La receta para subir nota: tecnolog¨ªa, contenidos y metodolog¨ªa

Tuvo que llegar una pandemia para demostrar que el lema del colegio p¨²blico Santo Domingo iba muy en serio: ¡°Lo imposible no puede detenerte. Lo imposible nunca va a pararte. Lo imposible no existe¡±. Lejos de quedarse en un mensaje motivador propio de una taza de desayuno, la m¨¢xima de este centro de Infantil, Primaria y Secundaria de la localidad madrile?a de Algete obedece a un firme proyecto pedag¨®gico cuyo respaldo tecnol¨®gico facilit¨® la transici¨®n de lo presencial a lo virtual durante el confinamiento.

¡°Fue un proceso bastante c¨®modo, y tanto alumnos como docentes continuaron con los planes de estudio gracias a la din¨¢mica de aprendizaje por la que apostamos hace siete a?os¡±, comenta ?scar Mart¨ªn Centeno, director del colegio. La metodolog¨ªa del Santo Domingo impulsa la autonom¨ªa de los estudiantes, que adquieren conocimientos mediante tareas de investigaci¨®n y la posterior comunicaci¨®n de lo aprendido mediante contenidos multimedia creados por ellos mismos, siempre con el acompa?amiento de los profesores.

Antes de la implantaci¨®n de este sistema, el colegio contaba con 73 alumnos y estaba al borde del cierre. Ahora, suma cerca de 620 estudiantes y cuenta con una lista de espera que cada a?o deja fuera entre 200 y 300 solicitudes. Ese incremento exponencial del n¨²mero de matriculaciones no se queda en un simple dato cuantitativo, sino que tiene su r¨¦plica en los resultados obtenidos en las pruebas de evaluaci¨®n externa realizadas por las consejer¨ªas de educaci¨®n. ¡°En 2013, antes del comienzo del proyecto, obtuvimos unos resultados muy pobres, por debajo de la media y llegando a suspender en algunas asignaturas. Pero entre ese mismo a?o y 2017 nuestra evaluaci¨®n mejor¨® casi un 50% y ahora estamos por encima de la media en todos los indicadores¡±, seg¨²n Mart¨ªn Centeno.

En el Santo Domingo, la tecnolog¨ªa forma parte tanto del proceso de aprendizaje como de la gesti¨®n diaria del centro. Los alumnos adquieren competencias digitales mientras trabajan con hologramas, realidad aumentada, Internet de las cosas, podcasts, edici¨®n digital de v¨ªdeo y un sinf¨ªn de aplicaciones. Pero los profesores y la direcci¨®n tambi¨¦n est¨¢n al d¨ªa en cuanto a las ventajas que aporta el an¨¢lisis de datos. ¡°Tenemos unas r¨²bricas de evaluaci¨®n gigantescas, de tal modo que cuando levantas la gr¨¢fica de un alumno tienes entre 90 y 120 p¨¢ginas de indicadores de diferentes asignaturas que pueden relacionarse con las competencias clave, lo cual ayuda a detectar patrones, conocer el progreso de cada grupo y tomar decisiones sobre qu¨¦ aspectos reforzar o qu¨¦ din¨¢micas impulsar para mejorar resultados¡±, apunta el director del centro.

Mucho m¨¢s que tecnolog¨ªa

Tal y como se?ala Mariano Fern¨¢ndez Enguita, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa, ¡°la tecnolog¨ªa abre posibilidades en el aula, pero por s¨ª sola no es ninguna garant¨ªa de innovaci¨®n, sino que todo depende del uso que hagamos de ella¡±. Pablo Lara, presidente de Edutech Cluster, asociaci¨®n que engloba a m¨¢s de 70 empresas e instituciones y m¨¢s de 10.000 centros educativos, recuerda que la tecnolog¨ªa debe entenderse como una de las tres patas del modelo te¨®rico Tpack (acr¨®nimo del ingl¨¦s Technological Pedagogical Content Knowledge, es decir, conocimiento pedag¨®gico del contenido tecnol¨®gico).

Lara insiste en la necesidad de trabajar simult¨¢neamente las tres dimensiones de este modelo: metodolog¨ªa, contenidos y tecnolog¨ªa. ¡°Si te centras solo en una de ellas, no avanzar¨¢s, aunque lo cierto es que el d¨ªa a d¨ªa en un colegio es complicado y a menudo no es posible mantener esa triple visi¨®n por falta de una formaci¨®n de calidad de los docentes, una carga lectiva de horas que deja poco tiempo a los profesores para pensar en c¨®mo innovar, y limitaciones en cuanto a recursos econ¨®micos¡±, comenta el presidente de Edutech Cluster.

En su opini¨®n, esto hace que al final la innovaci¨®n en el aula se asocie muchas veces a proyectos personales de ciertos profesores: ¡°Dependemos de genios muy comprometidos, que se implican much¨ªsimo, pero resulta dif¨ªcil que esto sea sist¨¦mico y generalizado, a pesar de que es una evidencia que la tecnolog¨ªa bien utilizada aumenta la motivaci¨®n de los alumnos de manera espectacular¡±.

Ahora bien, ?a qu¨¦ edad conviene empezar a formar a los alumnos mediante el uso de dispositivos digitales? David Bueno, investigador y profesor de gen¨¦tica en la Universidad de Barcelona (UB) y director de la c¨¢tedra de neuroeducaci¨®n UB-EDU1st, apunta que lo ideal ser¨ªa introducir la tecnolog¨ªa a partir de los seis o siete a?os: ¡°Ah¨ª es cuando los alumnos deben trabajar lo m¨¢s dif¨ªcil de aprender, que es la gesti¨®n de esas herramientas, es decir, cu¨¢ndo es adecuado usarlas y cu¨¢ndo no¡±. Seg¨²n Bueno, m¨¢s adelante, en 5? y 6? de Primaria y en Secundaria, ya se trata de darle una utilidad m¨¢s pr¨¢ctica asociada al propio aprendizaje, como buscar una informaci¨®n concreta para un trabajo o realizar un gr¨¢fico para una presentaci¨®n. ¡°Esa combinaci¨®n de gesti¨®n y uso pr¨¢ctico har¨¢ que al final de la Secundaria y durante el Bachillerato el alumno sepa manejar de manera adecuada la tecnolog¨ªa para las tareas relacionadas con su educaci¨®n, conocer cu¨¢ndo le hace falta y cu¨¢ndo no, m¨¢s all¨¢ de dominar cada herramienta concreta¡±, concluye Bueno.