Homenaje a las enfermeras, provocaci¨®n siniestra o gui?o ¡°solo para mujeres¡±: ?a qu¨¦ obedece el regreso de las medias blancas?
El ¨²ltimo desfile de Chanel saca a desfilar a todas las modelos con panties de este color, las redes sociales abrazan la tendencia y marcas de todo rango de precios las ponen a la venta.
No por anunciado su regreso, su presencia est¨¢ siendo menos chocante. Las medias blancas, que mezclan connotaciones tan diferentes como la infancia, los a?os 60, el esp¨ªritu de las primeras ¡°mods¡±, las enfermeras de los hospitales de los a?os setenta, las fotos de modelos en las revistas de los a?os 90, la est¨¦tica de la ¡°man repeller¡± o los desfiles de Chanel de las ¨²ltimas temporadas, est¨¢n en pleno regreso en las pasarelas y en los estilismos para redes sociales de influyentes prescriptoras: Blanca Mir¨®, Pernille Teisbaek, Camille Charri¨¨re, Emili Sindlev, son muchas las que las han incorporado a sus estilismos, y con ellos, a la conversaci¨®n. A pesar de la insistencia de algunas marcas de moda, en los ¨²ltimos a?os hab¨ªan ca¨ªdo en desuso as¨ª que la pregunta ahora es si esta vez podr¨ªan convencer y llegar definitivamente a la calle. Si en esta ocasi¨®n dan el paso definitivo y acaban siendo tendencia probablemente ser¨¢ como consecuencia del efecto repetici¨®n: por muy anodina, e incluso fea, que nos parezca una cosa, si nos exponemos a ella las veces suficientes acabaremos vi¨¦ndola m¨¢s atractiva. Hasta bella.
Por exposiciones no ser¨¢. En el reci¨¦n celebrado desfile de Chanel en la semana de la Alta Costura de Par¨ªs -epicentro del lujo y la alta moda- la dise?adora Virginie Viard ha vuelto a insistir en las medias blancas, y para presentar la colecci¨®n de primavera/verano de 2024 ha sacado a desfilar a todas sus modelos con pantis de este color: un total de 56 atuendos en torno a esta dif¨ªcil prenda. La sucesora de Karl Lagerfeld lleva desde 2019 incluy¨¦ndola en sus colecciones y otras firmas, como Gucci, Balenciaga, Off-White y Saks Potts, han coqueteado intermitentemente ellas tambi¨¦n desde entonces.
Hay muchos m¨¢s ejemplos en las colecciones para la pr¨®xima primavera. La modelo Irina Shayk las llevaba en el desfile de Andreas Kronthaler para Vivienne Westwood (¡°look¡± 38) y tambi¨¦n hicieron su aparici¨®n en el desfile de Givenchy (para ejemplo, el ¡°look¡± 12, llevado por Ilya Vermeulen) y de forma repetida en el de Louis Vuitton. En Lapointe las llevaba una novia con un conjunto de lentejuelas tambi¨¦n blanco, y la versi¨®n rejilla se vio en el ¡°show¡± de Nina Ricci, bajo una gran americana azul pastel que hac¨ªa de vestido. Palomo Spain las llev¨® a sus propuestas masculinas, y numerosas marcas las declinaron a su manera: Sportmax y Roksanda, Versace (aqu¨ª muy tupidas y con los dedos al descubierto) o Burberry en la colecci¨®n de entretiempo Resort 2024 (combinadas con chanclas tipo flip-flops de tac¨®n).
?Pero por qu¨¦ ahora? ?Qu¨¦ contexto tiene este goteo incesante de medias blancas?
Las razones que nos han llevado hasta aqu¨ª son varias y responden a un cruce de influencias. Por un lado, venimos de unos meses de fascinaci¨®n con una est¨¦tica bautizada como balletcore, nacida en TikTok y que captura la esencia de la delicadeza y la fuerza femeninas. Los lazos y las bailarinas son dos accesorios que han calado en la est¨¦tica general y las medias blancas son una extensi¨®n de ese estilismo.
Las medias blancas, adem¨¢s, han entrado en los armarios de mujeres que presumen en redes sociales de no vestir para gustar a los hombres sino a s¨ª mismas, y sus estilismos tienen muchos puntos en com¨²n con los de Leandra Medine McCohen, la neoyorquina que en los a?os 2010s entr¨® por la puerta grande de la moda gracias a su blog Man Repeller y que hoy en d¨ªa sigue llevando de vez en cuando medias blancas. As¨ª, esta prenda, que no es especialmente bonita ni favorecedora, sirve como revulsivo a todas esas est¨¦ticas que buscan embellecer a la mujer desde una perspectiva tradicional.
Las medias blancas, de hecho, tienen un pasado un tanto reivindicativo. Para comprenderlo hay que tener en cuenta que en los a?os 60 naci¨® una prenda que result¨® ser imprescindible para la popularizaci¨®n de las medias hasta la cintura (hasta entonces se llevaban hasta el muslo anudadas con ligueros). Hablamos de la minifalda, ese invento de Mary Quant que supuso un gesto de libertad femenina y una reivindicaci¨®n de la juventud. Las modelos Twiggy y Jean Shrimpton comenzaron a llevar minis con medias de colores (hasta entonces lo aceptable eran solo las medias transparentes, negras o de cristal) en un ¡°look¡± que contaba una nueva historia sobre el lugar de las mujeres j¨®venes en la sociedad: su ropa pertenec¨ªa claramente a una nueva generaci¨®n. Muchas ya no deseaban el matrimonio ni la maternidad tempranas: seg¨²n cuenta la revista Time, en la d¨¦cada de 1960 la edad promedio para contraer matrimonio entre las mujeres estadounidenses era de aproximadamente 20 a?os, y la edad promedio para tener un beb¨¦ era de 21 a?os, pero ¡°las mujeres j¨®venes que participaban en la ola revolucionaria de la ¨¦poca a menudo rechazaban la expectativa de convertirse en esposas y madres tan temprano. As¨ª que sus guardarropas reflejaron esa idea al adoptar un giro juvenil¡±. Y ah¨ª es cuando las medias blancas entraron en la foto.
Un movimiento particular se adue?¨® del aspecto juvenil: los ¡°Mods¡±, una subcultura que cre¨® un refinado uniforme para identificarse, con trajes de dos piezas, botas Chelsea, parkas verdes y prendas de Fred Perry o Ben Sherman para ellos; y, diademas, minifalda y medias blancas para ellas. La versi¨®n femenina permit¨ªa a las mujeres prolongar el tiempo entre la ni?ez y la edad adulta. Lo explic¨® la propia Mary Quant, la madre del movimiento Mod, en el Times-Tribune en 1976: ¡°Cuando ten¨ªa 13 a?os, me sent¨¦ y llor¨¦ mucho sobre la cuesti¨®n de crecer. Lo que realmente me puso nervioso fue la terrible comprensi¨®n de que la vestimenta de los adultos era grotesca y mon¨®tona. Quer¨ªa evadir toda la cuesti¨®n de la edad adulta vistiendo ropa infantil para siempre¡±. Quant tom¨® su uniforme infantil de falda corta y medias y lo reinvent¨® para las mujeres j¨®venes. Se pusieron de moda las medias en colorines, estampados divertidos y adornos, pero las que mejor captaban esa est¨¦tica inocente eran las de color blanco.
Para los a?os 80 el papel femenino hab¨ªa cambiado notablemente y las medias blancas quedaron opacadas por las de cristal, esas transparentes que brillan, en la b¨²squeda del ¡°look¡± ejecutivo femenino. Ten¨ªan connotaciones na?f y en esta d¨¦cada las mujeres buscaban desprenderse de toda etiqueta que las infantilizara: estaban reclamando un sitio en los despachos. Fue a finales de la d¨¦cada, y en los primeros a?os 90, cuando reaparecieron en los atuendos formales y una de sus prescriptoras en aquella ¨¦poca fue Diana de Gales. As¨ª, el regreso de las medias blancas en 2024 enlaza tambi¨¦n con el agujero del conejo que es la nostalgia est¨¦tica por aquellos a?os.
La firma francesa Chanel ha sido la gran abanderada de esta prenda y lleva desde 2019 incluy¨¦ndola en sus desfiles. Incluso, en marzo de 2020 lanz¨® a la venta una versi¨®n con el logo de las dos C bordado que fue un ¨¦xito en ventas (y que hoy se revende en portales como Vestiaire Collective a precios que rondan los 700 euros) y otras marcas de lujo, como Miu Miu (230 euros) o Wardrobe NYC (275 euros) las siguen vendiendo en sitios como My Theresa.com. Uniqlo (12,90 euros), Calzedonia (6,95 euros), Falke (26 euros) o COS (15 euros) las han llevado ya a un segmento m¨¢s asequible. La ¨²ltima gran incorporaci¨®n ha sido la que ha propiciado John Galliano en su muy comentada propuesta para Maison Martin Margiela, donde aparec¨ªan las medias blancas con un grosor que les daba un aspecto g¨®tico, siniestro y casi permit¨ªa confundirlas con polainas o incluso con vendas. As¨ª que ah¨ª est¨¢n todas las modalidades, esperando pisar la calle.
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