El riesgo de sufrir demencia se puede prevenir si se mejoran los h¨¢bitos de vida

Una investigaci¨®n sobre el riesgo gen¨¦tico de sufrir demencia y la influencia de los h¨¢bitos de vida publicada en mayo y elaborada por investigadores de los centros sanitarios de la Universidad de Mississippi y de la de Texas pone de manifiesto algo que los neur¨®logos ya sospechaban: por muy alto que sea el riesgo que tiene una persona de sufrir alzh¨¦imer, si mejora sus h¨¢bitos de vida, puede reducirlo notablemente. Estos buenos h¨¢bitos los suelen recomendar, sobre todo, los cardi¨®logos, pero cada vez resulta m¨¢s evidente que sirven tambi¨¦n para prevenir otros problemas; en este caso, referidos a la salud cerebral. Los siete sencillos h¨¢bitos de vida (Life¡¯s Simple Seven, en ingl¨¦s) consisten en comer de forma saludable, no tener sobrepeso, no fumar, hacer actividad f¨ªsica, controlar el colesterol y la presi¨®n sangu¨ªnea y reducir el az¨²car en sangre.

Las dos universidades, unidas a la John Hopkins, a la Universidad de Minnesota y a la de Carolina del Norte, han llevado a cabo un seguimiento a m¨¢s de 11.000 personas durante casi tres d¨¦cadas (desde 1987 hasta 2019), cuando los participantes ten¨ªan entre 45 y 65 a?os, como explica Adrienne Tin, profesora de la Universidad de Mississippi e investigadora principal del estudio. Los neur¨®logos consultados destacan el tama?o de la muestra analizada y el periodo de seguimiento, pero coinciden en que las conclusiones del estudio ¡°constatan lo que manda el sentido com¨²n: que, si uno lleva un estilo de vida saludable, aun teniendo un riesgo para padecer una enfermedad como el alzh¨¦imer, ese riesgo disminuye¡±, como resume el portavoz de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa, Guillermo Garc¨ªa Ribas.

Explica la especialista en trastornos del movimiento y enfermedades neurodegenerativas del servicio de neurolog¨ªa del Hospital Puerta de Hierro Pilar S¨¢nchez Alonso: ¡°Curiosamente, tenemos menos enfermos de alzh¨¦imer de los que se pod¨ªan prever hace 30 a?os. Y eso sin tener ning¨²n tratamiento. Disminuir la carga vascular, que es lo ¨²nico que ha cambiado en este tiempo, ha hecho que las proyecciones de lo que se esperaba hayan bajado como en un 20%. Este estudio hace algo muy concreto, que es relacionar el riesgo de sufrir demencia con esos siete factores¡±.

Eso s¨ª, esos h¨¢bitos deben tomarse en las edades medias de la vida: ¡°No vale que lo empieces a hacer a los 70 a?os, hay que hacerlo sobre los 40 o los 50, que es cuando empiezas a acumular da?o en el cerebro¡±, advierte S¨¢nchez Alonso, que a?ade: ¡°Lo m¨¢s importante que puedes hacer es practicar deporte, no ser sedentario, no fumar, no tener exceso de peso y, si tienes el colesterol alto, tomar las medidas necesarias. Todo eso solemos o¨ªr que es importante para el coraz¨®n tambi¨¦n lo es para las enfermedades neurol¨®gicas y para la demencia en particular. Y, por favor, hagan ustedes una vida activa intelectualmente¡±.

Los resultados del estudio pueden ser esperanzadores para quienes est¨¢n preocupados por tener antecedentes de alg¨²n tipo de demencia, seg¨²n explica el neur¨®logo Garc¨ªa Ribas: ¡°Muchos familiares, hijos de personas con esta enfermedad, suelen preguntar si se puede hacer algo. Lo que nos dice este estudio es que, llevando una vida con una dieta m¨¢s adecuada y evitando factores de riesgo vascular y el tabaco, estas personas reducen la probabilidad de tener alzh¨¦imer, aunque tengan un riesgo familiar¡±. ¡°Modificando tu estilo de vida, est¨¢s cuidando tu cerebro para cuando llegues a las edades en las que toca¡±, a?ade la neur¨®loga del Puerta de Hierro.

Aunque estas recomendaciones puedan resultar ¨²tiles para todas las personas, puesto que el estudio se refiere a aquellas que tienen un riesgo gen¨¦tico alto, debe esclarecerse en qu¨¦ consiste exactamente ese peligro. Seg¨²n S¨¢nchez Alonso, ¡°solo el 5% de las enfermedades de alzh¨¦imer (la m¨¢s com¨²n de las demencias, que puede representar entre un 60% y un 70% de los casos) son hereditarias, con una mutaci¨®n que se pasa de padres a hijos. Cuando un padre fue diagnosticado a los 52 a?os, eso puede ser una enfermedad de alzh¨¦imer que herede el hijo. El otro 95% de los casos se debe a m¨²ltiples factores gen¨¦ticos sumados que suponen un riesgo¡±. Es decir, en esa gran mayor¨ªa de casos ¡°se da la suma de muchas cosas¡±, subraya.

Esto significa que, si un padre tiene alzh¨¦imer a los 85 a?os, el hijo tendr¨¢ m¨¢s posibilidades de desarrollar la enfermedad cuando sea mayor que alguien sin antecedentes, pero el riesgo ser¨¢ m¨¢s elevado ¡°si, adem¨¢s, fuma, no hace deporte, tiene tensi¨®n alta¡­ y eso s¨ª lo puede modificar. Eso es lo importante del estudio, que dice que, aunque tengas cosas gen¨¦ticas que son factores de riesgo, puedes quitar todos los dem¨¢s riesgos y lo disminuyes. A igualdad de factores de riesgo gen¨¦ticos, si cambias todo lo dem¨¢s, tienes menos enfermedad¡±, explica la neur¨®loga. La investigadora estadounidense coincide: ¡°La gen¨¦tica por s¨ª sola no determina que una persona desarrolle demencia en alg¨²n momento¡±.

El estudio se centra en el riesgo existente por tener la prote¨ªna APOE. ¡°Si has heredado un APOE 4 de tu padre y un APOE 4 de tu madre, tienes un factor de riesgo entre dos y cinco veces mayor de tener la enfermedad comparado con la poblaci¨®n general, pero eso no quiere decir que la vayas a tener. Si tienes, por ejemplo, dos APOE 2, tienes menos riesgo que el que tiene dos APOE 4¡å, explica S¨¢nchez Alonso.

Garc¨ªa Ribas aclara que ¡°el pico de incidencia de esta enfermedad se sit¨²a en torno a los 75 u 80 a?os, pero no todas las personas que llegan a esa edad van a tener deterioro cognitivo o alzh¨¦imer¡±. Seg¨²n la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa, cada a?o se diagnostican en nuestro pa¨ªs unos 40.000 nuevos casos de alzh¨¦imer. Entre un 3% y un 4% de la poblaci¨®n de entre 75 y 79 a?os est¨¢ diagnosticada. En los mayores de 85 a?os, la cifra alcanza un 34%, y casi un 40 en los que superan los 90 a?os. Seg¨²n un informe del Ministerio de Sanidad, el n¨²mero de personas afectadas en Espa?a por el alzh¨¦imer supera las 700.000 personas entre los mayores de 40 a?os.

El siguiente paso para los investigadores que han alcanzado estas conclusiones es analizar el aspecto social de la demencia. Seg¨²n explica Tin, ¡°los factores sociales pueden ayudar a que las personas mejoren sus siete h¨¢bitos, como el acceso al sistema sanitario y a una buena alimentaci¨®n en su barrio¡±. La neur¨®loga S¨¢nchez Alonso coincide en que, adem¨¢s de eso, el acceso a la educaci¨®n puede influir en que los individuos adquieran mejores h¨¢bitos de vida: ¡°Hemos pasado de poblaciones que ten¨ªan pocos estudios a poblaciones que est¨¢n escolarizadas, y eso es un factor que podr¨ªamos llamarlo protector frente a la enfermedad. Es dif¨ªcil medirlo y mostrarlo en un estudio, pero, ante la misma carga de enfermedad en el cerebro, las poblaciones con menos estudios tienen s¨ªntomas mucho antes¡±.

Puedes seguir a EL PA?S Salud y Bienestar en Facebook, Twitter e Instagram.