?Por qu¨¦ me duele el est¨®mago cuando tengo nervios o estr¨¦s?
Cada vez hay m¨¢s estudios sobre eventos que acaban provocando trastornos intestinales
Si te pones a pensar, no solo es el est¨®mago lo que nos duele cuando estamos nerviosos, nos puede doler el pecho, podemos perder el apetito, tener ansiedad o hambre compulsiva.
La respuesta simple y m¨¢s cient¨ªficamente exacta a tu pregunta es que al estar nerviosos, nuestro organismo produce una serie de neurotransmisores y hormonas, como cortisol o adrenalina, que son detectados por receptores que tenemos en el intestino y el sistema gastrointestinal responde. Y responde de forma distinta en cada persona. Hay a quien no le duele la barriga cuando est¨¢ nervioso, hay a quien s¨ª le duele, hay personas que tienen ganas de vomitar o hay quien tiene diarrea porque se produce un aumento de la motilidad intestinal.
La clave de todo esto es que el sistema gastrointestinal tiene un sistema nervioso muy sofisticado, de hecho, se le llama el ¡°segundo cerebro¡±. El sistema nervioso humano consta de: el sistema nervioso central, formado por el cerebro y la m¨¦dula; el sistema nervioso ent¨¦rico que es el que encontramos en el intestino y el sistema nervioso aut¨®nomo, encargado de comunicarlos. El sistema nervioso ent¨¦rico est¨¢ formado por dos capas finas de neuronas en las paredes de todo el tubo intestinal. Tiene unas 100.000 neuronas que son, por ejemplo, la misma cantidad que hay en la m¨¦dula espinal, o sea que es muy grande. Y estas neuronas est¨¢n conectadas no solo entre ellas sino con el resto del cuerpo, pero principalmente con el sistema nervioso central que es lo que se denomina el eje cerebro-intestino.
Lo que hay que recordar es que, al final, todo est¨¢ conectado. No podemos entender cada parte del cuerpo aisl¨¢ndola de las dem¨¢s porque lo que nos hace organismos vivos es el hecho de que est¨¦n conectadas. Desde hace unos a?os, al sistema nervioso ent¨¦rico cuya funci¨®n principal es regular la digesti¨®n, la absorci¨®n de nutrientes o la motilidad intestinal, se le ha visto esta asociaci¨®n con el cerebro. Hasta ahora, se hab¨ªa demostrado que ciertos estados de ansiedad o ciertos traumas muy importantes en la vida de las personas provocan una respuesta patol¨®gica en el sistema gastrointestinal. Por ejemplo, se ha observado cierta tendencia al desarrollo de enfermedades digestivas funcionales como el s¨ªndrome del intestino irritable en personas que han sufrido eventos traum¨¢ticos a lo largo de su vida, como por ejemplo haber participado en guerras o haber sido v¨ªctima de abusos (Impact of psychological stress on irritable bowel syndrome, Hong-Yan Qin)
Pero es muy interesante saber que tambi¨¦n sucede al rev¨¦s: muchas enfermedades o desequilibrios intestinales acaban desestabilizando este eje y provocan alteraciones mentales. Se ha visto que el eje cerebro-intestino es bidireccional, puedes llegar a tener depresiones o episodios de ansiedad, etc, simplemente por tener una alteraci¨®n intestinal.
Y aqu¨ª entra otro factor que es el microbiota intestinal, que juega un papel vital en mantener una funci¨®n intestinal adecuada. Cuando no est¨¢ bien equilibrada exacerba much¨ªsimo esta disrupci¨®n del eje cerebro-intestino. Cada vez hay m¨¢s estudios sobre eventos que acaban provocando trastornos intestinales. Y no son solo situaciones emocionales de impacto sino tambi¨¦n, por ejemplo, la toma de antibi¨®ticos, la mala alimentaci¨®n, una gastroenteritis, es decir, situaciones que pueden alterar la flora intestinal y el equilibrio digestivo, y es ese trastorno intestinal el que secundariamente puede estar relacionado con la aparici¨®n de una enfermedad mental (Siente lo que comes, Amanda Rodr¨ªguez-Urrutia). Como apunta la doctora Rodr¨ªguez-Urrutia en su reciente publicaci¨®n, ¡°esto es solo la punta del iceberg del mundo de las conexiones cerebro-intestinales. Todo en el cuerpo est¨¢ conectado, y el entorno con nosotros¡±. Es importante dar un paso m¨¢s en el conocimiento de su cuerpo, entender que la salud es un concepto global en donde cada uno de nosotros debe procurar su grano de arena a diario para obtenerla. Quiz¨¢s no sea tarea f¨¢cil, pero vale la pena.
Marina Fortea Guillam¨®n es doctora en Bioqu¨ªmica, Biolog¨ªa Molecular y Biomedicina e investigadora en el sistema nervioso del aparato digestivo en la Leuven University (B¨¦lgica).
Pregunta enviada v¨ªa email por Paula Garc¨ªa
Coordinaci¨®n y redacci¨®n: Victoria Toro
Nosotras respondemos es un consultorio cient¨ªfico semanal, patrocinado por la Fundaci¨®n Dr. Antoni Esteve y el programa L¡¯Or¨¦al-Unesco ¡®For Women in Science¡¯, que contesta a las dudas de los lectores sobre ciencia y tecnolog¨ªa. Son cient¨ªficas y tecn¨®logas, socias de AMIT (Asociaci¨®n de Mujeres Investigadoras y Tecn¨®logas), las que responden a esas dudas. Env¨ªa tus preguntas a nosotrasrespondemos@gmail.com o por Twitter #nosotrasrespondemos.
Los consejos de este consultorio son de car¨¢cter general y no sustituyen la consulta m¨¦dica. Si tiene dudas sobre su problema concreto, dir¨ªjase a su m¨¦dico o farmac¨¦utico.
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