Una maleta equivocada
Andrea viaja hasta la isla en la que va a pasar sus vacaciones, pero al llegar descubre que ha intercambiado su equipaje por error con el de otro pasajero. Comienza as¨ª una historia de misterio que los lectores de EL PA?S ir¨¢n descubriendo por cap¨ªtulos a lo largo del mes de agosto
Vale, pues aqu¨ª estoy. S¨¦ que promet¨ª escribirte todos los d¨ªas y ayer ya falt¨¦ a la cita, pero tengo la excusa perfecta porque cuando te cuente el motivo acabar¨¦ d¨¢ndote la raz¨®n. Y bueno, ya sabes. Nada te gusta m¨¢s que darte la raz¨®n.
Te va a encantar. Resulta que he perdido la maleta.
O m¨¢s que perdido, ahora tengo una maleta id¨¦ntica a la que me traje a este viaje pero de otra persona. Vamos, que cog¨ª su maleta por error, y supongo que esa otra persona cogi¨® la m¨ªa cuando bajamos del avi¨®n. Dos maletas id¨¦nticas, ?qu¨¦ te parece? Como en esas pel¨ªculas de esp¨ªas que tanto te gustan.
Ahora llega la parte en la que tengo que darte la raz¨®n, porque si te hubiera hecho caso cuando me la regalaste y la hubiera marcado con un lacito o una pegatina o cualquier otra cosa, es probable que ahora no estuviera cont¨¢ndote este drama. Pero espero que no se te escape la iron¨ªa: si he viajado con esa maleta es porque es la que me regalaste cuando te prest¨¦ la m¨ªa, la que me rompiste ¡ªperd¨®n, ?la que te rompieron!¡ª en aquel viaje a Lisboa. Entiendes lo que quiero decir, ?no? Si no me hubieras roto aquella maleta ¡ªperd¨®n, ?si no te la hubieran roto!¡ª ayer habr¨ªa podido viajar con ella, y ahora, seguramente, la tendr¨ªa aqu¨ª conmigo. Viaj¨¦ suficientes veces con esa otra maleta como para no confundirla, con lacito o sin ¨¦l.
El caso es que aqu¨ª me tienes, en casa de Maribel, con la misma ropa con la que viaj¨¦ ayer y pensando que, de todas las formas en las que podr¨ªan haber comenzado estas vacaciones, quiz¨¢s esta no haya sido la mejor.
Si no te escrib¨ª ayer fue porque no estaba de humor, la verdad. Llegu¨¦ muy cansada y no me di cuenta del error hasta que entr¨¦ por la puerta, y luego, cuando llam¨¦ a la aerol¨ªnea para avisar, lo ¨²nico que consegu¨ª fue un ¡°de acuerdo, tomamos nota, ya le llamaremos¡± que no pudo sonar menos a ¡°de acuerdo, tomamos nota, ya le llamaremos¡±.
Y s¨ª, por supuesto. Me puedo imaginar lo que estar¨¢s pensando. A curiosa no me gana nadie, ya lo sabes. S¨ª, he abierto la maleta que tengo aqu¨ª ahora. Fue en ese momento cuando vi que no era la m¨ªa, ?y sabes qu¨¦? Dentro solo hay peri¨®dicos. Nada m¨¢s, solo eso. Un mont¨®n de peri¨®dicos antiguos. ?Qui¨¦n se va de vacaciones con una maleta llena de peri¨®dicos?
En fin. Por lo menos, lectura no me va a faltar.
Te escribo ma?ana. Prometido.
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