El sorprendente (y precioso) resurgir del gorro de ducha

En la primavera de 2017 Miuccia Prada coron¨® a las modelos de Miu Miu con un accesorio muy poco de moda: el gorro de ba?o. Solo ella pod¨ªa hacer deseable y fotog¨¦nico un complemento tan poco atractivo (es un hecho: no favorece a nadie) asociado al marujeo dom¨¦stico. Sin embargo, aquella propuesta no pas¨® de las portadas de algunas revistas rendidas a su preciosa est¨¦tica vintage. Algo s¨ª debi¨® calar porque tres a?os despu¨¦s y gracias a las redes sociales, el gorro de ducha se est¨¦ convirtiendo en un nuevo objeto de culto entre quienes m¨¢s cuidan su cabello. Distintas emprendedoras de todos los rincones del mundo han abierto a estos gorros una ins¨®lita puerta a la tendencia: ya no son de pl¨¢stico, ni antiest¨¦ticos. Les atribuyen propiedades para cuidar el cabello, evitar el encrespamiento y prolongar un moldeado. Adem¨¢s de ser bonitos, encajan muy bien en el discurso actual de reutilizar las cosas (nada de desechables) y de ser m¨¢s conscientes de nuestros h¨¢bitos (menos lavados, menos agua, menos champ¨²s, menos residuos). Pero hay algo m¨¢s que les ha dado una nueva visibilidad: la pandemia.

¡°Llevo uno de vuestros gorros de ducha como equipo de protecci¨®n personal en el hospital. ?Hay alguna forma en la que pudierais hacer una donaci¨®n a nuestro equipo? Estamos en primera l¨ªnea en la atenci¨®n de pacientes embarazadas con COVID¡±. A este mensaje, enviado por una enfermera llamada Michelle a la marca Shhhowercap se le sumaron tantos otros de otras m¨¦dicos y sanitarias, poniendo en marcha una acci¨®n solidaria que conectaba a las compradoras de uno de sus bonitos gorros de ducha (que tambi¨¦n son antibacterianos y lavables a m¨¢quina) tan presentes en Instagram (tienen casi 50.000 seguidores) con el personal de varios hospitales estadounidenses.

Tal y como cuenta su propia fundadora, Jacquelyn De Jesu, en su p¨¢gina, todo empez¨® con una b¨²squeda en Google, all¨¢ por 2013. ¡°Como la mayor¨ªa de las mujeres, no me lavaba el pelo todos los d¨ªas. Simplemente, no lo hac¨ªa. No importa si era porque intentaba estirar un poco m¨¢s el d¨ªa o simplemente porque no ten¨ªa tiempo para lavarlo y peinarlo antes de salir corriendo a una reuni¨®n matutina. Tambi¨¦n sab¨ªa por blogs y revistas que era m¨¢s saludable reducir el uso de champ¨²s y evitar el peinado con calor tanto como fuera posible. B¨¢sicamente, era m¨¢s f¨¢cil y creo que el champ¨² seco existe por una raz¨®n. Sin embargo, ten¨ªa un gorro de ducha que nunca us¨¦ porque lo odiaba. No funcionaba bien y era un dolor cada vez que me lo pon¨ªa. As¨ª que, en cambio, decid¨ª sujetarme el pelo en un mo?o y bailar alrededor de la ducha con la esperanza de que mi cabello no se mojara. Como todos sabemos, si lo has probado, no es una buena soluci¨®n. Estaba cansada de este baile. Entonces, decid¨ª buscar un gorro de ducha nuevo. Quer¨ªa algo mejor¡±, dice esta emprendedora.

Lo que le anim¨® en su proyecto no fue que no encontrara nada en Google, sino lo que s¨ª que encontr¨®. Busc¨® ¡°gorro de ducha bonito¡±, ¡°mejor gorro de ducha¡± y ¡°gorro de ducha a la moda¡± y le salieron ¡°un mont¨®n de opciones horribles. Todo lazos con volantes, estampados cursis, sat¨¦n, lentejuelas, brillos, todo. Fue fatal. Por no olvidar la categor¨ªa de pl¨¢sticos baratos decorados con ranas, fresas y conos de helado¡±. Y ten¨ªan, para colmo, una forma ¡°de lo m¨¢s hortera¡±.

De Jesu dedic¨® el a?o siguiente a aprender todo lo que pudo sobre tecnolog¨ªas de impermeabilizaci¨®n, fabricaci¨®n, telas y dise?os. A cada persona que conoc¨ªa le preguntaba si se lavaba el pelo todos los d¨ªas (¡°todo un rompehielos¡±) y qu¨¦ opinaba sobre los gorros de ducha. De ah¨ª concluy¨® que lo del estilo era solo la punta del iceberg, porque hab¨ªa que solucionar un mont¨®n de problemas de funcionalidad. En 2015 lanz¨® su marca de gorros de ducha y vendi¨® todo su inventario en unas pocas semanas. Despu¨¦s lleg¨® Instagram, los casi 50.000 seguidores y la constataci¨®n de que hab¨ªa un hueco en el mercado para gorros de dise?o y funcionales. Hoy se venden en p¨¢ginas de lujo como Net-¨¤-Porter o en tiendas de belleza como Sephora.

Como Shhhowercap, hay otras marcas que han redise?ado el concepto del gorro de ducha y que tienen gran ¨¦xito en Instagram. Es el caso de la australiana Louvelle (famosa por sus gorros en forma de turbantes, con m¨¢s de 76.000 seguidores), la californiana Kitsch (con m¨¢s de 350.000 followers, que hace gorros de lujo con bonitos estampados) o la neoyorquina Briogeo (con m¨¢s de 360.000 fans y que comenz¨® como una marca de cuidado para el cabello). Lo que todas ellas tienen en com¨²n es que no solo han incorporado la est¨¦tica y la funcionalidad a este accesorio, sino que adem¨¢s han investigado para convertirlo en una herramienta que protege y cuida la salud del cabello.

Su primera ventaja es la de eliminar el encrespamiento que produce la humedad de la ducha, pero sus usuarias le reconocen distintos usos: una mujer llamada Cait, por ejemplo, cuenta en Instagram que ella utiliza el suyo (de Shhhowercap) para sus tratamientos de noche.

Al ser impermeable, permite ponerse una mascarilla capilar nocturna sin miedo a arruinar la almohada y, como es lavable en la lavadora, no queda residuo alguno. Otra joven, Diana, cuenta en Instagram que ella lo ha utilizado para ¡°todo¡±, desde la ducha a entrenar, pasando por su rutina de limpieza y cuidado facial, e incluso broncearse.

Y as¨ª, con una mezcla de tecnolog¨ªa y gusto, es como el gorro de ducha ha saltado la barrera de lo funcional a la moda. De lo ¨ªntimo a Instagram.