¡®Kintsugi¡¯ o c¨®mo hacer frente a las adversidades de la vida al estilo japon¨¦s
La coach C¨¦line Santini propone en su nuevo libro recomponerse de las circunstancias negativas ensamblando piezas de porcelana con oro
Si algo nos ense?an todos los libros y estudios de psicolog¨ªa es que las circunstancias de la vida son las que son y poco podemos hacer al respecto. Sin embargo, lo que s¨ª est¨¢ en nuestra mano es la forma de afrontar y sobrellevar esas situaciones. Al fin y al cabo, aunque a dos personas les ocurra un mismo suceso, est¨¢ comprobado que probablemente no supondr¨¢ lo mismo para sus trayectorias vitales.
Esta es b¨¢sicamente la idea de resiliencia, es decir: la capacidad de las personas para hacer frente a las adversidades. Una habilidad que no solo depende de la personalidad, sino tambi¨¦n de c¨®mo nos influyen las sociedades en las que vivimos.
Una cultura que ha tratado mucho sobre este concepto es la japonesa. Y esta es la idea que defiende la coach de desarrollo personal C¨¦line Santini?en su ¨²ltimo libro: Kintsugi, el arte de la resiliencia.
El kintsugi no es sino una t¨¦cnica centenaria japonesa mediante la que se reparan objetos de cer¨¢mica rotos, uniendo las piezas con oro. La clave est¨¢ en mostrar la belleza de esas grietas al recomponerse, en vez de esconderlas. As¨ª la experta defiende que ¡°la herida es inici¨¢tica, desde una perspectiva espiritual, y transformarla lenta y pacientemente en oro es un proceso alqu¨ªmico¡±.
Para ser capaces de sanar las heridas y eliminar fantasmas, la experta propone en este libro un camino en seis etapas, en una met¨¢fora del propio arte del kintsugi:
1. Rompe
Insiste en que es normal sufrir por un acontecimiento adverso que llega de improviso pero que, tras dejarse llevar por ese dolor, hay que aceptar la situaci¨®n y ¡°recoger los a?icos¡±. As¨ª, con la met¨¢fora del jarr¨®n roto, propone dar una segunda oportunidad al objeto en vez de tirarlo, es decir, nos damos una segunda oportunidad a nosotros mismos. Para ello es necesario elegir c¨®mo vamos a reparar la situaci¨®n y visualizar c¨®mo puede llegar a quedar despu¨¦s de este proceso de transformaci¨®n. Ante esta idea, la coach recuerda que ¡°cuando decides arreglar algo roto, no solo reconoces su valor, sino que lo multiplicas, porque sientes mayor apego. Como en el arte del kintsugi, si tomas las riendas de tu vida, a pesar de todo lo que has sufrido, te haces un regalo extraordinario: tu amor propio¡±.
2. Ensambla
Si la decisi¨®n ya est¨¢ tomada, el siguiente paso es el de ponerse manos a la obra, pero no a lo loco, sino elaborando un plan de acci¨®n. ¡°Del mismo modo que el material para el kintsugi se re¨²ne con cuidado y plena consciencia, debes prepararte antes de emprender el proceso de curaci¨®n. Rec¨®gete y mu¨¦vete con lentitud, como si te dispusieras a acometer algo sagrado: tu propia transformaci¨®n¡±, relata Santini. Todo ello precisa tener claras cu¨¢les son las piezas de este puzle, y de qu¨¦ manera vamos a ensamblarlas. A ser posible, se trata de hacer las cosas diferentes ya que, seg¨²n la experta, cuando nos tomamos tiempo para observarnos desde fuera es cuando nos damos cuenta de que hay comportamientos que reproducimos inconscientemente y que pueden actuar casi ¡°como un veneno¡±. Es por ello que en este caso el aglutinar las piezas no debe ser la obsesi¨®n que ayude a llenar el vac¨ªo (por ejemplo comer por ansiedad), sino tomarse tiempo para encontrar algo que nos calme pero que tambi¨¦n nos haga sentir mejor con nosotros mismos (bailar, pintar, cocinar, hacer deporte, leer¡).
3. Espera
Para que la recomposici¨®n de nuestro objeto, o nuestra vida, tenga un buen resultado se necesita tiempo. Por ello, una vez que montemos las piezas, tambi¨¦n hace falta trabajar para que ¨¦stas no se muevan de su sitio y mantenerlas en el tiempo. Tambi¨¦n es necesario respirar y reflexionar. ¡°Durante a?os pens¨¦ que la ¨²nica soluci¨®n era la acci¨®n, siempre m¨¢s deprisa, siempre m¨¢s lejos ?-cuenta la coach-, pero a veces uno necesita reposar las cosas para que se aclaren. Que el inconsciente trabaje a su ritmo y los pensamientos maduren¡±. Por ello en esta fase es importante ser paciente y tambi¨¦n aprovechar el tiempo para ¡°limpiar¡±, no solo en el sentido metaf¨ªsico, sino sobre todo en el terrenal, lo que se traduce por ¡°cuidarse y prestar especial atenci¨®n al cuerpo¡±. Nada mejor que dejar descansar los pensamientos regal¨¢ndose una sesi¨®n de spa o un masaje corporal.
4. Repara
Una vez que las piezas est¨¢n asentadas, ahora hay que pulir el resultado, lo que supone acabar con las irregularidades y los desperfectos que a¨²n son visibles, concentrarse en c¨®mo mejorarlos, y a?adir al resultado una ¨²ltima capa de laca para fijarlo. ¡°La vida tambi¨¦n te invita a extender armoniosamente una capa fina y regular tus actos con?buenos principios ¡± que, seg¨²n C¨¦line Santini, no deben quedarse solo en buenas intenciones. Esto tambi¨¦n supone reanimarse a uno mismo para ¡°luchar contra la fuerza de la inercia¡±, ya que ¡°a veces en la vida, atrapados en la rutina, nos olvidamos de un peque?o detalle: vivir¡±.
5. Revela
En el arte del kintsugi esta etapa corresponde a la aplicaci¨®n del polvo de oro en las cicatrices del objeto, y en dar brillo al mismo para acercarse al resultado final. Aplicar esto al proceso de reconstrucci¨®n personal supone darse permiso de volver a estar alegre, de volver a brillar. ¡°A?ade lentejuelas y magia a tu vida, haz locuras, cosquillas, juega al escondite y salta en un cama el¨¢stica, al¨ªate con el ni?o o ni?a traviesa que llevas dentro, destern¨ªllate de risa, ?transforma tus heridas en carcajadas y reconc¨ªliate con tu maestro interior¡±. Poco a poco se tomar¨¢ conciencia de lo f¨¢cil que ha sido dejar de disfrutar de estas peque?as cosas, y de lo dif¨ªcil que ha sido volver a recuperarse. Por ello, la coach insiste:?¡°acabas de curarte, as¨ª que prot¨¦gete de todo aquello que pueda hundirte¡±, por ejemplo de ¡°las personas negativas que siempre te chupan la energ¨ªa¡±.
6. Sublima
La reparaci¨®n ya est¨¢ hecha, por lo que esta etapa no se centra en una acci¨®n, sino del proceso de disfrutar del trabajo bien hecho. Admirar y contemplar la obra, tomarse tiempo para sentir el resultado, asumir las cicatrices visibles con orgullo y exponer la creaci¨®n a las personas que nos importan. As¨ª, C¨¦line Santini concluye explicando que ¡°la met¨¢fora del kintsugi transmite un mensaje de esperanza, recuerda que las cosas pueden repararse¡±, por lo que en este punto es bueno sentirse ¡°orgulloso de tus progresos, de la belleza de tus imperfecciones y de tu recorrido vital¡±. Por ello, como ¨²ltimo paso la coach aconseja compartir esta experiencia con los dem¨¢s, puesto que al fin y al cabo, todo el mundo ha de enfrentar adversidades en un momento u otro.
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