As¨ª funciona la (no) vacuna que promete acabar con la epidemia de los beb¨¦s, la bronquiolitis
El nuevo f¨¢rmaco contra el virus sincitial respiratorio, Beyfortus, ya se ha comenzado a aplicar a los neonatos para reducir el pico de hospitalizaciones de cada invierno
M¨¢s de 157.000 beb¨¦s en Espa?a recibir¨¢n un pinchazo extra este a?o. Son todos los menores de seis meses, m¨¢s los grupos infantiles de riesgo. Ellos son la diana del virus sincitial respiratorio (VSR), principal desencadenante de la bronquiolitis. Desde el pasado 2 de octubre, se est¨¢ administrando a los menores una ¨²nica inyecci¨®n de Beyfortus (con un principio activo llamado nirsevimab), el f¨¢rmaco que puede marcar un punto de inflexi¨®n en la lucha contra el ...
M¨¢s de 157.000 beb¨¦s en Espa?a recibir¨¢n un pinchazo extra este a?o. Son todos los menores de seis meses, m¨¢s los grupos infantiles de riesgo. Ellos son la diana del virus sincitial respiratorio (VSR), principal desencadenante de la bronquiolitis. Desde el pasado 2 de octubre, se est¨¢ administrando a los menores una ¨²nica inyecci¨®n de Beyfortus (con un principio activo llamado nirsevimab), el f¨¢rmaco que puede marcar un punto de inflexi¨®n en la lucha contra el virus.
¡°Pero no es una vacuna¡±, matiza la vir¨®loga Margarita del Val. El nuevo medicamento ¡°es una inyecci¨®n de anticuerpos de alt¨ªsima calidad que duran unos cinco meses¡±. Pasado ese tiempo, el cuerpo vuelve a perder la capacidad de luchar contra el virus, pero para entonces habr¨¢ pasado el pico de contagio y la edad m¨¢s cr¨ªtica.
El VSR afecta, sobre todo, a los menores de un a?o y los cuadros m¨¢s graves (los que terminan en la UCI) suelen producirse en los que tienen menos de tres meses de vida. Este pinchazo les ofrecer¨ªa cobertura inmunitaria en ese tiempo, dando margen ¡°a que el sistema del ni?o madure y pueda crear sus propios anticuerpos¡±, se?ala del Val.
Casi todos los ni?os menores de dos a?os se infectar¨¢n en alg¨²n momento del VSR. La mayor¨ªa lo pasar¨¢ sin apenas notarlo, pero una cuarta parte desarrollar¨¢ bronquiolitis, una infecci¨®n de los bronquiolos. El 14% ser¨¢n atendidos m¨¦dicamente, y el 2,5% del total acabar¨¢n hospitalizados. Al menos, eso es lo que pasaba hasta ahora.
El Beyfortus ha demostrado en los ensayos cl¨ªnicos que puede ser una herramienta eficaz contra el virus. ¡°No va a impedir el 100% de las infecciones¡±, advierte Pedro Gorrotxategi, vicepresidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa de Atenci¨®n Primaria. Pero en ensayos cl¨ªnicos ha demostrado una reducci¨®n del 80% de las hospitalizaciones. Adem¨¢s, el f¨¢rmaco evita cuatro de cada cinco actos m¨¦dicos ¡ªconsultas de atenci¨®n primaria, hospitalizaciones, etc.¡ª que provoca el VRS en los menores de un a?o. ¡°Al no existir un tratamiento espec¨ªfico para la bronquiolitis, este chute de anticuerpos es la mejor opci¨®n¡±, se?ala.
Ni coronavirus, ni gripe, esta es la verdadera epidemia de los beb¨¦s. Es la segunda causa de muerte en el mundo en menores de un a?o, solo superada por la malaria. La existencia de este nuevo f¨¢rmaco podr¨ªa cambiar las cosas, aunque solo en los pa¨ªses ricos (es un tratamiento costoso) donde se va a reducir la congesti¨®n hospitalaria que se vivi¨® el a?o pasado. Pero, ?qu¨¦ contiene y c¨®mo funciona el nuevo f¨¢rmaco?
La llave de la enfermedad y c¨®mo bloquearla
Para explicar c¨®mo act¨²an los anticuerpos monoclonales, antes hay que entender c¨®mo lo hacen los naturales. Los anticuerpos se producen de forma natural en nuestro organismo para combatir infecciones provocadas por bacterias y virus. Lo hacen adhiri¨¦ndose a estos e impidiendo que penetren en las c¨¦lulas.
El virus est¨¢ cubierto de unas protuberancias que se llaman ant¨ªgenos. Estos tienen una forma diferente y ¨²nica en cada virus. Funcionan como llaves que abren la puerta al interior de las c¨¦lulas. Pero esta llave, clave para la infecci¨®n, es tambi¨¦n determinante para la protecci¨®n.
Los anticuerpos son como candados hechos a medida que se encajan en las llaves, inutiliz¨¢ndolas. ¡°As¨ª, el virus no tiene manera de entrar en las c¨¦lulas, y, por lo tanto, no se puede multiplicar, no puede saltar a c¨¦lulas vecinas y no podemos contagiar a otras personas¡±, explica del Val.
Nuestro cuerpo puede aprender a fabricar sus propios anticuerpos al entrar en contacto con el virus por primera vez. O podemos ayudarle a hacerlo con las vacunas. Las vacunas convencionales inyectan virus completos atenuados ¡ªsarampi¨®n¡ª, desactivados ¡ªgripe¡ª o fragmentados para provocar la formaci¨®n de anticuerpos naturales. Contienen partes de los ant¨ªgenos para ense?ar al sistema inmunol¨®gico a crear anticuerpos espec¨ªficos con su forma.
El organismo de los reci¨¦n nacidos no tiene anticuerpos. Por eso se les administran una serie de vacunas cuando han cumplido seis meses. Pero hay otra forma de defenderse de una enfermedad que no pasa por fabricar nuestros propios anticuerpos, sino por producirlos en un laboratorio e inyectarlos.
Un anticuerpo fabricado en laboratorio
En 1975, los cient¨ªficos Cesar Milstein y George K?hler desarrollaron un m¨¦todo para combinar una c¨¦lula tumoral con un gl¨®bulo blanco productor de anticuerpos. El resultado fue una c¨¦lula Frankenstein, resistente y desbocada como un c¨¢ncer; capaz de generar prote¨ªnas defensivas sin parar. Una f¨¢brica de anticuerpos. En 1984 ganaron por ello el Nobel de Medicina. Fue el inicio de los anticuerpos monoclonales. Estos se usan especialmente en la lucha contra el c¨¢ncer, pero tambi¨¦n han servido para mitigar los efectos del ¨¦bola, la covid o algunas enfermedades autoinmunes. Cuando publicaron su descubrimiento, los autores dijeron que pod¨ªa tener ¡°cierta importancia comercial¡±. En 2019, siete de los 10 medicamentos m¨¢s vendidos en el mundo utilizaban esta tecnolog¨ªa.
Beyfortus pertenece a este grupo de medicamentos. Ha sido desarrollado por las farmac¨¦uticas Sanofi y AstraZeneca. Este f¨¢rmaco detecta y se une a un ant¨ªgeno, denominado ¡°prote¨ªna F¡±, presente en la superficie del VRS. De esta forma, impide al virus entrar en las c¨¦lulas del organismo, especialmente en las de los pulmones.
La mayor¨ªa de anticuerpos monoclonales se producen infectando a un rat¨®n con el virus. Pero en algunos casos el cuerpo del paciente lo rechaza, as¨ª que se tienen que humanizar estas prote¨ªnas. As¨ª, existen principalmente cuatro tipos de anticuerpos monoclonales: Murino (100% de rat¨®n), quim¨¦rico (75% humano, 25% rat¨®n), humanizado (m¨¢s del 90 % humano), y completamente humano (100% humano). El Beyfortus es quim¨¦rico.
Ya hab¨ªa un anticuerpo monoclonal para el VSR, el palivizumab, pero apenas duraba un mes. Por eso solo se aplicaba a neonatos prematuros o a aquellos que ten¨ªan problemas respiratorios o card¨ªacos graves. El Beyfortus, al tener una duraci¨®n mayor, es m¨¢s adecuado. ¡°Estos cinco meses cubren todo el periodo en el que hay incidencia de bronquiolitis, que va de octubre a febrero o marzo¡±, se?ala el doctor Gorrotxategi. Por eso hay que ajustar el momento en el que los lactantes reciben el f¨¢rmaco a la temporada en la que el virus circula con mayor intensidad.
Las vacunas que vienen
Este tratamiento con anticuerpos monoclonales puede ser un parche (uno muy efectivo) hasta que llegue la vacuna que ense?e al sistema humano a fabricar sus propios anticuerpos. Y ese momento est¨¢ bastante cerca.
Hay dos vacunas que han demostrado su eficacia en ensayos cl¨ªnicos. La primera se llama Abrysvo, que est¨¢ pensada para los mayores de 65 a?os y ya ha sido aprobada en Estados Unidos. La segunda est¨¢ siendo desarrollada por Moderna. Se basa en el ARN mensajero, tecnolog¨ªa que acaba de granjear a sus descubridores el Nobel, y que ya se us¨®, por ejemplo, para las vacunas de la covid. Lo m¨¢s positivo es que esta vacuna se podr¨ªa pinchar a las mujeres embarazadas, que transmitir¨ªan la protecci¨®n a sus fetos. As¨ª, los beb¨¦s estar¨ªan protegidos contra este virus incluso antes de nacer.
Fuentes
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