El f¨ªsico navarro que ense?a a las m¨¢quinas a leerte la mente
El investigador Humberto Bustince aplica el razonamiento aproximado a la inteligencia artificial para que su funcionamiento sea m¨¢s parecido al de nuestro cerebro
Humberto Bustince (1958, Uju¨¦, Navarra) termin¨® dedic¨¢ndose a la inteligencia artificial (IA) de manera natural. Aunque estudi¨® f¨ªsica te¨®rica y siempre le atrajo poderosamente la mec¨¢nica cu¨¢ntica, por circunstancias de la vida, termin¨® realizando su tesis doctoral sobre l¨®gica intuicionista para representar el razonamiento humano. ¡°Me apasion¨® tanto el tema que empec¨¦ a interesarme por llevarlo a la IA¡±, reconoce ahora, bastantes a?os m¨¢s tarde, a las puertas de recibir uno de los premios de investigaci¨®n que entrega la Sociedad Cient¨ªfica Inform¨¢tica de Espa?a en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n BBVA.
Con esta idea en mente, decidi¨® adentrarse en un campo que entonces ten¨ªa poco recorrido: el razonamiento aproximado. ¡°La inteligencia computacional es un subcampo dentro de la IA que consta de tres pilares: c¨®mo aprenden las m¨¢quinas mediante redes neuronales, c¨®mo desarrollar algoritmos evolutivos y biol¨®gicos para que puedan dar respuestas en tiempo real y c¨®mo nos relacionamos con ellas, un ¨¢mbito asociado con el lenguaje natural¡±, delimita. ¡°En este ¨²ltimo punto es donde entra el razonamiento aproximado¡±.
Esta rama de la IA, en la que se enmarcan procesadores de texto y voz inteligentes, se basa en la capacidad de obtener conclusiones a partir de informaci¨®n incompleta o con cierto grado de incertidumbre. Bustince cita al expresidente del CSIC Enrique Trillas para recordar que el ser humano tiende a funcionar por razonamiento aproximado y l¨®gica difusa y, durante la mayor parte del d¨ªa, no se expresa con exactitud.
¡°En l¨®gica cl¨¢sica, las cosas son verdad o mentira, pero, en la vida real, no todo es blanco o negro¡±, se?ala. ¡°Las personas no dicen que hace una temperatura de 12 o de 27 grados, sino que hace fr¨ªo o calor. En la selva, nadie dir¨ªa con certeza que cuando est¨¢s a m¨¢s de 100 metros de un le¨®n no hay peligro; vamos viendo, a medida que nos acercamos al le¨®n, si la distancia es o no es peligrosa¡±.
Para alcanzar estas conclusiones, resulta imprescindible comprender el contexto. No es lo mismo tratar con problemas utilizando IA d¨¦bil o IA fuerte. Bustince explica que la primera enmarca los algoritmos que posibilitan los coches aut¨®nomos y los que est¨¢n dando resultados muy prometedores en oncolog¨ªa. La segunda va un paso m¨¢s all¨¢ y pretende descifrar sentimientos, sensaciones, emociones y percepciones.
Las personas no dicen que hace una temperatura de 12 o de 27 grados, sino que hace fr¨ªo o calor.
¡°Para poder avanzar en este campo, se est¨¢n involucrando bi¨®logos y m¨¦dicos que ayudan a entender qu¨¦ parte del cerebro toma unas u otras decisiones y c¨®mo son las reacciones qu¨ªmicas¡±, explica. ¡°Es un ¨¢rea que est¨¢ naciendo a¨²n, pero avanza r¨¢pido¡±.
Si leemos una noticia sobre Donald Trump en la que no se le menciona directamente, nuestra memoria se organiza de tal manera que nos permite entender que nos est¨¢n hablando del presidente de EE UU, que es un magnate inmobiliario que lleva en el poder cerca de tres a?os. La idea es que la m¨¢quina tambi¨¦n sea capaz de llegar a estas conclusiones. Aqu¨ª es donde entra en juego la fusi¨®n de datos.
¡°Cuando analizamos las notas de un alumno, podemos intuir que si tiene buenas notas en matem¨¢ticas, es probable que tambi¨¦n se le d¨¦ bien la f¨ªsica, aunque no necesariamente ser¨¢ bueno en historia¡±, explica Bustince. ¡°Para que un sistema inform¨¢tico pueda establecer estas relaciones, debe analizar tanto las similitudes que existen en los datos como sus diferencias¡±.
Hace cuatro a?os, la fusi¨®n de datos llev¨® a este f¨ªsico a comenzar a trabajar en una de las ¨¢reas con mayor proyecci¨®n de la IA: el cerebro computacional. El equipo de investigaci¨®n que coordina en la Universidad P¨²blica de Navarra (UPNA), donde trabaja como catedr¨¢tico, junto a investigadores de Australia y Taiw¨¢n, desarroll¨® un sistema que monitoriza la actividad cerebral y traduce determinadas se?ales emitidas por el cerebro para que puedan ser interpretadas por una m¨¢quina.
Para entrenarlo, pidieron a un amplio grupo de personas que pensaran en mover la mano izquierda o la derecha y monitorizaron su actividad cerebral. Ahora, su sistema adivina qu¨¦ mano piensa mover alguien con un 95% de precisi¨®n gracias a la fusi¨®n de datos de diferentes bandas de longitud de ondas. Y no solo funciona con opciones binarias ¡ªizquierda o derecha, s¨ª o no¡ª; su sistema puede trabajar con hasta cuatro alternativas diferentes.
¡°Este tipo de investigaciones dan lugar a aplicaciones interesantes en medicina, para personas que est¨¢n conscientes pero no pueden comunicarse. A partir de este proyecto, hemos desarrollado herramientas para que estas personas puedan decirte qu¨¦ prefieren comer sin necesidad de moverse o abrir la boca¡±, explica Bustince, quien tambi¨¦n confiesa que, entre los interesados en este desarrollo, hay compa?¨ªas de telefon¨ªa que buscan que, en una d¨¦cada, sus m¨®viles se puedan encender y apagar con la mente.
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