjumea es vicepresidente Ejecutivo IE University
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