?Por qu¨¦ nos negamos el derecho a estar tristes?
Rechazar la tristeza no acaba con ella. El elogio a este sentimiento de la ¨²ltima pel¨ªcula de Pixar nos hace replantearnos c¨®mo encaramos nuestras emociones negativas.
La crisis en el cerebro de la joven protagonista de la pel¨ªcula Del rev¨¦s se desencadena con el estr¨¦s de una mudanza. Una suma de frustraciones hace que aflore una emoci¨®n que hasta ese momento no hab¨ªa tenido demasiado peso: la tristeza. La esp¨ªdica y positiva alegr¨ªa, hasta entonces capitana de las emociones de la ni?a, observa con horror c¨®mo los recuerdos vitales de esta comienzan a volverse tristes y decide resolver el problema encerrando a la tristeza en un c¨ªrculo de tiza. A trav¨¦s de un viaje en paralelo por el mundo interior y exterior de la preadolescente, el ¨²ltimo ¨¦xito de Pixar nos ense?a que bloquear las emociones es un grave error.
¡°En el mundo actual es bastante com¨²n negar la tristeza¡±, afirma la psicoterapeuta Gestalt Lola S¨¢nchez Lebrato, "nuestra cultura del bienestar niega todo lo que tenga que ver con el dolor¡±. Ella lo comprueba semanalmente con pacientes que le relatan episodios tristes de su vida con una sonrisa en la cara. A veces, incluso ri¨¦ndose.
Ocurre todos los d¨ªas, dentro y fuera de la consulta. ?Qui¨¦n no conoce a alguien que tras una ruptura sentimental se ha fundido la cartera en copas y ha bailado hasta las seis de la ma?ana, como si en vez de haber roto con su pareja estuviera celebrando que no le ha quedado ninguna asignatura para septiembre? Aunque los amigos puedan deducir por sus salidas fren¨¦ticas que esta persona es totalmente insensible a lo que ha ocurrido, muchas veces la huida hacia adelante se produce de manera inconsciente. ¡°El bloqueo de una emoci¨®n puede ser un mecanismo autom¨¢tico de protecci¨®n. Cuando la tristeza y otras emociones desagradables son muy intensas o nos generan sensaci¨®n de descontrol, tendemos a negarlas. Lo cual, en general, tiende a amplificarlas¡±, explica Gonzalo Herv¨¢s, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y experto en emociones y psicolog¨ªa cl¨ªnica.
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?Qu¨¦ puede ocurrir si no dejamos fluir la tristeza?
El profesor Herv¨¢s responde que en ocasiones pueden generarse trastornos de ansiedad o de somatizaci¨®n, como problemas dermatol¨®gicos o del aparato digestivo. ¡°Aunque la mayor¨ªa de las veces la consecuencia es la depresi¨®n¡±, afirma, ¡°por ejemplo, cuando tras una muerte cercana la persona no es capaz de vivir el duelo con normalidad¡±.
A la hora de darle rostro a la tristeza, los creadores de Del rev¨¦s eligieron un personaje gordo, con gafas y un jersey de cuello vuelto pasado de moda: un estereotipo de lo que nuestra sociedad considerar¨ªa impopular. ¡°Desde peque?os aprendemos que la expresi¨®n de la tristeza no est¨¢ muy bien aceptada, nos empiezan a castrar esa emoci¨®n dici¨¦ndonos: no llores, no pasa nada¡±, afirma la psic¨®loga S¨¢nchez Lebrato, ¡°las personas tienen la sensaci¨®n de que si se muestran tristes ante los dem¨¢s no les van a aceptar¡±.
¡°Los caracteres optimistas y las personas impulsivas son especialistas en negar la tristeza¡±, prosigue Lola. ¡°Cuando una amiga o un familiar les comunica que le han detectado un c¨¢ncer de mama, una respuesta muy com¨²n es: ¡°Bueno, bueno, si eso est¨¢ ahora muy controlado, ?no hay problema!¡±¡±.
Pero negar la tristeza no acaba con ella, de igual modo que construir un dique no hace que se evapore el agua. La psicoterapeuta ha tratado a pacientes a quienes esa pena que no se proces¨® en su momento les ha brotado a?os despu¨¦s. Esas personas acaban reconociendo, por ejemplo, que cuando muri¨® su padre no fueron capaces de llorar, o que cuando su hijo sufri¨® un accidente tuvieron que hacerse fuertes para asumir todo lo que se le ven¨ªa encima a la familia.
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Beneficios de la tristeza (que los hay)
Junto a la ira, la alegr¨ªa, el asco, el miedo y la sorpresa (esta ¨²ltima, por cierto, sin personaje en la pel¨ªcula de Pixar), la tristeza es una de las seis emociones elementales que se generan en el sistema l¨ªmbico de nuestro cerebro, concretamente, en la am¨ªgdala cerebral. Gonzalo explica que su activaci¨®n no depende solamente del entorno: ¡°Lo que percibimos, lo que interpretamos, nuestra personalidad y nuestros recuerdos son cuatro elementos clave en el proceso de generaci¨®n de emociones a nivel psicol¨®gico¡±.
El miedo nos pone alerta para reaccionar con rapidez ante una amenaza; el asco produce respuestas de escape ante situaciones potencialmente da?inas; la ira moviliza gran cantidad de energ¨ªa para actuar sobre un comportamiento externo que consideramos injusto. Todas las emociones provocan reacciones fisiol¨®gicas y motoras encaminadas a promover una respuesta determinada. ¡°En el caso concreto de la tristeza lo que se genera es inactividad y desmotivaci¨®n, as¨ª como un ligero aumento de la actividad cardiaca y neurol¨®gica. Sirve para fomentar la reflexi¨®n y el an¨¢lisis tras una p¨¦rdida o un fracaso, para ahorrar energ¨ªa despu¨¦s de una ¨¦poca de mucho desgaste o para pedir ayuda y evocar comportamientos de cuidado en otros¡±, desarrolla el investigador.
Este ¨²ltimo aspecto es clave, porque las emociones tambi¨¦n cumplen una funci¨®n social. Observar la expresi¨®n de las emociones en los dem¨¢s nos permite anticipar sus reacciones y adaptar nuestra conducta. Si estamos discutiendo con alguien y vemos que empiezan a llorarle los ojos, probablemente sintamos empat¨ªa y nos apacig¨¹emos un poco, algo que no ocurrir¨¢ si esa persona finge que lo que le decimos no le est¨¢ afectando. Negando la tristeza, adem¨¢s de empeorar las cosas, tambi¨¦n nos estamos perdiendo la ocasi¨®n de recibir un abrazo largo y cari?oso que nos recuerde, en un momento vulnerable, que no estamos solos en el mundo.
?Pastillas a la m¨ªnima? No
El profesor Herv¨¢s es especialista del campo de la regulaci¨®n emocional y recomienda ¡°vivir las emociones de forma equilibrada, ni d¨¢ndoles la espalda, ni volc¨¢ndonos en ellas en exceso olvidando el resto de nuestra vida¡±. Suena como algo sencillo de hacer, pero no debe de serlo tanto cuando el consumo de ansiol¨ªticos y antidepresivos crece en Espa?a sin parar desde el a?o 2000. Los psiquiatras se quejan de que los pacientes solicitan medicaci¨®n a la m¨ªnima para suprimir emociones que se disipar¨ªan solas dej¨¢ndolas reposar el tiempo suficiente.
Narc¨ªs Cardoner es psiquiatra y responsable del Proceso de Depresi¨®n y Ansiedad del departamento de Salud Mental de Parc Taul¨ª Sabadell, utiliza t¨¦cnicas de neuroimagen basadas en resonancia magn¨¦tica para visualizar qu¨¦ ¨¢reas de nuestro cerebro se activan cuando reaccionamos a las distintas emociones. ¡°Estamos viendo que las personas que utilizan regiones asociadas con el pensamiento abstracto y racional consiguen regular mejor la respuesta emocional que aquellos en los que predominan las respuestas m¨¢s inmediatas¡±.
Y pone un ejemplo: ¡°Si has sufrido una decepci¨®n porque tu jefe te ha dicho que has entregado un trabajo horrible, puedes pensar que eres un in¨²til, que lo has intentado pero que no sirves para esto y que mejor lo dejas. En cambio, si analizas en positivo y piensas que tu jefe y t¨² ten¨¦is puntos de vista diferentes, buscas una alternativa e introduces algunos cambios, consigues darle un sentido a lo que ha ocurrido. El malestar lo vas a tener igual, pero has atenuado la emoci¨®n y eso te ha permitido seguir avanzando¡±.
La obligaci¨®n de ¡°estar¡± feliz
¡°Nuestra sociedad cada vez tiene menor tolerancia a cualquier tipo de sufrimiento y malestar. La necesidad de sentirnos felices hace que muchas veces no soportemos convivir con la tristeza¡±, reflexiona Narc¨ªs. ¡°Debemos aprender a aceptar que no siempre vamos a conseguir lo que queremos y que, adem¨¢s, vamos a sufrir p¨¦rdidas¡±.
Aspiramos a un trabajo en el que nos sintamos totalmente realizados, pero que tenga un buen sueldo y nos deje tiempo libre; experiencias nuevas, viajes ex¨®ticos y, tambi¨¦n, ahorrar; queremos cultivar nuestros lazos familiares sin renunciar a tener tiempo para nosotros mismos el fin de semana; una relaci¨®n amorosa duradera en la que jam¨¢s se apague la chispa. La paradoja de la b¨²squeda de la felicidad en todos los aspectos de la vida es que nuestras posibilidades de frustraci¨®n aumentan. Y la frustraci¨®n invoca a su vez a la tristeza, lo ¨²ltimo que est¨¢bamos buscando.
Las buenas noticias son que ese camino tambi¨¦n puede recorrerse en el sentido contrario. El c¨®mico estadounidense Louis C.K. explicaba la maravillosa experiencia que hab¨ªa sentido al dejar que la tristeza le ¡°golpeara como un cami¨®n¡± cuando, en lugar de huir del sentimiento de soledad, decidi¨® entregarse a ¨¦l. ¡°Empec¨¦ a llorar de una manera brutal y fue precioso¡±, rememoraba en el programa de Conan O¡¯Brien, ¡°la tristeza es po¨¦tica¡±. El premio por acoger esa emoci¨®n que tanto tiempo llevaba negando fue una liberaci¨®n de tensi¨®n y un espectacular chute de hormonas que le arregl¨® el d¨ªa. La entrevista conclu¨ªa con la siguiente reflexi¨®n: ¡°Es una pena que por no enfrentarte a ese primer momento duro de la tristeza la bloquees (¡) porque as¨ª nunca vas a sentirte completamente triste, ni completamente feliz¡±.
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