?Mi vida se ha paralizado?: c¨®mo preparar una oposici¨®n congela el presente y las metas vitales
Ser funcionario hoy d¨ªa es una de las pocas formas de asegurar una situaci¨®n de estabilidad laboral. Pero no es oro todo lo que reluce. Hablamos con opositores que sufren por el par¨®n vital que est¨¢n atravesando.
¡°Decid¨ª opositar porque en la empresa privada trabajaba much¨ªsimas horas y cobraba muy poco. Entraba a las ocho de la ma?ana y sal¨ªa a las siete de la tarde y, a pesar de ser licenciada en Derecho, estaba contratada en una categor¨ªa muy baja y que por convenio colectivo no me correspond¨ªa. Habl¨¦ con mis jefes sobre mi proyecci¨®n en la empresa para que esta situaci¨®n cambiase, pero me dijeron que no, que era una carrera de fondo. Es decir, quer¨ªan convencerme de que esa categor¨ªa que me correspond¨ªa solo por mi titulaci¨®n universitaria y mi m¨¢ster, llegar¨ªa con el paso de los a?os y la experiencia¡±, explica Mar¨ªa, opositora de 33 a?os que se prepara desde 2019 para acceder al cuerpo de Gesti¨®n Procesal y Administraci¨®n del Estado.
Opositar a un cuerpo p¨²blico del Estado es una alternativa cada vez m¨¢s contemplada debido a la inestabilidad y precariedad laboral que rodea especialmente a los menores de 35. Las consecuencias econ¨®micas de la crisis del 2008, la reforma laboral del 2012 y la digitalizaci¨®n de una parte de la econom¨ªa han tra¨ªdo de nuevo a colaci¨®n aquel refr¨¢n tan repetido dentro del gremio opositor durante las grandes convocatorias p¨²blicas de los a?os ochenta: ¡°El garbanzo del Estado es duro, pero seguro a fin de mes¡±.
Pero no es oro todo lo que reluce. Preparar una oposici¨®n no es un camino f¨¢cil y m¨¢s a¨²n cuando el estudio se compagina con una jornada laboral de 40 horas semanales. A pesar de que los opositores saben que parte de su ¨¦xito reside en echarle horas, no todo el mundo puede permitirse dejar de ingresar un salario para dedicarse a estudiar de la ma?ana a la noche. De hecho, la edad es uno de los factores que m¨¢s afectan a las personas que se enfrentan a este proceso, no tanto porque la informaci¨®n se retenga mejor a los 25 que a los 40, sino porque, a menudo, las responsabilidades y expectativas vitales no son las mismas.
Isabel, graduada en Derecho de 26 a?os, se anim¨® a opositar en mitad del confinamiento de marzo y abril, cansada de echar curriculums y ver que a pesar de haber pagado varios m¨¢steres y realizado pr¨¢cticas en distintas empresas, nadie la llamaba: ¡°Despu¨¦s de un grado en Derecho, un posgrado en Violencia de G¨¦nero, un m¨¢ster en Igualdad de G¨¦nero y el m¨¢ster habilitante de abogac¨ªa, rechazaban mis candidaturas en casi todos los procesos selectivos en los que se requer¨ªa mi formaci¨®n. De repente, la experiencia acreditada en pr¨¢cticas y voluntariados durante tres a?os no contaba como experiencia ¡®laboral¡¯. As¨ª que, durante la pandemia, comenc¨¦ a investigar sobre qu¨¦ hacer con mi futuro laboral y di con la oposici¨®n de jurista de Instituciones Penitenciarias, en la que actualmente estoy volcada de lleno¡±.
Mientras para Isabel estudiar la oposici¨®n la acerca cada vez m¨¢s a su sue?o de sacar plaza en un destino costero, Mar¨ªa siente que su vida est¨¢ en pausa desde que en 2019 comenz¨® a estudiar: ¡°Ahora mismo vivo por y para la oposici¨®n. Siento que de alguna forma mi vida se ha paralizado. Antes, mi d¨ªa a d¨ªa era muy din¨¢mico. Iba a trabajar, sal¨ªa con amigas, iba a cenar con mi pareja, al cine el fin de semana. Todo eso se ha terminado desde que estoy prepar¨¢ndome, pero el hecho de sentir que mi vida est¨¢ en pausa no es debido simplemente a esto. He pospuesto decisiones vitales importantes como ser madre, comprarme una casa o casarme. Voy a hacer 34 a?os y no puedo plantearme tener un hijo porque no tengo un puesto de trabajo del que ingresar un sueldo todos lo meses y me paso el d¨ªa estudiando¡±, subraya esta opositora de Valencia.
¡°Ser funcionario p¨²blico hoy d¨ªa es una de las pocas formas de asegurar una situaci¨®n de estabilidad laboral con una calidad de vida decente. Creo que muchas personas han decidido presentarse a alguna oposici¨®n despu¨¦s de darse cuenta que durante la pandemia muchos se quedaron en ERTE o al paro, ya que trabajar para el Estado signific¨® tener la certeza de que al menos el empleo estaba asegurado. Desde mi punto de vista las oposiciones son una gran oportunidad, pero al ser un proceso tan competitivo exige mucho tiempo y esfuerzo, adem¨¢s de una inversi¨®n econ¨®mica si decides prepararte a trav¨¦s de una academia¡±, comenta Ylenia, opositora de 25 a?os que busca obtener plaza como profesora de Secundaria.
Para hacernos una idea en t¨¦rminos econ¨®micos y seg¨²n las tarifas vigentes en Magister, una de las academias online m¨¢s reconocidas en el ¨¢mbito de la Educaci¨®n, estudiar las oposiciones de Secundaria con su equipo de preparadores y su temario cuesta 2.780 euros al a?o (200 de matr¨ªcula y 215 de cuota mensual).
¡°El primer a?o me gast¨¦ 150 euros al mes en una preparadora que ni siquiera pon¨ªa inter¨¦s en ense?arme (fallo m¨ªo por haber seguido, pero era nueva y no sab¨ªa como iba el tema). En un total de diez meses entre clases, fotocopias y materiales se me fueron unos 1.700 euros. El segundo a?o invert¨ª casi la misma cantidad en otra preparadora. Es much¨ªsimo dinero. Estamos hablando de gastar casi 4.000 euros en dos a?os, que si encima no consigues aprobar o te paralizan la convocatoria como me sucedi¨® a m¨ª¡est¨¢s perdida¡±, lamenta Teresa, maestra de 31 a?os que prepara las oposiciones al cuerpo de maestros de Primaria desde que termin¨® la carrera con 21 a?os.
Sin embargo, la inversi¨®n econ¨®mica que menciona Teresa no solo es necesaria en las oposiciones de maestros. En los dos a?os que Mar¨ªa lleva dedicados a las oposiciones del cuerpo de Gesti¨®n Procesal y Administraci¨®n del Estado el gasto sigue siendo elevado y m¨¢s si tenemos en cuenta que se trata de personas que no est¨¢n trabajando: ¡°El primer a?o fui por libre y me gast¨¦ algo menos de 200 euros en el temario. De cara al curso actual, decid¨ª contratar a una preparadora que me supone un gasto mensual de 80 euros. Si adem¨¢s contabilizamos las suscripciones a plataformas que preparan test y sirven para entrenarte, a¨²n tienes que sumarle m¨¢s dinero. En mi caso calculo que llevar¨¦ invertidos desde el 2019 alrededor de 1.000 euros¡±, explica.
¡°La paralizaci¨®n de las convocatorias te obliga a buscar trabajos precarios¡±
¡°Los opositores nos estamos volviendo locos, no podemos tolerar m¨¢s los desprecios que nos llegan desde la administraci¨®n p¨²blica como de los sindicatos. Para los que tenemos familia esto es un sinvivir porque los retrasos y la paralizaci¨®n de las convocatorias nos obligan a buscar trabajos precarios porque, despu¨¦s de tanto tiempo invertido en la oposici¨®n, no podemos pasar m¨¢s tiempo sin trabajar. Por ejemplo, en mi caso que llevo desde septiembre de 2017 opositando, me he presentado ya a dos convocatorias. Sin embargo, ahora he tenido que ponerme a trabajar en otra cosa mientras se resuelve o no la convocatoria del 2017/2018 y todo sin saber a ciencia cierta cu¨¢ndo convocar¨¢n el examen del 2019¡±, explica Cristina, de 34 a?os, quien tambi¨¦n oposita al cuerpo de Gesti¨®n y Administraci¨®n Procesal desde hace cuatro a?os y es madre de una ni?a de a?o y medio.
¡°Ahora que soy madre veo a¨²n m¨¢s claro que sacar una oposici¨®n es una garant¨ªa por las facilidades que ¨¦stas ofrecen en t¨¦rminos de conciliaci¨®n y todas las excedencias que te puedes pedir. Sin embargo, aunque todas estas cosas positivas est¨¢n presentes durante el proceso de preparaci¨®n, los miedos, la incertidumbre y los pensamientos de abandonar son una constante que hay que aprender a llevar. La oposici¨®n es una ruleta rusa de emociones que en un mismo d¨ªa te puede llevar de la euforia a la tristeza. Por no hablar de la ansiedad y el estr¨¦s que ¨¦sta genera. El coraz¨®n te va a mil por hora y aunque sabes que necesitas descansar y parar, al final no lo haces por no perder el ritmo¡±, a?ade Cristina.
En l¨ªnea con esta idea y con el objetivo de terminar con un sistema centenario y al que no todo el mundo puede acceder por la dedicaci¨®n horaria que exige su preparaci¨®n, el ministro de Administraci¨®n Territorial y Funci¨®n P¨²blica, Miquel Iceta, prepara un cambio en el acceso a la funci¨®n p¨²blica en el que se tengan m¨¢s en cuenta las capacidades y la aptitudes que la memoria de los candidatos. Consciente de la desigualdad que genera este sistema y la incertidumbre que genera no conocer los plazos de examen con exactitud, Iceta asegura que a partir de 2022, cada mes de enero, se publicar¨¢ un calendario con los procesos selectivos que se convocar¨¢n en ese mismo a?o. De cumplirse este cometido, cada curso los futuros opositores sabr¨¢n el n¨²mero de plazas y las fechas de los respectivos ex¨¢menes.
Esta desorganizaci¨®n y par¨¢lisis burocr¨¢tica perjudica a much¨ªsimos opositores que cansados de estudiar para una convocatoria que no acaba de llegar, deciden acabar tirando la toalla. En esta l¨ªnea, Teresa ha sido una de esas personas perjudicadas por la dilataci¨®n de los tiempos. Esta maestra de 31 a?os esper¨® un total de ocho por sus oposiciones de Magisterio. Ante esta situaci¨®n y con el objetivo de avanzar en su vida, decidi¨® estudiar otra cosa y fraguarse un plan B laboral al margen de su sue?o de ser maestra: ¡°No pude presentarme a las oposiciones por primera vez hasta que no tuve 28 a?os debido a que en Asturias hubo una paralizaci¨®n de las convocatorias durante varios a?os. As¨ª que, para poder tener un trabajo digno mientras me llamaban y no de un colegio, hice un FP superior de Higienista Bucodental. Fui saltando de una cl¨ªnica dental a otra sin ning¨²n tipo de estabilidad econ¨®mica y sin saber muy bien si en alg¨²n momento iba a poder trabajar de aquello para lo que tanto me hab¨ªa preparado¡±, relata Teresa, que este a?o por fin ha podido trabajar como maestra en un colegio gracias a las aulas covid.
A diferencia del par¨®n de empleo p¨²blico que marc¨® la d¨¦cada pasada y que perjudic¨® a opositoras como Teresa, las jubilaciones que se esperan por parte del cuerpo de funcionarios del Estado hace que los 2020 pinten mejor en este aspecto y que los m¨¢s j¨®venes se enfrenten a este proceso cuando la cronolog¨ªa de las convocatorias es m¨¢s favorable.? Sin embargo, esta situaci¨®n no est¨¢ re?ida con vivir el proceso desde la inestabilidad, los miedos o la ansiedad. Este c¨®ctel emocional parece ser el denominador com¨²n de todo opositor: ¡°He pensado much¨ªsimas veces en tirar la toalla. Es un proceso largo, de muchos meses, en los cuales hay d¨ªas que se hacen cuesta arriba y piensas ¡°?de verdad vale la pena?¡±. Cuando el miedo al fracaso hace que la ansiedad se dispare, lo ¨²nico que puedes pensar es en dejar de estudiar e intentar reconducir tu vida de otra manera. Pero estando ya en la recta final, solo queda hacer un ¨²ltimo esfuerzo y con un poco de suerte conseguir esa meta. En este momento, a pocos d¨ªas de comenzar las pruebas, estoy convencida de que he hecho lo correcto al dedicar mi tiempo exclusivamente a la preparaci¨®n. Aunque s¨¦ que no todo el mundo puede permitirse el lujo de renunciar a un trabajo, tambi¨¦n soy consciente de que depender de mis padres y mi pareja ha sido lo que me ha permitido formarme mejor y con mayor tranquilidad¡±, concluye.
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