La cosm¨¦tica es una caja de herramientas

Arrurr¨². ?Conocen este nombre? Yo, hasta hace un mes, tampoco. Lo escuch¨¦ por primera vez de boca de Ana Mil¨¢n, que adem¨¢s de ser una actriz y comunicadora estupenda lo sabe todo sobre cosm¨¦tica, tratamientos y trucos de belleza; por cierto, qu¨¦ expresi¨®n m¨¢s deliciosamente d¨¦mod¨¦e. Ella me habl¨® de que esa colonia infantil colombiana rondaba por TikTok, un planeta que no frecuento, pero en el que s¨¦ que viven millones de habitantes y muchos de ellos son mis amigos. Como la detective cosm¨¦tica que soy y como me niego a que se me escape ning¨²n ramalazo de zeitgeist, pregunto por Arrurr¨² a Marisol, mi entrenadora y amiga y, a la saz¨®n, colombiana. Se r¨ªe. Todos los beb¨¦s de su pa¨ªs huelen a Arrurr¨². Semanas despu¨¦s, su padre trae en la maleta a Espa?a desde Medell¨ªn dos botes de Arrurr¨² para m¨ª; el de color rosa es para chica y el azul para chico. As¨ª es y as¨ª lo cuento. Ahora est¨¢n en mi cuarto de ba?o. No soy yo persona de colonias infantiles, porque pienso que hay que honrar el esfuerzo que cuesta hacerse adulta, pero las usar¨¦.

Todos los aromas, de todos los precios y personalidades, cuentan con un sitio en mi casa. El armario cosm¨¦tico es heterodoxo, desordenado y vers¨¢til o no es. No conozco a nadie que utilice todos los cosm¨¦ticos de la misma marca. La cosm¨¦tica, adem¨¢s, es m¨¢s producto que marca. Es f¨¢cil que convivan en la misma estanter¨ªa productos de parafarmacia, de supermercado, marcas legendarias, cosm¨¦tica indie y extravagancias varias. Con esa orquesta se pueden tocar muchas canciones y dar respuesta a distintas necesidades. Un d¨ªa tenemos la piel irritada y aparecen all¨ª una crema de Av¨¨ne o un gel de ba?o de Alvita. Otro d¨ªa nos sentimos fiesteras y buscamos entre los esmaltes de Chanel, imbatibles en colorido, o una paleta de 5 Couleurs de Dior. Y quiz¨¢s hayamos descubierto que el agua micelar de Lidl nos sienta bien y nos gusta alternarla con un jab¨®n car¨ªsimo.

No ser¨¦ yo quien defienda la abundancia de productos ni el sobreconsumo, sino la idea de que un armario cosm¨¦tico es como una caja de herramientas o el mueble de las especias. No todos los d¨ªas hay que usar un martillo ni piment¨®n, pero da seguridad saber que est¨¢ para cuando apetezca colgar un cuadro o cocinar unas lentejas. Umberto Eco escribi¨® sobre las bibliotecas: ¡°Si, por ejemplo, consideramos los libros como medicina, entendemos que es bueno tener muchos en casa en lugar de pocos: cuando quieres sentirte mejor, entonces vas al ¡®armario de medicina¡¯ y eliges un libro¡±. Podemos aplicarlo a la cosm¨¦tica: si nuestra biblioteca es rica y est¨¢ bien construida, nos sentiremos m¨¢s seguros. La bolsa de viaje es un spin off de ese armario cosm¨¦tico. Prepararla requiere un trabajo fino de edici¨®n tal que me r¨ªo yo de Thelma Schoonmaker. Para que sea eficiente hay que buscar productos que sirvan para muchas cosas y todas las hagan bien. El multistick, ese invento que maquilla p¨¢rpados, labios y mejillas, deber¨ªa viajar con nosotros, como deber¨ªa hacerlo un corrector que sirva como base. Y aqu¨ª van algunos trucos que seguro ya practica: toda crema nutritiva aplicada con generosidad durante horas es una mascarilla. Un labial puede ser colorete y el aceite de rostro puede servir para suavizar cut¨ªculas o las puntas del cabello. Muchos miles de kil¨®metros anuales a mis espaldas me han convertido en experta en cosm¨¦tica multifunci¨®n. Y tambi¨¦n me han ense?ado que si se olvida algo en casa no pasa nada. Rebajemos la presi¨®n que ponemos sobre nosotras mismas en este nuevo a?o que empieza. Nunca pasa nada: las lentejas tambi¨¦n est¨¢n ricas con comino.

* Anabel V¨¢zquez es periodista. ?Sus obsesiones confesas? Piscinas, masajes y juegos de poder.