Una nueva t¨¦cnica abre la puerta a la edici¨®n a gran escala del ADN para curar enfermedades
La herramienta ofrece la posibilidad de modificar regiones mayores del genoma con menor riesgo de efectos secundarios, pero por el momento solo se ha probado en bacterias
La edici¨®n gen¨¦tica permite reescribir el genoma de una persona para corregir errores que producen enfermedades. Es lo que se ha logrado con la anemia falciforme, una dolencia provocada por una mutaci¨®n que hace que los gl¨®bulos rojos tengan forma de hoz en lugar de la redonda habitual. Esa deformaci¨®n impide que circulen bien por los vasos sangu¨ªneos, provocando fuertes dolores y muerte prematura. En diciembre de 2023, EE UU aprob¨® el primer tratamiento para esta enfermedad hereditaria realizado con el sistema de edici¨®n CRISPR. Esas tijeras moleculares permiten sustituir el gen defectuoso que produce la hemoglobina, la prote¨ªna que transporta el ox¨ªgeno en la sangre, por uno que funciona correctamente.
Esta tecnolog¨ªa ya tiene aplicaciones, desde las enfermedades gen¨¦ticas hereditarias a la inmunoterapia del c¨¢ncer, pero presenta algunos problemas de precisi¨®n, como el corte de secuencias no deseadas, parecidas al objetivo que se quiere eliminar, o la liberaci¨®n de trozos de ADN cortados que produzcan una respuesta inmune da?ina para el paciente o inestabilidad gen¨®mica. Este mi¨¦rcoles, la revista Nature publica dos art¨ªculos en los que se describe un nuevo mecanismo de edici¨®n gen¨¦tica potencialmente m¨¢s preciso y con la capacidad para introducir largas secuencias de ADN en lugares espec¨ªficos del genoma.
Los investigadores han utilizado la capacidad de lo que se conoce como genes saltarines (o elementos gen¨¦ticos transponibles), elementos m¨®viles que pueden ir a distintas partes del genoma de la c¨¦lula o incluso de otros microorganismos y desempe?an un papel esencial en la evoluci¨®n y la adaptaci¨®n de los seres vivos. Para sus saltos por el genoma, estos elementos se sirven de unas enzimas, las recombinasas, que construyen un puente de ARN entre el ADN de origen y el del lugar donde se va a insertar.
Seg¨²n explican los autores, de varias instituciones acad¨¦micas y universidades que incluyen las de Berkeley y Stanford (EE UU) y la de Tokio (Jap¨®n), estos puentes son reprogramables y sirven para elegir el lugar espec¨ªfico en el que se pretende insertar el trozo de ADN deseado. Esta versatilidad permitir¨ªa, por ejemplo, llevar una copia funcional de un gen para sustituir uno defectuoso que est¨¦ causando una enfermedad, como sucede en el caso de la anemia falciforme. En uno de los trabajos, los autores fueron capaces de llevar un gen a una regi¨®n del genoma de la bacteria Escherichia Coli con una precisi¨®n del 94% y con una eficiencia de inserci¨®n del 60%.
Utilizando este mecanismo, un equipo liderado por Patrick Hsu, del Arc Institute, en Palo Alto (EE UU), demostr¨® que las recombinasas se pod¨ªan programar para invertir, cortar o insertar secuencias de ADN personalizadas en regiones espec¨ªficas del genoma de la E. coli, el modelo elegido para probar la t¨¦cnica. Adem¨¢s, los investigadores identificaron otros puentes de ARN en otros elementos transponibles, algo que sugiere que existen varias enzimas que ser¨ªan ¨²tiles como herramientas de edici¨®n gen¨¦tica.
Hsu explica que los puentes de ARN ¡°ofrecen la capacidad ¨²nica de reconocer y manipular simult¨¢neamente dos secuencias de ADN para la inserci¨®n, escisi¨®n o inversi¨®n en un solo paso, abriendo nuevas posibilidades que no son f¨¢cilmente alcanzables con los sistemas CRISPR actuales¡±. ¡°CRISPR requiere la reparaci¨®n del ADN celular despu¨¦s de hacer un corte, mientras que la ¡°edici¨®n de puente¡± puede realizar la recombinaci¨®n de ADN sin necesitar los mecanismos de reparaci¨®n del ADN celular¡±, contin¨²a el investigador, de la Universidad de California en Berkeley. ¡°Esto podr¨ªa llevar potencialmente a resultados de edici¨®n gen¨¦tica m¨¢s seguros, porque los cortes de CRISPR pueden provocar grandes eliminaciones o translocaciones no deseadas en el sitio de corte¡±, concluye.
Llu¨ªs Montoliu, investigador del Centro Nacional de Biotecnolog¨ªa del CSIC que no ha participado en el estudio, coincide en la utilidad que puede tener la nueva t¨¦cnica para ir m¨¢s all¨¢ del CRISPR y modificar regiones mayores del genoma de forma m¨¢s segura, algo que incrementa el potencial terap¨¦utico. ¡°El laboratorio de Hsu describe un nuevo sistema de modificaci¨®n gen¨¦tica de ADN que permite solventar las carencias de los sistemas CRISPR-Cas, muy ¨²tiles para inactivar genes por mutaci¨®n o para cambiar o insertar/delecionar pocos nucle¨®tidos (letras) del genoma pero netamente ineficaces para sustentar, a nivel cl¨ªnico, la inserci¨®n, deleci¨®n o inversi¨®n de grandes secuencias de ADN, que suelen estar presentes, como alteraciones cromos¨®micas, en muchas enfermedades de origen gen¨¦tico¡±, indica.
Como limitaciones, Montoliu apunta a que el sistema a¨²n est¨¢ ¡°asociado a modificaciones en otros lugares parecidos del genoma y con una eficacia variable, entre un 5% y un 99%, con un rango muy amplio de respuesta¡±, aunque cree que ¡°seguramente mejorar¨¢ con la optimizaci¨®n futura del sistema¡±. Adem¨¢s, recuerda que ¡°los experimentos solamente se reportan en bacterias y no sabemos si va a funcionar en c¨¦lulas de mam¨ªferos¡±.
Puedes seguir a EL PA?S Salud y Bienestar en Facebook, X e Instagram.