As¨ª es el bolso de las espa?olas

?Un buen bolso hace la vida mejor?. La reflexi¨®n de Karl Lagerfeld acerca de este accesorio ¨Cuno que se ha convertido en un pilar del armario femenino¨C refleja la opini¨®n colectiva a pie de calle. O al menos eso se deduce de los ¨²ltimos estudios de mercado. Seg¨²n la consultora Bain & Company, este a?o las ventas del lujo aumentar¨¢n entre un 2% y un 4% en Espa?a, y ser¨¢n los accesorios los que den mayor impulso a este crecimiento. Viene a cuento mencionar que, dentro de la categor¨ªa y a escala global, la marroquiner¨ªa ser¨¢ la estrella: por primera vez, este sector se llevar¨¢ m¨¢s de un cuarto del (suculento) pastel que es el mercado del lujo. Para ser exactos, el 27%. Eso son m¨¢s de 58 billones de euros en total.

Marta Espa?ol (modelo, 28 a?os) lleva Vestido de Adolfo Dom¨ªnguez Couture, pendientes de Teria Yabar, clutch de Giorgio Armani y sandalias de Steve Madden.

Eduardo Miera

La astron¨®mica cifra es el resultado, tal y como explica la multinacional, ?de un creciente inter¨¦s en piezas de alta gama?. No mienten. El informe financiero m¨¢s reciente del grupo LVMH ¨Cuno de los gigantes de este mercado¨C pone al departamento de accesorios por las nubes. Literalmente: sus ingresos, que ascienden a 5.030 millones de euros en la primera mitad de 2014, son los m¨¢s altos del conglomerado. Y las firmas C¨¦line, Fendi y Louis Vuitton, las m¨¢s beneficiadas. ?En la econom¨ªa actual, para una mujer no hay mejor inversi¨®n que la del lujo?, afirma Manar Al Hinai, colaboradora de la edici¨®n internacional del diario The National.

Pero no son ni abrigos ni vestidos los que hacen caja. ?A la hora de invertir, las espa?olas eligen el bolso?, aseguran desde el departamento de compras de El Corte Ingl¨¦s. ?Y, adem¨¢s, se decantan por modelos cl¨¢sicos?. Resulta revelador que, cuando les preguntamos por las caracter¨ªsticas de sus superventas, la respuesta de las firmas sea un¨¢nime: en cuero, preferiblemente negro o marr¨®n, de tama?o mediano y con un corte b¨¢sico. En el caso de Gloria Ortiz, la estrella es el modelo Sof¨ªa. En el de Carolina Herrera, el Vend?me. Y en Longchamp arrasa Le Pliage Cuir, una reedici¨®n en piel de su m¨ªtico shopping bag de nailon plegable.

Lara ?lvarez (periodista, 26 a?os) lleva Maxijersey de Peuterey, mochila de Moncler y botas de UGG Australia.

Eduardo Miera

Los grandes ¨¦xitos de Gucci tambi¨¦n son dos cl¨¢sicos: Soho y Bamboo Shopper, dos modelos inamovibles en su cat¨¢logo. Ahora lanza Jackie, una revisi¨®n del bolso que Jacqueline Kennedy sol¨ªa llevar colgado del brazo y que Frida Giannini, directora creativa de la casa italiana, decidi¨® volver a incluir en su porfolio en 2009. Y es que si la calle quiere invertir en piezas ic¨®nicas y atemporales, las firmas no hacen o¨ªdos sordos a la petici¨®n. Este mismo a?o, Louis Vuitton, por su parte, reeditar¨¢ su emblem¨¢tico Monogram, que volver¨¢ a los escaparates interpretado por seis grandes creadores en ?una edici¨®n limitada nunca vista antes?, describe el informe del grupo. No es la ¨²nica casa que apuesta por alargar la vida (y la rentabilidad) de sus superventas. ?Nuestra l¨ªnea Arizona es muy solicitada; por eso, le damos continuidad reinvent¨¢ndola cada temporada?, nos comentan desde el departamento de comunicaci¨®n de Bimba y Lola. La colecci¨®n lleva ya varios a?os en rotaci¨®n: este oto?o, se presenta en los colores b¨¢sicos, pero tambi¨¦n con los acabados metalizados que est¨¢n en boga.

?A la hora de dise?ar, es fundamental conocer estas preferencias para poder satisfacer las demandas de los clientes?, nos explica el equipo de dise?o de Gloria Ortiz. Los balances de ventas ofrecen una buena panor¨¢mica de qu¨¦ s¨ª y qu¨¦ no funciona en las tiendas. Pero la digitalizaci¨®n ha convertido Internet y las redes sociales en una fuente de sabidur¨ªa incalculable. ?Ofrecen much¨ªsima informaci¨®n que nos ayuda a anticiparnos a lo que los consumidores esperan cada temporada?, comenta Cristina Colomer, presidenta de la firma Acosta. Entre las preferencias de nuestro pa¨ªs, adem¨¢s de la atemporalidad ¨Cun requisito que cumple toda pieza cl¨¢sica¨C, priman la relaci¨®n calidad-precio y la funcionalidad.

Natalia S¨¢nchez (actriz, 24 a?os) lleva Gabardina de Comptoir des Cotonniers, camisa de Diesel, falda de Levi¡¯s Vintage Clothing y saco de Joe & Mr Joe para El Corte Ingl¨¦s.

Eduardo Miera

?La mujer espa?ola elige su bolso pensando en el uso que le dar¨¢?, asegura Colomer. Una tendencia que explica por qu¨¦ el modelo A la de tres de Purificaci¨®n Garc¨ªa ¨Cuna cartera que puede desmontarse y llevarse de tres formas diferentes¨C se vende masivamente. ?Les gusta invertir en un accesorio al que puedan sacarle partido?, comenta su creadora. ?Saben que un buen dise?o y una piel de calidad tienen m¨¢s esperanza de vida en el armario, y que la inversi¨®n compensa?.

?Y qu¨¦ hay del dise?o? ?Los modelos cl¨¢sicos siguen funcionando, pero, desde hace algunas temporadas, hemos notado una mayor demanda de piezas de m¨¢s tendencia?, se?ala Purificaci¨®n Garc¨ªa. ?La mujer espa?ola se informa cada vez m¨¢s de qu¨¦ y c¨®mo se lleva. Tiene muy claro lo que quiere?, coincide Colomer. Pero si antes seguir la moda sol¨ªa traducirse en colgarse al hombro el bolso it de rigor ¨Cya fuese un Paddington de Chlo¨¦ o un Roxanne de Mulberry¨C, hoy tenemos otro concepto del estilo. Uno mucho m¨¢s subjetivo, en el que el bolso, m¨¢s que un s¨ªmbolo de estatus, es una declaraci¨®n de personalidad.

Mar¨ªa Castro (actriz, 33 a?os) lleva Abrigo de Longchamp, jersey de Bimba y Lola, vaquero de Replay, bandoleras y brazalete de plata, todo de Herm¨¨s y zapatillas de New Balance para Consuela. ?

Eduardo Miera

?En ciertos c¨ªrculos y circunstancias, este complemento puede verse como una afirmaci¨®n del estatus social. Pero en Espa?a, el deseo de aparentar no es tan fuerte, y se gu¨ªan por sus gustos y necesidades?, explica Marie Sabine Leclerq, directora global de comunicaci¨®n y trade marketing de Longchamp, un emblema franc¨¦s de la marroquiner¨ªa. ?La misma mujer puede llevar un d¨ªa el bolso m¨¢s codiciado del momento, y al otro, una pieza m¨¢s personal y menos reconocible con la que, sencillamente, se sienta bien?.