El ¨²ltimo (y vergonzoso) clich¨¦ de las comedias rom¨¢nticas
Pel¨ªculas como ¡®La cita perfecta¡¯ y series como ¡®Sex Education¡¯ reinciden en un estereotipo de nuevo cu?o, el ¡®amigo gay negro¡¯ que solo busca presumir de la diversidad reclamada por los espectadores.
La comedia rom¨¢ntica ha vuelto para quedarse. El g¨¦nero que desde comienzos de siglo parec¨ªa no solo amortizado, sino relegado a nutrir el cat¨¢logo de la sobremesa de Antena 3 ajeno a cualquier expectativa mainstream, est¨¢ viviendo una nueva juventud como opci¨®n preferente de los usuarios de las plataformas digitales. Con la peripecia rom¨¢ntica cl¨¢sica como eje, pero someti¨¦ndose a un lifting integral para adaptarse a su tiempo y ser reconocible por un p¨²blico al que le costar¨ªa entender por qu¨¦ Julia Roberts entra en la librer¨ªa de gu¨ªas tur¨ªsticas regentada por Hugh Grant en Notting Hill en lugar de tirar de una app de viajes. Hacen de la ingenuidad hist¨®rica del g¨¦nero un recurso c¨®mico de metaficci¨®n, las tramas tienen en cuenta la existencia de WhatsApp, suena lo ¨²ltimo de The Killers en su banda sonora y las protagonistas ya no son siempre cauc¨¢sicos de belleza incontestable ¨Caunque el icono de esta reinvenci¨®n, Noah Centineo, s¨ª lo sea¨C. La diversidad es una exigencia que cualquier pel¨ªcula o serie debe cumplir para representar la realidad pero que pocas cumplen sin recurrir a chapuzas. La m¨¢s repetida: la del amigo gay negro del protagonista.
Los ejemplos se agolpan. Murph (Odiseas Georgiadis) en La cita perfecta, Dan (RJ Cyler) en Sierra Burgess es una perdedora, Lucas (Trezzo Mahoro) en Todos los chicos de los que me enamor¨¦ o Eric (Ncuti Gatwa) en la serie Sex Education. Las nuevas rom-coms abusan del clich¨¦ del personaje homosexual afroamericano, muy cool y diverso en la teor¨ªa pero una mera excusa de marketing en la pr¨¢ctica que carece de desarrollo argumental propio. Son personajes con estilo y verborrea que sirven como alivio c¨®mico y sat¨¦lites dram¨¢ticos: es decir, su trama solo gira en torno a la de la pareja protagonista. Si es necesario dise?ar dos apps de un d¨ªa para otro sin recibir nada m¨¢s a cambio que la sonrisa de tu colega, como en La cita perfecta, se hace sin rechistar. Que hay que jugarse la expulsi¨®n del instituto con tal de cubrir una metedura de pata que ya hab¨ªas previsto con anterioridad, adelante. Si llevas a?os sin saber de una chica pero en el transcurso de dos escenas debes convertirte en su paciente confesor y consejero, oigan, aqu¨ª hemos venido a jugar. Hasta la reciente producci¨®n ?No es rom¨¢ntico?, que satiriza los lugares comunes del g¨¦nero, no se olvida de contar con su propio amigo gay, Donny (Brandon Scott Jones), cuya ¨²nica funci¨®n es la de reforzar la autoestima de la protagonista interpretada por Rebel Wilson.
Lo ¨²nico que cambia en esta nueva ola de producciones liderada por plataformas como Netflix es el color. Para satisfacer los requisitos de movimientos como Black Lives Matter y poder cumplir con las cuotas reclamadas por la sociedad, Hollywood se ha visto obligado a garantizar m¨¢s papeles a los actores de raza negra. Pero cantidad no es sin¨®nimo de calidad. ¡°Es como si los estudios supieran que, en 2019, no puedes escaparte con un elenco compuesto de blancos heterosexuales sin que Twitter te llame la atenci¨®n, as¨ª que le ponen un poco de color o identidad sexual diversa, se dan una palmadita en la espalda, y contin¨²an¡±, escribe Kathleen Newman-Bremang en Refinery 29. Quiz¨¢ ya no sean los primeros en morir en las pel¨ªculas de miedo, una broma recurrente en la comunidad que rebosa verdad, pero las pruebas sugieren que tampoco son capaces de hacerse con un rol con peso suficiente m¨¢s all¨¢ de lo logrado por creadores como Issa Rae o Spike Lee. El actor Oyelowo (ganador del Globo de Oro por Selma) asegur¨® que jam¨¢s interpretar¨¢ personajes de ¡®mejor amigo negro¡¯ por considerarlo una falta de respeto a su raza. Por otro lado, el cineasta Jordan Peele declar¨® recientemente que no iba a darle papeles protagonistas en sus filmes a actores blancos ¡°porque ya hab¨ªa visto esa pel¨ªcula¡±.
Seg¨²n un estudio de la asociaci¨®n GLAAD+, apenas el 13% de los filmes estrenados por los grandes estudios de Hollywood en 2017 contaban con alg¨²n personaje LGTB+. Para Newman-Bremang, la soluci¨®n m¨¢s obvia para acabar con el clich¨¦ es que haya m¨¢s personajes homosexuales que sean los protagonistas de este tipo de producciones. Por supuesto que existen cl¨¢sicos del g¨¦nero como La boda de mi mejor amigo o Cuatro bodas y un funeral en los que el arquetipo del ¡®mejor amigo gay¡¯ es bidimensional y rico en detalles, erigi¨¦ndose en aut¨¦nticos robaescenas, pero este anquilosamiento en la labor de consorte acaba por tener un influjo en el p¨²blico que consume comedias rom¨¢nticas. ¡°Cuantas m¨¢s historias y personajes veamos subvertir y superar estos clich¨¦s vagos, menos nociones preconcebidas se har¨¢n paso en el subconsciente del espectador e influenciar¨¢n la forma en la que interact¨²an en sus vidas con personas LGTB+¡±, escribe el escritor Philip Ellis en Man Repeller. Quiz¨¢ sea hora de convertir en clich¨¦ al ¡®amigo blanco hetero¡¯.
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