?C¨®mo compran ropa las espa?olas?
Nuestro pa¨ªs compra m¨¢s moda, pero no de la misma manera. Hoy prima ahorrar tiempo y dinero
En 2011, un mes antes de la publicaci¨®n del primer n¨²mero de esta revista (el 24 de septiembre), S Moda organiz¨® una encuesta a trav¨¦s de la web de EL PA?S para descubrir los h¨¢bitos reales de consumo de las espa?olas: en qu¨¦ piezas o complementos prefer¨ªan invertir, con qu¨¦ periodicidad iban de compras, en qu¨¦ tipo de tiendas sol¨ªan adquirir su ropa, cu¨¢les eran sus referentes de estilo o d¨®nde buscaban inspiraci¨®n para vestirse. Eran tiempos de austeridad ¨Cese a?o, en diciembre, la vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, anunci¨® una gran subida de impuestos y el mayor recorte de gasto p¨²blico de la democracia en una sola tacada¨C. Tocaba apretarse el cintur¨®n: el gasto medio por habitante en ropa se hab¨ªa reducido en un 22% entre 2007 y 2011, pasando de 564,4 euros a 440 euros, seg¨²n un estudio del mercado del Strategic Research Center de EAE Business School. Los resultados de aquel sondeo dejaban claro que las consumidoras en nuestro pa¨ªs apostaban por b¨¢sicos de fondo de armario, piezas de continuidad ¨Cque seguir¨ªan llevando en las siguientes temporadas¨C y accesorios de tendencia ¨Cpara marcar la diferencia¨C.
Han pasado cinco a?os desde entonces. Los medios econ¨®micos hablan hoy de un cambio en la tendencia: Espa?a vuelve a llenar el armario y, sobre todo, el zapatero. S Moda ha querido repetir la encuesta para descubrir c¨®mo ha cambiado la forma de adquirir moda en este lustro. ?La crisis ha dejado tras de s¨ª un nuevo modelo de consumo, menos impulsivo y m¨¢s pr¨¢ctico? ?La promesa de una moda m¨¢s activa ha desterrado definitivamente el traje sastre de nuestra lista de necesidades en favor de prendas m¨¢s informales? ?El ordenador es de verdad el gran escaparte global? ?Es Instagram la red m¨¢s influyente? M¨¢s de 1.700 mujeres han participado en este estudio. Sus respuestas son el mejor testimonio del consumo de moda hoy en Espa?a.
LA INDUSTRIA PISA EL ACELERADOR
?Compro m¨¢s ahora que antes. Primero porque tengo un mayor poder adquisitivo?, explica Sandra Ram¨ªrez (37 a?os, responsable de recursos humanos). Se cumple la ley que aboga por un incremento del salario para conseguir que el consumo interno registre un mayor dinamismo ¨Cuno de los caballos de batalla de la ¨²ltima campa?a de las generales¨C. ?Pero tambi¨¦n porque hoy las colecciones se renuevan constantemente y las prendas que llegan a las tiendas cambian cada dos semanas. No recuerdo que hubiera un ritmo tan fren¨¦tico hace cinco a?os. Es un gancho que, en mi caso, est¨¢ claro que funciona?, analiza Ram¨ªrez.
El modelo fast fashion de Inditex ha revolucionado la industria. El 67% de las compras se realizan en cadenas de este gigante de bajo de consumo, seg¨²n datos del estudio Fintonic 2016 El consumo de moda en Espa?a. Conscientes del ¨¦xito de esta estrategia, Mango anunci¨® en enero que romp¨ªa con el antiguo sistema de dos temporadas, dos desfiles y dos grandes cat¨¢logos. En su lugar, una nueva tendencia cada cuatro semanas, con su campa?a correspondiente, para multiplicar la repercusi¨®n en las redes. ?La elegida para hacer ruido con la primera colecci¨®n? Kendall Jenner, con m¨¢s de 48 millones de seguidores solo en Instagram. La foto que colg¨® paseando por las calles de Barcelona con un vestido de la firma catalana consigui¨® 1.7oo.000 ?me gusta?.
RACIONALIZAR (O NO ) EL IMPULSO?
Los zapatos siguen siendo la compra fetiche. Es el complemento que elige el 70% de las encuestadas y la pieza que utiliza la mayor¨ªa (31%) para reforzar su fondo de armario, por delante de bolsos (21%) y del cl¨¢sico traje sastre (3%). ?Una se?al inequ¨ªvoca de que el uniforme de oficina se relaja? Sin duda. ?Para m¨ª, es m¨¢s importante elegir bien la prenda exterior. Al fin y al cabo, es la que llevamos durante m¨¢s tiempo, el broche de nuestro look y nuestra carta de presentaci¨®n durante todo el invierno¡ y parte del resto del a?o?, opina Sonia de la Torre (38 a?os, dise?adora de interiores). ?De ah¨ª que sea necesario invertir en un modelo de calidad. Un abrigo de lana debe tener un buen corte si quieres que sobreviva m¨¢s de una temporada?, afirma. Ella se ha comprado en rebajas uno negro de Paul Smith por 400 euros.
Sin embargo, son los centros comerciales (y no las boutiques de dise?adores) los espacios que m¨¢s ventas registran. ?Es la opci¨®n m¨¢s r¨¢pida y c¨®moda, especialmente cuando tienes hijos, porque encuentras todo lo que necesitas sin tener que ir de un lado a otro?, resume Inma S¨¢nchez (42 a?os, auxiliar de cl¨ªnica). Las cifras del sector hablan por s¨ª solas: la afluencia a estas grandes superficies durante la primera semana de rebajas de enero se elev¨® un 2% respecto al mismo periodo de 2014, seg¨²n un informe de Footfall. Un movimiento alcista que se traduce en nuevas aperturas: la inversi¨®n en centros comerciales super¨® los 1.800 millones en Espa?a en 2015, seg¨²n el an¨¢lisis de Deloitte.
EL PROBADOR VIRTUAL
?Salir o no salir de casa para renovar el armario? He ah¨ª la cuesti¨®n que de verdad ha transformado los h¨¢bitos de las consumidoras, m¨¢s voraces y digitales que nunca. El comercio electr¨®nico bati¨® r¨¦cords en Espa?a el a?o pasado. Seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), el n¨²mero de consumidores de e-commerce de moda ha crecido un 31,19% en los ¨²ltimos 12 meses (la mayor subida del ¨²ltimo lustro). ?Compro mucho a trav¨¦s de aplicaciones del iPad, sobre todo zapatos, porque es infalible?, asegura Georgia Taglietti (50 a?os, jefa de Comunicaci¨®n del Festival S¨®nar). ?Con la llegada de la tienda online de Uniqlo a Espa?a (en 2014), hemos pensado hacer compras conjuntas en el despacho. De hecho, las chicas de la oficina tenemos un grupo de WhatsApp (que se llama Lookbook) en el que compartimos fechas de promociones digitales, direcciones de tiendas de Par¨ªs o Londres, y listas de la compra, para no coincidir, porque nos gusta lo mismo?, contin¨²a.
Mientras la burbuja de los blogs empieza poco a poco a desinflarse (del 29% en 2011 al 25% en 2016), cada vez son m¨¢s las que deciden cambiar una tarde de escaparates por 10 minutos frente a la pantalla del ordenador, la tableta o el m¨®vil (el 20% en 2016 frente a un escaso 12% en 2011). ?Aprovecho los ratos libres que tengo en casa o en el trabajo para echar un vistazo a las ¨²ltimas novedades?, coincide Ram¨ªrez. ?Si conozco la talla ¨Cporque es una marca que uso habitualmente¨C prefiero entrar en la web que ir a la tienda. Es m¨¢s c¨®modo, no necesitas desplazarte. Y si luego no me gusta, lo devuelvo y, en 24 horas, tengo el dinero de nuevo en mi cuenta. Es tan f¨¢cil que resulta enfermizo. Si eres impulsiva como yo, debes controlarte?, admite.
?Es una cuesti¨®n de comodidad?, analiza Cristina L¨®pez (40 a?os, dise?adora gr¨¢fica). ?En casa, te puedes probar cualquier prenda tranquilamente?, reflexiona, ?y sin compromiso¡ Solo tienes que buscar p¨¢ginas web con gastos de env¨ªo gratuitos y facilidades en la devoluci¨®n?. Pero hay otras ventajas: ?Las compras que recibes por correo salen directamente del almac¨¦n, de manera que est¨¢n intactas: nadie se las ha probado antes, ni tienen manchas de maquillaje¡?, a?ade.
OTRO PUNTO DE VISTA
?En Mallorca la oferta es limitada; Internet te abre la puerta a otras posibilidades como Urban Outfitters?, celebra Paula Forteza (36 a?os, profesora). Otra opci¨®n para escapar del gran imperio de bajo coste Inditex (sin arruinarse) es ?buscar en mercadillos y tiendas de segunda mano?, apunta. ?Sobre todo si te sientes m¨¢s atra¨ªda por la est¨¦tica de series como Twin Peaks que por el estilo anodino de it girls como Olivia Palermo?, argumenta.
Cuando se trata de buscar musas, referentes e inspiraci¨®n, el papel sigue ganando la batalla al p¨ªxel. ?He crecido viendo revistas. Entro en Internet, como todas; pero el fin de semana prefiero sentarme y disfrutar del placer de tener una publicaci¨®n entre mis manos?, cuenta Noelia Garc¨ªa (40 a?os, abogado). ?Algunos blogs me aburren bastante?, a?ade. ?Prefiero cazar ideas en la calle o hablando con amigas?, comenta Patricia S¨¢nchez (38 a?os, educadora social).
El precio es casi una obsesi¨®n. ?Quiz¨¢ gaste m¨¢s en un buen vaquero, porque quiero que se ajuste a mi silueta y el denim no ceda a los tres lavados; pero cuando toca comprar un capricho de tendencia, entonces busco alternativas lowcost?, explica Irene Ram¨ªrez (25 a?os, community manager). Muchas veces se trata de adaptar la elecci¨®n de la tienda al calendario: ?Puedes ir a Zara un par de veces al mes durante todo el a?o y dejarte tentar¡ Pero si necesitas algo m¨¢s concreto (y m¨¢s duradero) entonces prefiero aprovechar las campa?as de descuentos y promociones, salvo que tenga un compromiso, claro?, justifica Noelia Garc¨ªa (40 a?os, abogado). ?En ropa de marca, intento cazar gangas en outlets o rebajas?, coincide S¨¢nchez. ?O en segundas rebajas, cuando ya no hay nadie?, a?ade De la Torre. ?Eso s¨ª, tienes que ir sin un objetivo concreto. Que salgas con una maravilla (o no) es cuesti¨®n de suerte?.
AL ABRIGO DE LAS PIELES
La lana es la apuesta m¨¢s recurrente cuando se trata de envolver el cuerpo. Aunque empieza a vislumbrarse un movimiento a favor de las pieles entre las nuevas generaciones. ?Si tengo que elegir, me quedo con las aut¨¦nticas, pero debo reconocer que cada vez hay mejores alternativas sint¨¦ticas?, lanza Mar¨ªa Jos¨¦ Armada (24 a?os, estudiante de Derecho). ?Las versiones fake de peluche son m¨¢s econ¨®micas y te permiten seguir las tendencias sin dejar de lado el compromiso (y la conciencia) ¨¦tica?, zanja L¨®pez.
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