Un estudio desvela variantes gen¨¦ticas que predisponen al consumo de alcohol o tabaco

El n¨²mero de fumadores ha descendido dr¨¢sticamente en los ¨²ltimos a?os; la informaci¨®n sobre los efectos perjudiciales del tabaco, el incremento de los precios y la prohibici¨®n de los anuncios y de fumar en lugares p¨²blicos han tenido efecto y siguen teni¨¦ndolo. Desde 2014 hasta ahora, en Espa?a, por ejemplo, hay un 11,7% menos de fumadores. Los factores culturales marcan la diferencia en el n¨²mero de personas que tienen ese h¨¢bito, pero para seguir mejorando en la prevenci¨®n de los problemas de salud que causan el tabaquismo o el alcoholismo, tambi¨¦n es interesante la comprensi¨®n de los factores biol¨®gicos que hacen a algunas personas m¨¢s propensas a estas adicciones. Esta semana, en un trabajo que publica la revista Nature, un grupo internacional de cient¨ªficos ha encontrado 4.000 asociaciones gen¨¦ticas que tienen cierta influencia sobre el consumo de alcohol o tabaco, teniendo en cuenta factores como la edad en la que se comienzan a consumir estas sustancias o en qu¨¦ cantidad se toman.

En este estudio, que incluye a m¨¢s de tres millones de personas (un 80% de ascendencia europea y un 20% del resto del mundo), se observa que, pese a vivir en un entorno similar, las personas con mayor predisposici¨®n gen¨¦tica fuman m¨¢s. ¡°Los individuos en el 10% superior de predisposici¨®n gen¨¦tica al uso de tabaco fuman como promedio el doble de cigarrillos por d¨ªa que los del 10% inferior (14 cigarrillos frente a 7)¡±, se?ala Javier Costas, investigador l¨ªder del grupo de Gen¨¦tica Psiqui¨¢trica del Instituto de Investigaci¨®n Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS), en declaraciones al Science Media Center. Esta capacidad para predecir el consumo de tabaco o alcohol es mucho mayor entre las personas con ascendencia europea que con el resto, debido a la menor cantidad de muestras disponibles. Sin embargo, los autores destacan que aunque menores, los efectos aparec¨ªan en individuos de todas las procedencias.

El an¨¢lisis, que es un primer paso para empezar a identificar los factores biol¨®gicos de riesgo de tabaquismo o alcoholismo, comprenderlos y utilizarlos en pol¨ªticas de salud, observa, por ejemplo, que algunas variantes que ayudan a predecir la cantidad de cigarrillos diarios que fuma una persona est¨¢n relacionadas con las que incrementan el riesgo de reca¨ªdas entre los consumidores de coca¨ªna o la agresividad.

En un estudio similar de 2019, equipos de cient¨ªficos, entre los que se encuentran algunos firmantes del que se publica ahora, buscaron la correlaci¨®n entre el alcoholismo, que es heredable en alrededor de un 49%, y otros trastornos mentales. En ese estudio gen¨¦tico observaron correlaciones entre el alcoholismo y el d¨¦ficit de atenci¨®n, la esquizofrenia o la depresi¨®n. Uno de los datos que llam¨® la atenci¨®n a los autores era que el solapamiento entre los genes asociados a la adicci¨®n al alcohol y los del consumo moderado del mismo no era grande.

Seg¨²n se?ala Costas, la principal limitaci¨®n del trabajo que publica Nature este mi¨¦rcoles y otros similares ¡°es la definici¨®n de los caracteres bajo estudio, generalmente declarados por las propias personas participantes y muy poco concretos¡±. Por ejemplo, dos patrones muy distintos de consumo de alcohol, como un consumo habitual de alcohol con las comidas o un consumo de botell¨®n semanal, pueden dar lugar al mismo n¨²mero de bebidas alcoh¨®licas consumidas por semana. ¡°Tambi¨¦n se sabe que las personas con problemas de salud tienden a declarar un consumo de alcohol y tabaco inferior al real¡±, explica.

Y est¨¢ claro que las pol¨ªticas p¨²blicas tambi¨¦n influyen. En 2014, se cumplieron 50 a?os desde que el cirujano general de Estados Unidos, la m¨¢xima autoridad sanitaria de aquel pa¨ªs, public¨® un informe sobre los efectos del tabaco en la salud. El porcentaje de estadounidenses fumadores cay¨® en ese medio siglo del 42% al 18%, un cambio cultural que ayud¨® a prevenir, seg¨²n una estimaci¨®n publicada en la revista JAMA, ocho millones de muertes prematuras. En otro trabajo que apareci¨® en el mismo n¨²mero de la revista, se calculaba que entre 1980 y 2014, el porcentaje de fumadores en todo el mundo hab¨ªa descendido del 41,2% al 31,1% entre los hombres y del 10,6% al 6,2% entre las mujeres

Para el futuro, los autores plantean la importancia de ampliar las muestras que se estudian y aumentar la cantidad de personas de ascendencia no europea para afinar mejor en el peso de los genes y el ambiente en el consumo de alcohol y tabaco.

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