¡®Carmen y Lola¡¯ o el orgullo de ser mujer y gitana

?No hay una ¨²nica manera de ser gitano. ?Hay una ¨²nica manera de ser payo??. Cuando Alba Flores valor¨® la visi¨®n de su etnia en la cultura popular en el ¨²ltimo n¨²mero de S Moda, denunci¨® lo estereotipada que est¨¢ la mirada sobre este sector de la poblaci¨®n. ?Me aburre que las historias sobre gitanos siempre hagan hincapi¨¦ en lo mismo. Hay que avanzar en el relato?, demand¨®. Flores, que aclar¨® en la entrevista que a su personaje de Vis a Vis ha intentado transmitir una personalidad poli¨¦drica para traspasar la ?cuota de gitanidad de la c¨¢rcel?, acumula 3,3 millones de seguidores en Instagram y no estrictamente en base a una herencia de fama familiar. Desde hace un par de a?os ya sabe lo que es tener que esconderse en la zona VIP de un aeropuerto de Costa Rica porque una multitud de fans ha descubierto que Nairobi (el personaje de La Casa de Papel que ha disparado su fama a escala global) estaba en el recinto.

La visi¨®n de la c¨¦lebre int¨¦rprete no es un fen¨®meno aislado. Desde hace a?os, colectivos y asociaciones gitanas claman por una visi¨®n cultural que traspase estereotipos, especialmente este 2018, en el que Rosal¨ªa, sin ser gitana, ha invadido todas las listas internacionales de lo mejor del a?o en el plano musical con un encendido debate medi¨¢tico sobre la apropiaci¨®n cultural de lo cal¨¦ en su imaginario (?usa a los s¨ªmbolos gitanos como si fueran pesta?as postizas?, dijo la activista Noelia Cort¨¦s a Lorena G. Maldonado en?El Espa?ol). Con su pol¨¦mica visi¨®n sobre una historia de amor l¨¦sbico en un entorno marginal, las ocho nominaciones que se convirtieron en dos premios Goya de?Carmen y Lola?han puesto un broche cultural a una etapa en la que las mujeres gitanas capitalizaron buena parte del discurso de lo pop(ular) en Espa?a. El ¡®?D¨®nde est¨¢n mis gitanas?/Solo ellas saben lo que se cuece aqu¨ª? de Mala Rodr¨ªguez?como?himno en el a?o de la sororidad y reivindicaci¨®n feminista; la cordobesa Mar¨ªa Jos¨¦ Llergo copando el inter¨¦s de los medios generalistas y haciendo el cameo m¨¢s especial en el v¨ªdeo de presentaci¨®n del cartel del Primavera Sound o la confirmaci¨®n de artistas como la grana¨ªna Albany, que con su ?Vente a bailar conmigo mamita/sal de tu casa, deja la cocina/pa¡¯fregar ya est¨¢n los chorbos guapos?? ha saltado de YouTube a ese bar¨®metro de la cultura urbana que es El Bloque?o el cartel del Primavera Sound, son solo algunos de los ejemplos de artistas gitanas (o mestizas) que apuestan por un lenguaje art¨ªstico propio, alejado de formalismos o miradas trasnochadas.

Mientras la cr¨ªtica literaria ha visto una reivindicaci¨®n cultural que traspasa las fronteras de la novela negra en ese fen¨®meno Elena Ferrante versi¨®n espa?ola que ha sido?La novia gitana?(su autora, la misteriosa Carmen Mola utiliza seud¨®nimo y no concede entrevistas cara a cara), la televisi¨®n ha aglutinado buena parte de las cr¨ªticas por mofarse y caricaturizar al colectivo. Por un lado,?el hartazgo de la poblaci¨®n gitana sobre la visi¨®n reduccionista de los realities a lo?Los Gipsy Kings o las acusaciones de discurso racista en los chistes de Rober Bodegas en su stand up para?Comedy Central. En el a?o que el flamencot¨®n de Daviles de Novelda capitaliz¨® escuchas de YouTube (73 millones y subiendo) con llenazos en discotecas con los que so?ar¨ªa un buen pu?ado de artistas indies, ?qu¨¦ visi¨®n de la mujer gitana y del propio colectivo es la que ha calado en este 2018 de triunfo y orgullo gitano?

?Sin duda alguna este a?o no ha habido un cambio trascendental en la mochila que cargamos llena de estereotipos y prejuicios el pueblo gitano?, apuntan desde la Asociaci¨®n Gitanas Feministas por la Diversidad. La entidad valora que la poblaci¨®n gitana sigue siendo encasillada y sigue existiendo una carta blanca para retratarla sin ofrecerles voz en su discurso: ?Hay much¨ªsimos Bodegas, Paulas, Aranchas Echevarr¨ªa, Rosal¨ªas, etc. No pasa nada si hay apropiaci¨®n, si se ofende al pueblo, a su imagen o fomentan estereotipos, puesto que ya los tenemos, qu¨¦ m¨¢s da, todo est¨¢ permitido si se trata de gitanos. De hecho con sus frases, chistes, pel¨ªculas o canciones se hacen m¨¢s famosos y sus carreras m¨¢s ricas?, apuntan.

Pese a los clich¨¦s, la asociaci¨®n valora un esfuerzo incansable en su capacidad para denunciar este retrato social frente al payosplaining: ?Si consideramos que este 2018 hemos estado muy presentes es porque cada vez somos m¨¢s las que abiertamente expresamos la situaci¨®n de opresi¨®n y antigitanismo que vivimos diariamente en la instituciones p¨²blicas, privadas, centros de ocio y ongs progitanas dirigidas por hombres payos, cuyas acciones basadas en el racismo, dependencia, paternalismo, apropiaci¨®n, instrumentalizaci¨®n, sumisi¨®n y colonizaci¨®n son cada vez m¨¢s mas denunciadas? explican.

La labor educativa es clave: ?Entendemos que nuestros trabajo como pedagogas es continuo, y a veces muy cansino, pero es una labor imprescindible para combatir los estereotipos impulsados tambi¨¦n por la la R.A.E que nos sigue definiendo como trapaceros?.

?Este es el a?o del mundo gitano?, puntualiza, no obstante, sin rodeos por tel¨¦fono una plet¨®rica Arancha Echevarr¨ªa, directora de Carmen y Lola, el mismo d¨ªa que la Academia del Cine anuncia que su pel¨ªcula sobre la historia de amor entre dos mujeres gitanas consigui¨® 8 nominaciones a los premios Goya (entre ellas, dos a mejor actriz revelaci¨®n para las protagonistas, Rosy Rodr¨ªguez y Zaira Romero; mejor actor revelaci¨®n para Borja Moreno o mejor canci¨®n, Me vas a extra?ar, del artista gitano Paco de la Rosa). Carmen y Lola aporta una particular mirilla al mundo gitano en los Goya a la que se suma la doble nominaci¨®n de esa particular Boyhood de dos hermanos que es Entre dos aguas de Isaki Lacuesta.?Pese al reconocimiento de la cr¨ªtica, Echevarr¨ªa ha lidiado con la pol¨¦mica que surgi¨® cuando la asociaci¨®n de Gitanas Feministas por la Diversidad acus¨® a la directora de?¡°estigmatizar, criminalizar y estereotipar sobre el pueblo gitano??por haber realizado una cinta que destilaba ?machismo y homofobia? en la comunidad. La directora asegura que su cinta es, principalmente y sin hacer hincapi¨¦ en la etnia, un elogio a ?un primer amor vivido a escondidas en un entorno marginal? y?destaca que?su pel¨ªcula ha servido como trampol¨ªn art¨ªstico para algunos de sus int¨¦rpretes, que sin experiencia previa en la actuaci¨®n, han conseguido abrirse paso en el cine m¨¢s all¨¢ de personajes estereot¨ªpicos. ?Es algo de lo que me siento muy orgullosa, Zaira, Lola en la pel¨ªcula, ha pasado a interpretar a la nieta de Carmina Barrios en El Silencio del Pantano.?Borja Moreno, tambi¨¦n nominado, ha aparecido en Arde Madrid o La peste, con papeles muy alejados del que tiene en la pel¨ªcula. Zaira hace un a?o y medio era estetici¨¦n y Borja vigilante de seguridad, su vida ha cambiado totalmente y me ha encantado ser su hada madrina?, aclara. Echevarr¨ªa ve con esperanza una normalizaci¨®n de lo cal¨¦ tras ?haber sido muy maltratados hist¨®ricamente pese al legado cultural que tienen. Son los grandes desconocidos y abandonados y son nuestros hermanos?, aclara.

Con la visi¨®n de directora tambi¨¦n disiente Diego Fern¨¢ndez, director del Instituto de Cultura Gitana. ?Entiendo que la pel¨ªcula busca favorecer una lucha activista que tambi¨¦n compartimos, como es la LGTBQ, pero creo que no se puede hacer a costa de desmerecer a todo un colectivo. El mundo gitano es muy diverso. Nosotros defendemos respetuosamente el lesbianismo, pero plantearlo bajo esa imagen perjudica a nuestro mundo, nos encierra en una visi¨®n ¨²nica cuando hay muchas familias diferentes. Todo movimiento activista deber¨ªa hacerse de una manera equilibrada. El objetivo es fomentar un conjunto de derechos sociales, pero el problema aparece cuando para hacerlo, ridiculizas y perjudicas a otros?, indica.

Para Amara Montoya, presidenta de Romi Serseni (Asociaci¨®n de Mujeres Gitanas de Madrid), la explosi¨®n cultural de artistas con universos con perspectiva feminista y de g¨¦nero no contrarresta la convivencia ?de productos culturales que la sociedad consume y normaliza y?que no favorecen a una apertura para aceptarnos. Son pel¨ªculas o libros que no ayudan, porque no tienen realmente nada que ver con la realidad, con los valores y tradiciones de nuestro pueblo?.

Algo con lo que concuerdan desde la Asociaci¨®n Gitanas Feministas por la Diversidad: ?Existe una deuda hist¨®rica y de reparaci¨®n por parte del Estado no reconocida, cuando esta acci¨®n de reparaci¨®n sea visible y se ponga en marcha acciones, podremos considerar que la que la etiquetas del pasado impuestas por el poder payocentrista-opresor est¨¢n siendo reconocidas y quiz¨¢s en un futuro podr¨ªan desaparecer?, y a?aden: ?la cultura espa?ola, sin duda alguna, ser¨ªa m¨¢s rica, justa, democr¨¢tica y de esta manera podr¨ªa existir el Orgullo del pueblo Gitano sentido por los ciudadanos payos?.

Fern¨¢ndez, desde el Instituto de Cultura Gitana, insiste en que el objetivo de ?crear una sociedad inclusiva, donde los gitanos tengan incluso una visibilidad pol¨ªtica? no niega realidades con las que tambi¨¦n convive la comunidad. ?No significa que no exista marginalidad y discriminaci¨®n, pero es que no siempre hay que hablar de lo mismo?, aclara y se pregunta qu¨¦ ser¨ªa?de la visi¨®n cultural espa?ola a nivel internacional sin la aportaci¨®n gitana. ?Yo me siento orgulloso de estar de barrios en Budapest y escuchar a Camar¨®n. En la literatura, por ejemplo, cuando William S. Burroughs o Richard Ford han hablado de la magia espa?ola, hablaban del elemento gitano. Hablemos en positivo de lo gitano. En vez de recurrir a estereotipos reduccionistas, ?por qu¨¦ no hablamos de directoras como Pilar T¨¢vora que est¨¢n rodando un documental sobre Helios G¨®mez, el poeta gitano sindicalista e ilustrador de los m¨¢s influyente en la vanguardia espa?ola de principios del s. XX? Es ah¨ª donde debemos centrar el foco?. O como resumen desde la Asociaci¨®n de Gitanas Feministas por la Diversidad, a prop¨®sito de si este a?o ha sido el a?o del orgullo de la mujer gitana: ?Para nosotras nuestro orgullo de ser gitanas no tiene fecha, ni a?o, permanece en el tiempo?.