El enga?oso y moralista reclamo de la cosm¨¦tica ¡®cruelty free¡¯
Si la Uni¨®n Europea no permite que se experimenten cosm¨¦ticos en animales, ?por qu¨¦ en los envases se propagan los conejitos que alegan estar libres de crueldad animal?
Aunque la Uni¨®n Europea proh¨ªbe testar cosm¨¦ticos en animales desde 2013, la confusi¨®n al respecto sigue siendo may¨²scula. ¡°Ning¨²n cosm¨¦tico testado en animales o con ingredientes testados en ellos se puede poner en el mercado en Europa. As¨ª lo exige la normativa europea para todos los productos¡±, explican desde la Asociaci¨®n Nacional de Perfumer¨ªa y Cosm¨¦tica (Stanpa) despejando las dudas que se expanden viralmente por la web y que plantean, por ejemplo, que aunque no se testen los productos s¨ª se experimenta en animales en el caso de ciertos componentes.
M¨®nica Sada, fundadora de Unicskin reincide sobre ello y niega algunos de los argumentos m¨¢s difundidos: ¡°Ni se testan en China para luego venderlos en Europa, ni se importan cosm¨¦ticos fruto del testado animal. Todo lo que ata?e a la formulaci¨®n, fabricaci¨®n, ensayo y distribuci¨®n de productos cosm¨¦ticos est¨¢ recogido en el Reglamento (CE) N? 1223/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo del 30 de noviembre de 2009 sobre productos cosm¨¦ticos. El cap¨ªtulo V est¨¢ dedicado a la experimentaci¨®n animal y proh¨ªbe ¡®la introducci¨®n en el mercado de productos cosm¨¦ticos cuya formulaci¨®n final haya sido objeto de ensayos en animales (¡) y la introducci¨®n en el mercado de productos cosm¨¦ticos que contengan ingredientes o combinaciones de ingredientes que hayan sido objeto de ensayos en animales¡¯. Tambi¨¦n proh¨ªbe ¡®la realizaci¨®n de ensayos en animales de productos cosm¨¦ticos acabados y (¡) la realizaci¨®n de ensayos en animales con ingredientes o combinaciones de ingredientes¡±. La norma de 2009 preve¨ªa un plazo de cuatro a?os, hasta 2013, para su completa aplicaci¨®n. ¡°Salt¨¢rselo ser¨ªa ir 100% en contra de la legalidad y resulta extremadamente dif¨ªcil si no imposible, adem¨¢s de contraproducente porque lo m¨¢s probable es que se detectase y se paralizase la comercializaci¨®n del producto¡±, puntualiza Esther Sansi, Farmac¨¦utica y experta en dermocosm¨¦tica nicho.?Hoy en d¨ªa la eficacia y la seguridad de los nuevos lanzamientos se garantizan con an¨¢lisis in vivo (sobre voluntarios) e in vitro (sobre muestras) aunque algunas empresas trabajan ya sobre modelos que reconstruyen la piel humana en el laboratorio.
Pese a que la normativa es muy clara, en los ¨²ltimos a?os han proliferado etiquetas cruelty free (el sello del conejito) decorando muchos envases y avivando este galimat¨ªas. ¡°Estados Unidos y Europa no permiten la comercializaci¨®n de cosm¨¦ticos que se hayan ensayado en animales. Latinoam¨¦rica aplica el reglamento europeo, por lo que tampoco. En los pa¨ªses asi¨¢ticos este tema no est¨¢ consensuado y depende de cada pa¨ªs¡±, aclara la creadora de Unicskin. Y aqu¨ª llega el gran escollo de la cuesti¨®n: China y la dificultad de las empresas en decirle ¡°no¡± a su mercado de m¨¢s de 50.000 millones de euros.
?Y qu¨¦ pasa con las firmas que venden en China?
No hay que profundizar mucho entre los resultados de Google para encontrar listados de marcas que s¨ª y de marcas que no: de ¡®marcas buenas¡¯ que no abusan de los animales y de ¡®marcas malas¡¯, que s¨ª lo hacen. ?El principal argumento contra estas ¨²ltimas? Que vendan en China. Pero la diferenciaci¨®n es mucho m¨¢s complicada hoy: haber entrado en el pa¨ªs ya no es sin¨®nimo de testar en animales. ¡°No es necesario testar todos los cosm¨¦ticos ni todos los ingredientes¡±, se?ala Sada, ¡°Unicskin no lo hace y comercializa sus productos en China y Hong Kong¡±. Hasta el 2015 el gigante asi¨¢tico exig¨ªa como requisito demostrar sobre animales que los cosm¨¦ticos eran inofensivos, pero la norma qued¨® abolida hace cuatro a?os en el caso de cumplir dos supuestos: que los productos no fueran importados ni tuvieran un uso especial como tintes o blanqueadores. De esta norma m¨¢s laxa se aprovecharon por ejemplo Dove o Herbal Essences, que optaron por producir sus cremas o sus champ¨²s all¨ª. Pero no es el ¨²nico atajo que han tomado las casas de belleza para evitar las pruebas en animales, que ya no son requeridas en territorios como Hong Kong o Taiw¨¢n.
En julio se desataba la pol¨¦mica cuando Fenty Beauty, la exitosa ense?a de Rihanna autoproclamada cruelty free, aterrizaba en China. ?Nunca probamos productos o ingredientes en animales, ni permitimos que proveedores o afiliados realicen pruebas en nuestro nombre¡±, alega la compa?¨ªa en sus FAQ¡¯s. En este caso, se vale de un operador transfronterizo para evitar el abuso animal. Como explicaba hace unos d¨ªas Business of Fashion, ¡°Fenty Beauty, Drunk Elephant, Charlotte Tilbury, Kora Organics o The Ordinary est¨¢n a la venta en Tmall Global, la plataforma transfronteriza de Alibaba. El CEO de Drunk Elephant, Tim Warner, dijo abiertamente que el movimiento le sirve a la marca para eludir el testado en animales hasta que cambie la regulaci¨®n¡±.?Y es que las plataformas de comercio electr¨®nico como Tmall Global, Xiaohongshu y JD Worldwide se adhieren a una legislaci¨®n especial fronteriza que permite a las marcas enviar productos desde el extranjero, desde Hong Kong o desde dep¨®sitos aduaneros. Las tiendas online afirman que, dado que los clientes venden en mercados internacionales, no necesitan registrarse para importar sus productos como lo har¨ªan si entraran a vender desde un espacio f¨ªsico.
Las controversias de un sello redundante
A un panorama ya de por s¨ª complicado se suman los sellos que presumen de garantizar procesos que no da?an a los animales. Aunque estrictamente hablando solo garantizan que las compa?¨ªas no testen y no entran a valorar procesos productivos como ciertos cultivos, que pueden ser especialmente da?inos para la fauna local. Tambi¨¦n juegan en su contra su funcionamiento, en ocasiones opaco, su requisito econ¨®mico para auditar a una empresa o la competencia desleal que suponen frente a las firmas que no tiran de este reclamo (y tampoco testan). ¡°Hay diversos sellos cruelty free, not tested in animal, animal friendly¡ Todos ellos de entidades privadas o no oficiales. Parte de ellos se crearon en la ¨¦poca en que no hab¨ªa una legislaci¨®n clara sobre experimentaci¨®n en animales, pero hoy en d¨ªa tienen poco sentido. No acreditan nada diferente a lo que de por s¨ª tiene que cumplir cualquier producto para salir al mercado europeo¡±, cree Sansi.
Las organizaciones sin ¨¢nimo de lucro defienden su postura hasta que estas pr¨¢cticas sean abolidas en todo el globo. Kerry Postlewhite, directora de asuntos p¨²blicos del sello Cruelty Free International, contesta por mail a S Moda: ¡°La UE proh¨ªbe la experimentaci¨®n con animales, lo que ha sido un gran avance inspirando legislaci¨®n en todo el mundo y estimulando el desarrollo de m¨¦todos de experimentaci¨®n sin animales. A nivel mundial, los consumidores est¨¢n haciendo o¨ªr su voz: quieren cosm¨¦ticos sin crueldad. En octubre de 2018, junto con The Body Shop, Cruelty Free International llev¨® a la ONU la asombrosa cifra de 8,3 millones de esas voces de m¨¢s de 60 pa¨ªses para pedir un fin global al uso de animales en las pruebas de cosm¨¦ticos. Hasta que acabemos con el uso de las pruebas con animales en cosm¨¦ticos en todas partes y para siempre, el movimiento de cosm¨¦ticos sin crueldad continuar¨¢¡±.
Un movimiento necesario, pero un certificado controvertido. El qu¨ªmico Perry Romanowski ampliaba en su podcast, The Bauty Brains, las contradicciones de diferenciar productos de la competencia con este alegato: ¡°Decir que tus productos son cruelty free autom¨¢ticamente implica que otras marcas que no lo dicen son malvadas asesinas de conejitos. Y esto no es verdad. La realidad es que en Estados Unidos las compa?¨ªas han abolido el testado en animales principalmente porque sale muy caro, porque es una pesadilla para los equipos de comunicaci¨®n y porque se testa mejor con otros m¨¦todos. El reclamo de ¡®libre de crueldad animal¡¯ es trasnochado y enga?oso. Es marketing moralista que pinta a sus competidores como inmorales¡±.
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