Hacia una normativa global para entregar a los ciudadanos el control de sus datos
El RGPD representa una primera aproximaci¨®n muy positiva, pero, como normativa europea, no es suficiente para afrontar un reto que transciende fronteras.
Con 16 a?os, un residente en EE UU puede conseguir su carn¨¦ de conducir. Si viaja a Espa?a, tendr¨¢ que esperar dos a?os antes de coger un coche, pero entonces podr¨¢ pedir una cerveza en un bar sin tener que esperar hasta cumplir los 21, la edad legal para beber alcohol en su pa¨ªs.
El estadounidense podr¨¢ ir y venir y aprovechar la legalidad vigente en cada lugar. Sus datos, no obstante, viajan por internet mas r¨¢pido que ¨¦l y pueden visitar un buen n¨²mero de pa¨ªses antes de que le d¨¦ tiempo a levantarse del sof¨¢. ?Tiene sentido que tengan que ajustarse a normativas nacionales cuando recorren m¨¢s mundo que Phileas Fogg?
Tal y como apunta el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, el Reglamento General de Protecci¨®n de Datos (RGPD) representa una primera aproximaci¨®n muy positiva, pero, al tratarse de una normativa exclusivamente europea, no es suficiente para afrontar un reto que transciende fronteras.
"El big data debe contribuir a la igualdad y ayudar a la inclusi¨®n y, para lograrlo, necesitamos un est¨¢ndar global para los datos, aplicable en todas las geograf¨ªas y sectores econ¨®micos¡±, se?al¨® durante la presentaci¨®n de ?Hacia una nueva Ilustraci¨®n? Una d¨¦cada trascendente, el und¨¦cimo libro que publica OpenMind, el portal divulgativo de BBVA. El evento, organizado por el Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts (MIT), tuvo lugar el pasado lunes en el Teatro Barton, en Boston, y cont¨® con la participaci¨®n del responsable del banco espa?ol y dos de los m¨¢s de 20 autores que participaron en el libro.
Joanna Bryson, profesora asociada del departamento de computaci¨®n de la Universidad de Bath, secund¨® la propuesta de Torres Vila y a?adi¨® que, aunque hay trabajo por hacer, ya se pueden comprobar algunos de los beneficios m¨¢s inmediatos de la transformaci¨®n digital en la sociedad. "Cerca de mil millones de personas han salido de la pobreza extrema en los ¨²ltimos a?os", record¨®. "La revoluci¨®n tecnol¨®gica ya est¨¢ ayudando a luchar contra la desigualdad".
La ingente cantidad de informaci¨®n que recogen hoy en d¨ªa empresas y gobiernos trae consigo importantes retos en lo que respecta a la privacidad y seguridad de los ciudadanos. "La gente deber¨ªa tener el control sobre sus datos y saber lo que se hace con ellos y ahora es el momento de hacerlo posible", apremi¨® Alex Pentland, director del MIT Connection Science and Human Dynamics Lab. "Para ello, tenemos que expresar nuestros derechos como usuarios para evitar que se haga un mal uso de la informaci¨®n que se maneja sobre nosotros".
Para que el usuario sepa lo que se hace con sus datos, no es suficiente con que este lo pueda ver: adem¨¢s, lo tiene que entender. Y esta es una responsabilidad de las empresas. "No vale con publicar las millones de l¨ªneas de c¨®digo que rigen una plataforma; es necesario hacer la informaci¨®n accesible", indic¨® Bryson.
El dato y la banca
La revoluci¨®n que ha supuesto la digitalizaci¨®n de la informaci¨®n para sectores como la banca les lleva a afrontar un cambio que no se puede realizar de la noche a la ma?ana, pero que, a¨²n as¨ª, apremia. "En 2016, nuestras ventas digitales supon¨ªan el 10% de nuestro negocio. En este ¨²ltimo trimestre, hablamos del 42%", apunt¨® el presidente del BBVA.
Esta nueva realidad supone que la gente deja de ir a sucursales para hacer sus gestiones bancarias para hacerlas a trav¨¦s de internet. El cierre de algunas oficinas es solo el primer paso en el camino del sector hacia su transformaci¨®n digital. "Tenemos que dejar de entender nuestro negocio como un servicio de custodia y empezar a centrarnos ayudar a la gente en la toma de decisiones relacionada con sus finanzas", resumi¨® Torres Vila.
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