Las desigualdades de g¨¦nero empeoran el acceso de las mujeres a la prevenci¨®n, detecci¨®n y atenci¨®n del c¨¢ncer
Un estudio en ¡®The Lancet¡¯ se?ala que podr¨ªan evitarse 1,5 millones de muertes mediante prevenci¨®n, y otras 800.000 si todas las mujeres tuvieran acceso a una atenci¨®n ¨®ptima
El c¨¢ncer afecta de forma diferente a hombres y mujeres. Pero estas diferencias no siempre se reflejan en su investigaci¨®n y tratamiento. Un informe publicado en la revista cient¨ªfica The Lancet urge a aplicar un enfoque de g¨¦nero interseccional en lo que respecta a esta enfermedad. La comisi¨®n encargada del informe, compuesta por un equipo internacional, propone un conjunto de 10 acciones, con la recomendaci¨®n general de que ...
El c¨¢ncer afecta de forma diferente a hombres y mujeres. Pero estas diferencias no siempre se reflejan en su investigaci¨®n y tratamiento. Un informe publicado en la revista cient¨ªfica The Lancet urge a aplicar un enfoque de g¨¦nero interseccional en lo que respecta a esta enfermedad. La comisi¨®n encargada del informe, compuesta por un equipo internacional, propone un conjunto de 10 acciones, con la recomendaci¨®n general de que el sexo y el g¨¦nero se incluyan en todas las pol¨ªticas y directrices relacionadas con el c¨¢ncer.
¡°Esta comisi¨®n se cre¨® para investigar la intersecci¨®n entre las desigualdades sociales, el estatus de las mujeres en la sociedad y el c¨¢ncer¡±, explica por correo electr¨®nico Karla Unger, investigadora en Sistemas de Salud del Instituto Nacional de Cancerolog¨ªa de M¨¦xico y una de las autoras del estudio. ¡°Quienes ocupan los puestos de poder deciden qu¨¦ se prioriza, financia y estudia¡±, denuncia al referirse a un sector altamente masculinizado. Aunque reconoce los avances recientes, denuncia que las mujeres con c¨¢ncer siguen experimentando ¡°diversas formas de discriminaci¨®n¡± que deben ser erradicadas.
El estudio se ha realizado en pa¨ªses con realidades muy diferentes, pero Unger cree que esto no le resta valor, sino que refuerza su tesis. La experta repite en muchas de sus aseveraciones que son situaciones que se dan ¡°tambi¨¦n en pa¨ªses de altos ingresos¡± para remarcar el car¨¢cter global del problema. El informe subraya que, ¡°independientemente de la regi¨®n geogr¨¢fica o los recursos econ¨®micos¡±, las mujeres tienen m¨¢s probabilidades que los hombres de carecer de los conocimientos y el poder para tomar decisiones informadas sobre atenci¨®n m¨¦dica.
El acceso a informaci¨®n sanitaria precisa y a los servicios de salud de calidad estar¨ªan en el centro del an¨¢lisis. El informe se?ala que 1,5 millones de muertes de mujeres podr¨ªan evitarse mediante estrategias de prevenci¨®n primaria o detecci¨®n precoz, y otras 800.000 si todas las mujeres tuvieran acceso a una atenci¨®n ¨®ptima para el c¨¢ncer. No especifica datos respecto a los hombres.
Tambi¨¦n analiza el rol de la mujer en la sanidad y los cuidados relacionados con el c¨¢ncer, llegando a la conclusi¨®n de que son ellas, mayoritariamente, quienes se convierten en cuidadoras no remuneradas cuando un familiar sufre c¨¢ncer. Y, por el contrario, est¨¢n significativamente infrarrepresentadas como l¨ªderes en las organizaciones de investigaci¨®n y pol¨ªticas.
Estudios incompletos
Al hablar de c¨¢ncer y mujeres, generalmente se centra el debate en aquellos que les afectan de forma espec¨ªfica, como el c¨¢ncer de mama y el de ¨²tero. ¡°El de mama es el m¨¢s com¨²n y el c¨¦rvicouterino es el ¨²nico c¨¢ncer completamente evitable¡±, se?ala la experta. Es normal que tengan tanto foco medi¨¢tico. Pero en esta comisi¨®n se han incluido otros tipos de c¨¢ncer que afectan a ambos sexos, con la intenci¨®n de identificar diferencias sociales entre estos. ¡°Hay estudios que reportan que las mujeres son diagnosticadas en etapas m¨¢s avanzadas que los hombres en c¨¢ncer colorrectal, c¨¢ncer de vejiga y c¨¢ncer del tracto urinario¡± explica. ¡°Tambi¨¦n se han se?alado tiempos m¨¢s largos entre la presentaci¨®n al m¨¦dico y el diagn¨®stico final para mujeres en comparaci¨®n con hombres para diversos tipos de c¨¢ncer: pulm¨®n, colorrectal, de vejiga, p¨¢ncreas y urotelial [de vejiga]¡±.
El informe hace hincapi¨¦ en la necesidad de diferenciar entre g¨¦nero y sexo, algo que no siempre se hace. El sexo se refiere a los atributos biol¨®gicos como los cromosomas, la expresi¨®n gen¨¦tica o la anatom¨ªa reproductiva. El g¨¦nero, en cambio, es una construcci¨®n social que engloba los roles y conductas que se consideran socialmente apropiadas para mujeres o para hombres. ¡°Estos t¨¦rminos no son intercambiables¡±, matiza Unger. ¡°Pero en el trabajo de investigaci¨®n que realizamos, la mayor parte de los datos disponibles utilizaban sexo y g¨¦nero de forma intercambiable, por lo general de forma binaria: masculino o femenino. Una de las principales recomendaciones que hacemos en la Comisi¨®n es asegurar la recolecci¨®n de datos desagregados por sexo, g¨¦nero, y otros factores sociodemogr¨¢ficos de forma rutinaria en las estad¨ªsticas de salud¡±.
La doctora Elena ?lez es onc¨®loga del Hospital Universitari Vall d¡¯Hebron y jefa del Grupo de C¨¢ncer de Colorrectal del Vall d¡¯Hebron Instituto de Oncolog¨ªa. No ha participado en este estudio, pero su equipo ha realizado informes en la misma l¨ªnea y se muestra muy de acuerdo con sus conclusiones. Destaca la amplitud del informe y el hecho de que tenga en cuenta todas las etapas, desde la investigaci¨®n hasta el trato con el paciente. ?lez pone dos ejemplos concretos sobre c¨®mo diferenciar entre hombres y mujeres cuando hablamos de c¨¢ncer puede ayudar. ¡°Por ejemplo, cuando hacemos estudios y en los modelos usamos ratoncitos¡±, se?ala en conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°Muchas veces los autores no se fijan en algo tan sencillo como especificar si son ratoncitos o ratoncitas. Y esto tiene un impacto muy importante. Hay diferencias en c¨®mo afecta cada droga seg¨²n el sexo¡±.
¡°Por otro lado, en los medicamentos, normalmente se dan los datos de efectos secundarios englobados. Igual lo deber¨ªamos diferenciar entre hombres, mujeres y ver el impacto que esto tiene¡±, a?ade. Hay literatura cient¨ªfica que avala esta idea. Un estudio estadounidense publicado en la revista Journal Of Clinical Oncology revela que, despu¨¦s de recibir un tratamiento oncol¨®gico, las mujeres tienen un 34% m¨¢s de riesgo de desarrollar efectos adversos sintom¨¢ticos graves que los hombres. Sobre todo, si el tratamiento es de inmunoterapia: antes de que se aprobaran f¨¢rmacos como el cisplatino o el pembrolizumab, ellas ten¨ªan un 49% m¨¢s de riesgo de secuelas que ellos.
¡°Hay un claro sesgo masculino en la manera de mirar el mundo¡±, apunta Ana Porroche Escudero, antrop¨®loga e investigadora en la Divisi¨®n de Investigaci¨®n para la Salud de la Universidad de Lancaster. ¡°Por eso celebro que el art¨ªculo mencione la importancia de investigar los factores medioambientales y laborales en la incidencia de c¨¢ncer¡±. A la hora de entender c¨®mo el c¨¢ncer afecta a hombres y mujeres, hay que tener en cuenta las diferencias biol¨®gicas, pero tambi¨¦n las ambientales. Las cargas familiares, la forma de responder al dolor, de seguir las prescripciones m¨¦dicas, la frecuencia con la que se hacen revisiones.
Porroche echa en falta ¡°mayor ¨¦nfasis en denunciar el rol de los determinantes sociales de la salud en la incidencia¡±, pero celebra que estudios como este se centren en la intersecci¨®n entre poder, c¨¢ncer y mujeres, un debate que, cree, no se ha terminado de abordar en ambientes biom¨¦dicos. ¡°El patriarcado domina la investigaci¨®n y la formulaci¨®n de pol¨ªticas para el c¨¢ncer¡±, asegura. ¡°Los puestos de liderazgo est¨¢n dominados por hombres y por el pensamiento masculino, esto se aplica a la gesti¨®n de los servicios de salud como de los equipos de investigaci¨®n, comit¨¦s encargados de subvencionar investigaci¨®n y editar las revistas cient¨ªficas¡±, lamenta.
La doctora ?lez es menos cr¨ªtica. ¡°Por su suerte, al menos en nuestro contexto [el espa?ol], tenemos una sanidad que se intenta hacer siempre lo mejor para el paciente, que se trabaja en nivel de evidencia, y se aplica el mejor tratamiento posible al paciente¡±, se?ala. ¡°Pero hay que entender de qu¨¦ manera abordamos esto, se tiene que cambiar incluso la manera en la que hablamos¡±. ?lez engloba adem¨¢s estas conclusiones en la necesidad de individualizar el tratamiento de los pacientes, ¡°la manera de abordar el c¨¢ncer es muy distinta seg¨²n c¨®mo sea el paciente, seg¨²n sea hombre o mujer, personas j¨®venes o mayores¡±. En resumen, hay que ir hacia un tratamiento individualizado y espec¨ªfico.
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