Anna Freixas, psic¨®loga: ¡°Hay un p¨¢nico cultural a la menopausia que se transmite a las mujeres¡±
Esta profesora universitaria jubilada reedita un libro donde carga contra la concepci¨®n de esta etapa vital como una enfermedad y desmonta estigmas y tab¨²es
Hay vida m¨¢s all¨¢ de la menopausia. Y ¡°buena vida¡±, conviene la psic¨®loga feminista Anna Freixas (Barcelona, 77 a?os). La pensadora, catedr¨¢tica de Psicolog¨ªa ya jubilada, acaba de actualizar, 17 a?os despu¨¦s de su publicaci¨®n (en Paid¨®s), el libro Nuestra Menopausia, una versi¨®n no oficial (Capit¨¢n Swing, 2024), donde fija su mirada cr¨ªtica sobre la percepci¨®n sociocultural de esta etapa de la vida y desmonta mitos, estigmas y tab¨²es.
Contundente, Freixas carga contra la concepci¨®n de esta etapa vital como una...
Hay vida m¨¢s all¨¢ de la menopausia. Y ¡°buena vida¡±, conviene la psic¨®loga feminista Anna Freixas (Barcelona, 77 a?os). La pensadora, catedr¨¢tica de Psicolog¨ªa ya jubilada, acaba de actualizar, 17 a?os despu¨¦s de su publicaci¨®n (en Paid¨®s), el libro Nuestra Menopausia, una versi¨®n no oficial (Capit¨¢n Swing, 2024), donde fija su mirada cr¨ªtica sobre la percepci¨®n sociocultural de esta etapa de la vida y desmonta mitos, estigmas y tab¨²es.
Contundente, Freixas carga contra la concepci¨®n de esta etapa vital como una enfermedad y critica duramente la terapia hormonal, unos f¨¢rmacos que llevan d¨¦cadas rodeados de controversia porque, primero, se recomendaron masivamente a todas las mujeres y, a principios de siglo, se descubri¨® que aumentaba el riesgo de algunas enfermedades. Hoy, en Espa?a, las gu¨ªas cl¨ªnicas acotan su uso a un perfil concreto de mujeres y con s¨ªntomas vasomotores graves, pero Freixas mantiene sus recelos. La psic¨®loga, que se define como ¡°una curiosona, una pensadora incordiante sobre el ciclo vital de las mujeres¡±, resalta la necesidad de ¡°hablar¡± de la menopausia, sea en pasado, presente o futuro.
Pregunta. Este libro es una actualizaci¨®n de uno publicado en 2007. ?Ha cambiado mucho la cosa desde entonces?
Respuesta. No ha cambiado tanto. La esencia del tema sigue siendo la misma: hay un p¨¢nico cultural que se transmite a las mujeres. Y este p¨¢nico cultural es la madre de todas las pol¨¦micas y de todo el temor con que las chicas se acercan a la menopausia.
P. ?Un p¨¢nico cultural a la menopausia o a lo que esperas de ella?
R. S¨ª. Es un p¨¢nico cultural a lo que te cuentan acerca de un proceso que es natural y vital. Es muy dif¨ªcil ser joven y acercarse a la menopausia con seguridad, tranquilidad y con una visi¨®n relajada de un proceso natural, como lo fue la menarquia [primer sangrado menstrual].
P. ?C¨®mo se ha construido este p¨¢nico?
R. Viene de lejos. Ha habido culturalmente una definici¨®n de las mujeres como seres para la reproducci¨®n, un ¨²tero con patas. Lo que pasa es que esa definici¨®n ahora no nos sirve. En nuestra cultura, las mujeres no tienen hijos o tienen muy pocos y nuestro sentido de la vida no es la reproducci¨®n. Adem¨¢s, vivimos muchos a?os m¨¢s: a los 50 tenemos la menopausia y nos morimos a los 90. Estos 40 a?os, de los 50 a los 90, son casi m¨¢s significativos que los 40 anteriores, no podemos pensar que la mitad de nuestra vida es una vida sin sentido.
P. ?La menopausia sigue siendo un tab¨²?
R. Entre un libro y el otro, creo que en esto s¨ª hemos avanzado. De la misma manera que tambi¨¦n se habla de la regla, ahora tambi¨¦n la menopausia empieza a ser un tema de conversaci¨®n. Las mujeres hemos adquirido una mayor libertad, m¨¢s seguridad y un menor p¨¢nico. El tab¨² se sustenta sobre el miedo a la exclusi¨®n: el miedo a que, a partir de la menopausia, empieces a dejar de ser elegible sexualmente, a dejar de ser atractiva, a perder posiciones en el mercado laboral¡
Es muy dif¨ªcil ser joven y acercarse a la menopausia con tranquilidad¡±
P. Dice en el libro que el lenguaje no es inocente. Propone hablar de signos en lugar de s¨ªntomas. ?Por qu¨¦?
R. Un s¨ªntoma indica enfermedad. Los sofocos no son un s¨ªntoma de la menopausia; son un signo, una se?al. Cuando confundimos signo y s¨ªntoma, estamos dando la raz¨®n a quienes consideran que la menopausia es una enfermedad de carencia de hormonas: no es una enfermedad, es un proceso natural. No puede ser que el fin del ciclo reproductivo sea lo m¨¢s importante que pasa en nuestra vida.
P. Otra frase suya: ¡°No estamos enfermas, sino heridas por la estigmatizaci¨®n social de esta transici¨®n¡±. ?C¨®mo se curan esas heridas?
R. Es muy importante hablar: con nuestras madres, con nuestras amigas, con nuestras hermanas¡ Hablar y leer. Y darte cuenta de que para muchas mujeres la menopausia no significa nada. Y muchas te dir¨¢n: ¡°Me siento m¨¢s libre, mejor, menos vulnerable emocionalmente, m¨¢s due?a de m¨ª misma, con mucha m¨¢s energ¨ªa¡±.
P. ?Se achacan a la menopausia signos que no corresponden directamente con este proceso biol¨®gico?
R. Por supuesto. Hay corrientes en la ginecolog¨ªa que dicen que hay hasta 80 signos que pueden atribuirse a la menopausia. ?Por favor! ?Eso qu¨¦ quiere decir? ?Que se te caiga una pesta?a es un signo de que te faltan los estr¨®genos? Como dice Carmen S¨¢ez Buenaventura: la menopausia, como una bella capa, todo lo tapa.
P. Pero hay cuadros vasomotores, como los sofocos o los calores nocturnos, que tienen una explicaci¨®n fisiol¨®gica vinculada a este descenso hormonal. Y hay mujeres que los sufren, son reales, no es una somatizaci¨®n por el contexto sociocultural.
R. Evidentemente. Esos signos son reales, pero afectan a un porcentaje peque?o de mujeres, lo cual no quiere decir que no sean importantes. Hay muchas mujeres que no tienen ni un solo sofoco y hay otras mujeres que tiene muchos y muy importantes. Evidentemente, los sofocos son reales y son muy molestos, pero tienen un tiempo, se van. Y no solamente se deben a los estr¨®genos: tambi¨¦n se deben al estr¨¦s, a la calidad y al tipo de vida que llevamos. Es una cuesti¨®n de hormonas estimulada por una coyuntura vital.
P. Compara la concepci¨®n de la menopausia y la regla, en tanto que la regla est¨¢ socialmente bien vista porque implica el ¡°hacerse mujer¡± y la menopausia, todo lo contrario. Pero tambi¨¦n la menstruaci¨®n tiene connotaciones negativas, como suponer que una chica que est¨¢ menstruando cuando est¨¢ de mal humor, por ejemplo.
R. Es que las mujeres tenemos siempre un flanco al descubierto. Culturalmente, se nos ha atacado por nuestra biolog¨ªa, por tener la regla, por no tenerla¡ El patriarcado ha utilizado eso para desacreditar a las mujeres. Esa lucidez de las mujeres a lo largo de la vida, que est¨¢ enraizada en nuestro ser mujer, en nuestra l¨®gica que tienen que ver con la esencia de la creaci¨®n de la vida, es insoportable para la sociedad y hay que atacarla.
P. ?La menopausia est¨¢ patologizada?
R. S¨ª, totalmente. Pero tambi¨¦n creo que, en los ¨²ltimos 20 a?os, empieza a haber ya el orgullo menop¨¢usico. Es decir, mujeres que pisan fuerte y dicen: ¡°S¨ª, estoy feliz desde que tengo la menopausia, me siento mejor¡±.
P. Usted es muy cr¨ªtica con la terapia hormonal. Pero, actualmente, en Espa?a, su uso est¨¢ muy acotado a casos muy concretos. ?Qu¨¦ opina?
R. Lo que t¨² dices es perfecto: acotado por esto, por esto y por esto. Pero me temo que no se produce as¨ª. ?Y por qu¨¦ lo digo? Porque escucho a ginec¨®logas j¨®venes hablar de los 80 s¨ªntomas y de que la terapia hormonal no es la de antes, que es preventiva¡ Y me cuesta creerlo. Yo estoy de acuerdo en que en algunos casos puede ser necesario, yo no soy m¨¦dica ni lo quiero ser, pero me temo que no existe esta reflexi¨®n tan clara.
Cuando te quieren asustar, te avisan de que la menopausia es el principio del fin¡±
P. Hay ginec¨®logos que plantean que en Espa?a hay cierta ¡°hormonofobia¡±.
R. No es hormonofobia, es que en Espa?a hay mujeres l¨²cidas que no se tragan lo que ellos han tratado de hacernos. Es que tendr¨ªan que estar pidiendo perd¨®n por los abusos que se han hecho y por la cantidad de mentiras y temores que se han transmitido. Lo que m¨¢s me preocupa es el temor que, durante a?os, albergan las mujeres j¨®venes en sus cuerpos y que les hace llegar a la menopausia llenas de p¨¢nico. Eso es muy grave.
P. Igual que fue un error hacernos creer que la regla ten¨ªa que doler s¨ª o s¨ª y eso enmascar¨® casos de endometriosis no diagnosticados, por ejemplo, ?normalizar alguno de esos 80 signos que comentaba como parte del proceso vital que se est¨¢ viviendo no podr¨ªa esconder tambi¨¦n alg¨²n cuadro patol¨®gico?
R. Los signos que se asocian realmente son los sofocos, la sequedad vaginal, que tiene mucho que ver tambi¨¦n con el deseo; y la disminuci¨®n del inter¨¦s sexual en algunas personas, que tiene que ver tambi¨¦n con la situaci¨®n de la relaci¨®n. Poco m¨¢s. Hay una serie de exploraciones ginecol¨®gicas que se hacen habitualmente y que tienen como objetivo descartar que haya otro tipo de problemas.
P. Usted habla de la ¡°industria menop¨¢usica¡±. ?Qui¨¦nes son?
R. Son todo el conjunto de fuerzas econ¨®micas que nos inducen a consumir determinados productos con el fin de evitar algo que todav¨ªa no se ha producido o una molestia que puede que nunca llegue a existir. Y que tambi¨¦n nos inducen al temor y al miedo, que definen la menopausia como una enfermedad, que prometen lo que no puede dar, que nos enferman y que nos arruinan.
Culturalmente, ha habido una definici¨®n de la mujer como un ¨²tero con patas¡±
P. ?Cu¨¢les son los mayores miedos que tienen las mujeres alrededor de la menopausia?
R. La exclusi¨®n. La exclusi¨®n laboral, sexual, afectiva¡ Cuando te quieren asustar, te avisan de que la menopausia es el principio del fin. ?C¨®mo puede ser el principio del fin cuando estamos en el principio de la nueva vida? Estamos en los 50, vamos a vivir 40 a?os m¨¢s de vida significativa.
P. Usted destaca en positivo las posibilidades a partir de este proceso vital, pero cada menopausia es un mundo y cada mujer la vive diferente. ?Una excesiva euforia sobre lo que puede dar de s¨ª esta etapa de la vida puede desvirtuar esta realidad diversa?
R. La menopausia es un momento en el largo ciclo vital. No creo que sea algo a lo que haya que dar una importancia tr¨¢gica. Es un proceso en el ciclo vital que, para algunas mujeres, otorgan unos significados y otras tienen algunas dificultades.
Puedes seguir a EL PA?S Salud y Bienestar en Facebook, X e Instagram.