Arreglada, pero informal y de izquierdas: todo sobre la camisa vaquera ligera de Pedro S¨¢nchez
Tiene una enorme carga simb¨®lica y denota profesionalidad sin ser demasiado seria. Analizamos por qu¨¦ la elecci¨®n de esta prenda no ha sido casualidad.
No puede ser casualidad -nunca deber¨ªa serlo en comunicaci¨®n pol¨ªtica- que en su periplo televisivo de cara a las elecciones generales del 23J Pedro S¨¢nchez se haya puesto la camisa vaquera. En 2019 ya le dio suerte: m¨¢s que a sus entonces rivales Albert Rivera (que se puso una de Levi¡¯s para ir a El Hormiguero), Pablo Casado (que llev¨® otra, bajo una americana abierta, al mismo programa) o Pablo Iglesias (que se remang¨® una, cuando todos los dem¨¢s vest¨ªan de traje, en el debate de RTVE). No pod¨ªa ser cuesti¨®n de azar, tampoco, teniendo en cuenta la enorme carga simb¨®lica de esta prenda, que naci¨® para el trabajo.
la camisa vaquera, Pedro https://t.co/1BSiIdijI3 pic.twitter.com/PFW4hNANZQ
— Mr. Handsome (@pdrsnche) June 18, 2023
Como tantas otras prendas ic¨®nicas (el pantal¨®n vaquero, para empezar), la camisa de tejido vaquero tiene un origen humilde. Se remonta a finales del siglo XIX, al calor del ¨¦xito de los pantalones de serge de N?mes (m¨¢s tarde conocido como denim) de Levi Strauss. La mezclilla se us¨® originalmente para confeccionar ropa de trabajo, como monos y chaquetas para mineros y trabajadores ferroviarios, debido a su durabilidad y resistencia al desgaste.?La historia de la camisa vaquera est¨¢ entrelazada con la de la moda y es parte de nuestra herencia cultural gracias a Hollywood y al universo de las estrellas. Steve McQueen, Paul Newman, Marvin Gaye, Bob Marley: basta mirar sus fotos de archivo para deducir que esta prenda respira la personalidad de quien la lleva.
De hecho en la d¨¦cada de 1930 la camisa de mezclilla se hizo popular entre los actores del momento. Era la que usaban los vaqueros en las pel¨ªculas del oeste y se convirti¨® en un s¨ªmbolo de la rudeza, la masculinidad y la identidad estadounidense. Durante la d¨¦cada de 1950 la camisa de mezclilla se convirti¨® en un elemento b¨¢sico del estilo rockabilly y m¨²sicos como Elvis Presley la usaron en el escenario. En las d¨¦cadas de 1960 y 1970 fueron adoptadas por el movimiento contracultural, convirti¨¦ndose en un s¨ªmbolo de rebeld¨ªa e inconformismo. Bob Dylan con algunos botones sueltos, Bruce Springsteen remangado.
Despu¨¦s han continuado ligadas siempre a la moda y los referentes culturales del momento: por Brad Pitt en los noventa, David Beckham en los primeros a?os del nuevo siglo, y ambos a d¨ªa de hoy. Como dijo la edici¨®n estadounidense de la revista GQ, la camisa de mezclilla adecuada ?no solo da una imagen favorecedora y de seguridad en ti mismo sino que tambi¨¦n resuelve pr¨¢cticamente cualquier dilema relacionado con el guardarropa que se te presente?.
Las botas de Leo Messi, la raqueta de Roger Federer, los guantes de Muhammad Ali, la camisa vaquera de Pedro S¨¢nchez.
— A.L. (@AnticitizenLara) June 28, 2023
Volviendo al gancho de este art¨ªculo, la camisa de Pedro S¨¢nchez es algo m¨¢s que una prenda comod¨ªn. El logo es casi imperceptible, pero en su entrevista con Jordi ?vole y en El Hormiguero pudimos vislumbrar las letras CHHC bordadas en azul, las dos primeras sobre las dos ¨²ltimas. En la marca en cuesti¨®n, Carolina Herrera, no disponen de informaci¨®n al respecto, aunque en su web se pueden encontrar modelos similares, en una mezcla de algod¨®n y liocel, con una ca¨ªda y un tono de azul ¨ªndigo semejantes, bien con cuello abotonado, bien -como la de S¨¢nchez- italiano. Su precio oscila entre los 100 y los 150 euros, ahora en rebajas entre 80 y 120 euros.
?Tiene el detalle del logotipo poco visible alguna lectura? Preguntamos a Ana Velasco Molpeceres, periodista, profesora universitaria, autora del libro Ropa vieja. Historia de las prendas que vestimos (Libros de la Catarata. 2023) e historiadora especializada en comunicaci¨®n y moda: ¡°En general, la vinculaci¨®n de pol¨ªticos (y m¨¢s de izquierdas) a marcas no es positiva. De hecho, en Espa?a, aunque hay varias cadenas de ropa low cost que podr¨ªan solucionar la papeleta, digamos, de escoger una marca que no sea cara¡ esto tambi¨¦n es un tema espinoso porque sobre todo las figuras de Amancio Ortega y Zara son muy criticadas desde la izquierda por temas como el de los impuestos, las donaciones, la supuesta explotaci¨®n laboral, la contaminaci¨®n. Creo que lo mejor es que la marca sea invisible, aunque pienso que tambi¨¦n podr¨ªan apostar, todos los pol¨ªticos, no solo S¨¢nchez, por marcas alternativas: verdes, sostenibles? confeccionadas en Espa?a o por personas en peligro de exclusi¨®n o por personas con discapacidad, por ejemplo, porque la moda es muy importante y transmite muchos mensajes. Que se vean esas marcas no es criticable, al contrario, a?ade al mensaje de los pol¨ªticos. Otra cosa es, pongamos, que vistan de marcas de lujo¡±.
Efectivamente, existen camisas vaqueras de lujo. Basta con entrar en los templos de las compras online que son MyTheresa.com o MrPorter para encontrar un dise?o muy parecido al de S¨¢nchez, pero much¨ªsimo m¨¢s caro. La de la marca italiana Brunello Cucinelli con un precio de 590 euros, una sobrecamisa cuajada de logos de Gucci por 2.980 euros o una de Balenciaga en un tono degradado por 795 euros. En el lado m¨¢s accesible hay modelos similares al del presidente en Pedro del Hierro (89,90 euros en su precio original, en este momento rebajada a 29,99 euros) o hechas con algod¨®n org¨¢nico en Capit¨¢n Denim (65 euros, rebajados ahora a 55).
¡°La ropa es important¨ªsima en la imagen p¨²blica y en la construcci¨®n de un relato determinado¡±, contin¨²a Ana Velasco Molpeceres. ¡°La ropa habla, transmite muchos mensajes y lo hace de forma visual y silenciosa: no hace falta decir nada, hay mensajes que ya est¨¢n ah¨ª. El traje y corbata es autoridad, el vaquero es algo democr¨¢tico. Las mujeres, en este sentido, tienen m¨¢s problemas que los pol¨ªticos para ¡®contentar¡¯ a la audiencia porque tienen m¨¢s variedad para vestir y eso acrecienta los problemas: ?faldas, vestidos? ?Muy arregladas? ?Cu¨¢nto maquillaje? ?Qu¨¦ accesorios? No hablemos ya de largo de las faldas o los escotes o incluso si ir en tirantes, cu¨¢nto brazo ense?ar, etc. Adem¨¢s, a las mujeres se les acusa mucho m¨¢s de frivolidad que a los varones¡±, reflexiona esta experta en historia, comunicaci¨®n y moda.
En su opini¨®n, la camisa vaquera es una opci¨®n muy buena: ¡°Se sigue yendo con camisa, no con camiseta, pero transmite cercan¨ªa y adem¨¢s favorece mucho. Las camisas que mejor quedan son o blancas o azules. Y, frente a las camisas caqui que tienen un halo militar, son completamente civiles¡±. La camisa de este tejido, subraya Ana Velasco Molpeceres, ¡°es popular (en buen sentido, en sentido democr¨¢tico) y es de trabajador. Eso le acerca a los votantes de izquierdas¡±. En su origen, la camisa vaquera era una prenda de trabajo, estaba vinculada a la clase obrera. ¡°Que un pol¨ªtico luzca camisa vaquera es una declaraci¨®n de intenciones: dice, lo primero, que viste como todo el mundo y que es una persona corriente, de la calle, uno m¨¢s; tambi¨¦n transmite un compromiso con el trabajo y los trabajadores y, como no son camisetas, tambi¨¦n profesionalizaci¨®n y respeto. La camisa es la prenda de prestigio y formalidad, a diferencia de la camiseta, por lo que el mensaje que transmite es: vengo profesional, pero no de traje y corbata, sino como una persona de la calle, de esas clases medias que siempre se sacan a relucir en las elecciones y que son las que deciden. Obviamente las camisas vaqueras no se llevan con corbata, que ser¨ªa una vinculaci¨®n con pol¨ªticas y propuestas econ¨®micas m¨¢s de derechas¡±, apunta. Y un importante detalle: ¡°Que Pedro S¨¢nchez lleve una camisa vaquera tambi¨¦n le despega de la imagen de presidente, lo que dice S¨¢nchez con ella es que es ¡®otro¡¯ S¨¢nchez diferente al de las intervenciones gubernamentales: uno que sale a ganar, a sudar (en la campa?a) y obviamente, como con la pana en los setenta, que es uno m¨¢s, de izquierdas, de su electorado¡±.
Pedro S¨¢nchez cuando se pone la camisa vaquera se convierte en Clark Kent.
— J. ?beda (@javierubedafdez) October 30, 2016
En sus primeras campa?as, recuerda Ana Velasco Molpeceres, ¡°fue muy comentado el tema del uniforme de camisa blanca con chaqueta azul y corbata roja, porque siempre iba igual. En 2014 y 2016 hubo muchos reportajes sobre el tema y obviamente ese uniforme, bien solo la camisa, bien esa combinaci¨®n, le serv¨ªa para sus prop¨®sitos: daba confianza. Que ahora haya cambiado a la camisa vaquera habla de las transformaciones en pol¨ªtica en Espa?a y en comunicaci¨®n pol¨ªtica, m¨¢s concretamente, pues ahora quiere remarcar, en un contexto de auge de la derecha, su adscripci¨®n a la izquierda. Pedro S¨¢nchez ha apostado por una indumentaria de trabajo (ojo, no de combate o militar, como muchas de las prendas que llevan en Vox y/o Santiago Abascal, que son caquis o arena), democr¨¢tica, moderna y popular (estas dos ¨²ltimas caracter¨ªsticas, en sus m¨²ltiples lecturas). Es ropa civil. Y la lleva como ropa de trabajo informal: porque est¨¢ trabajando. La camisa remangada responde tambi¨¦n a ese clima mental o moral: est¨¢ en ello¡±.
Vaquera o cambray: la diferencia
M¨¢s all¨¢ de su simbolog¨ªa, una de las cosas que llaman la atenci¨®n de las camisas vaqueras del presidente es su ligereza. La clave est¨¢ en que probablemente no sea una camisa estrictamente vaquera, sino de cambray. La generalizaci¨®n entre ambas es comprensible, porque a primera vista pueden parecer muy similares. Ambas est¨¢n hechas de algod¨®n, tienen or¨ªgenes de ropa de trabajo y son t¨ªpicamente azules. La diferencia entre una y otra es que mientras el tejido denim es una sarga (forma unas l¨ªneas diagonales), el cambray es un tejido liso. El cambray es liviano y ventilado, (pero no necesariamente fino) y tiene brillo, mientras que el tejido de mezclilla (el vaquero cl¨¢sico) es m¨¢s pesado y ¨¢spero, y su acabado es mate.
El cambray, adem¨¢s, tiene el peso ideal: es lo suficientemente liviano para ser c¨®modo y lo suficientemente grueso para que tenga cierta estructura. El corte que permite es elegante como una camisa de vestir, lo que significa que puedes usar esta camisa por dentro de un pantal¨®n opero tambi¨¦n llevarla remangada con unos pantalones chinos. En los meses de verano el cambray puede ser una mejor idea porque es m¨¢s liviano y absorbe mejor la humedad que el denim.
Las medidas de la camisa denim perfecta
Hoy la camisa de mezclilla puede llevar m¨¢s tejidos que el algod¨®n e incluso tener un punto el¨¢stico, pero como bien dijo en una ocasi¨®n, el director creativo de la marca de vaqueros Lee Jeans, Michael Kampe, lo que hace que sea verdaderamente favorecedora son varios detalles espec¨ªficos, como el canes¨², la construcci¨®n del bolsillo, el ajuste, el acabado y las costuras. Durante los ¨²ltimos 100 a?os, esos detalles pueden haber sido modificados por los dise?adores, pero el ajuste y la forma general siguen siendo los mismos.
La gran diferencia entre una camisa sastre y una de mezclilla es que una camisa de mezclilla ser¨¢ un poco m¨¢s holgada alrededor del cuello y tambi¨¦n puede ser un poco m¨¢s relajada alrededor de los hombros y las mangas. Para que una camisa vaquera siente bien necesita tener un corte estilizado, pero nos tan ajustado como para parecerse a la que usar¨ªas en una reuni¨®n de negocios.
Si optas por un talle ajustado tu camisa quedar¨¢ bien debajo de un jersey o metida por los pantalones para crear una silueta m¨¢s formal, mientras que un corte amplio permite llevarla como sobrecamisa, por encima de una camiseta o de una prenda de punto ligero. Y al igual que sucede con los pantalones vaqueros, el lavado de la camisa vaquera depende de las preferencias personales, pero s¨ª que hay que tener en cuenta que si se trata de un tejido estrictamente ?denim?, al lavarla es posible que encoja un poco, con lo que es recomendable lavarla con la menos frecuencia posible, idealmente a mano.
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