Cuando el pecho es demasiado grande: pasar por una cirug¨ªa est¨¦tica no para verse mejor, sino para sentirse mejor
La cantante Rigoberta Bandini o la influencer Mar¨ªa Pombo han hablado recientemente de sus intervenciones de reducci¨®n de pecho. Aunque el motivo principal de esta cirug¨ªa es cl¨ªnico, el dolor de espalda, no est¨¢ incluida en la sanidad p¨²blica (excepto en casos muy extremos).
¡°Paremos la ciudad, sacando un pecho fuera al puro estilo Delacroix¡±, canta?Rigoberta Bandini en Ay, mam¨¢ en el Benidorm Fest, compitiendo por representar a Espa?a en la pr¨®xima cita de Eurovisi¨®n. En el mismo tema la artista se pregunta tambi¨¦n qu¨¦ tendr¨¢n los pechos femeninos para causar tanto alboroto, ¡°no s¨¦ por qu¨¦ dan tanto miedo nuestras tetas¡±. Ella lo cat¨® en sus carnes cuando a principios de mes se le ocurri¨® mostrar un poco de las suyas sobre el escenario de un concierto en Logro?o.
Se gan¨® el trending topic del d¨ªa, la consecuente ola de odio y hasta ser musa de alguno de esos columnistas que transita perdido entre el siglo pasado y 2022. A uno se le ocurri¨® decir, sin aparente iron¨ªa, que el pecho femenino no puede quejarse: sufre menos censura que el pene, porque tetas se ven en cualquier pel¨ªcula.
Lo que no dice esta canci¨®n es que la ya c¨¦lebre teta de Rigoberta Bandini pas¨® por una cirug¨ªa de reducci¨®n. As¨ª lo suger¨ªa en su anterior canci¨®n, Julio Iglesias, que inclu¨ªa una misteriosa estrofa: ¡°Quer¨ªa ser atleta y se cort¨® las tetas¡±. Y as¨ª lo contaba en una entrevista en EL PA?S el pasado mes de noviembre: ¡°Cuando todav¨ªa jugaba con mu?ecas empec¨¦ a sentir miradas lascivas porque mi cuerpo se hab¨ªa desarrollado muy pronto. Odi¨¦ mis pechos mucho tiempo. Con 20 a?os pas¨¦ por un quir¨®fano para reducir su tama?o¡±.
Censurado en Instagram y sexualizado en la cultura popular, el pecho femenino es capaz de encender audiencias.?Especialmente si es m¨¢s grande de lo que al canon le parece aceptable: ¡°Si me pongo un escote m¨ªnimo mis tetas se convierten en el centro de todas las miradas¡±, dice Alicia, de 31 a?os. Ella hasta hace poco ha mantenido una relaci¨®n complicada con su pecho y, como Bandini, lleg¨® a plantearse operarlo. ¡°Igual lo hago m¨¢s adelante, cuando sea madre¡±.
S¨ª lo hizo Marta, 27 a?os: ¡°No fui una adolescente con mucho pecho, pero me creci¨® muy r¨¢pido y en poco tiempo. Ten¨ªa una copa E¡±. Ahora, con una B, dice haber recuperado la confianza, pero eso no resta importancia al hecho de que mostrar su cuerpo de una forma natural le hiciese sentir avergonzada: ¡°Me vest¨ªa disimulando, sent¨ªa que la gente miraba. Me encanta comprarme ropa y antes estaba llena de limitaciones que seguramente me pon¨ªa yo misma. Por ejemplo encontrar un biquini era una pesadilla¡±. La experiencia es com¨²n a muchas mujeres: la cantante Billie Eilish ha explicado en m¨²ltiples ocasiones que durante mucho tiempo se llev¨® ropa holgada para no ser sexualizada por sus pechos grandes.
Sin embargo, el motivo m¨¢s com¨²n que alegan las mujeres que se someten a una mamoplastia de reducci¨®n, seg¨²n?la Sociedad Espa?ola de Cirug¨ªa Pl¨¢stica, Reparadora y Est¨¦tica (SECPRE), no es evitar las miradas ajenas, sino acabar con el dolor de espalda. ¡°Son las pacientes que han salido m¨¢s felices de mi quir¨®fano¡±, defiende el doctor Frank Lista a su paso por Madrid como ponente en el sexto congreso de la Asociaci¨®n Espa?ola de Cirug¨ªa Est¨¦tica Pl¨¢stica (AECEP). ¡°Yo estoy content¨ªsima¡±, afirma Inma, 32 a?os, que pas¨® por esta intervenci¨®n hace dos meses, pero ya ha recuperado la movilidad, ¡°hago mucho deporte, juego al f¨²tbol, y me encanta el hecho de poder saltar y correr sin tener ese peso que rebota¡±. Su vida ha cambiado en detalles m¨¢s superfluos, ¡°a la hora de buscar ropa, era imposible encontrar algunas prendas¡±; pero tambi¨¦n en aspectos fundamentales que afectaban a su calidad de vida: ¡°Los dolores de espalda eran continuos, estaba siempre con contracturas¡±.
La comodidad es una palabra que se ha repetido entre las mujeres consultadas para hacer este reportaje y que han decidido reducir el tama?o de su pecho. Tambi¨¦n lo mencionaba en Instagram la influencer Mar¨ªa Pombo, que la semana pasada pas¨® por quir¨®fano por este mismo motivo: ¡°Tener mucho pecho es muy bonito. A m¨ª me encanta, llevo teniendo mucho desde los 13 a?os y es una cualidad m¨ªa que me gusta, pero ha llegado un punto que se ha sobrepasado. Sobre todo despu¨¦s del embarazo de Mart¨ªn. Aparte de que me creciera, se me vaci¨® y, como pod¨¦is imaginar, hay menos m¨²sculo y m¨¢s piel, as¨ª que era mucho m¨¢s dif¨ªcil de controlar. M¨¢s peso que tiene que soportar mi cuello y m¨¢s dolor de cabeza. Entonces, por comodidad pura y dura, lo he decidido as¨ª¡±.
¡°Esta operaci¨®n tiene un ratio alto de satisfacci¨®n porque las pacientes de repente dejan de sentir dolor permanentemente, se sienten mejor, pueden moverse mejor, pueden hacer deporte sin problema. Es una operaci¨®n estupenda que adem¨¢s ha mejorado mucho sus resultados en los ¨²ltimos a?os¡±. Pero, aunque el motivo detr¨¢s de muchos de los procedimientos sea cl¨ªnico, un dolor cr¨®nico, la sanidad p¨²blica solo la incluye en casos muy extremos.
Quiz¨¢ sea una cirug¨ªa invisibilizada, de la que se habla poco, pero se trata de la tercera m¨¢s com¨²n en Espa?a solo por detr¨¢s del aumento de mama y la liposucci¨®n, seg¨²n la ¨²ltima encuesta publicada por la SECPRE. Adem¨¢s, seg¨²n la misma fuente se trata de la intervenci¨®n que experimenta mayor aumento en su demanda. ¡°La reducci¨®n mamaria s¨ª que se ha incrementado¡±, indica la Dra. Maritina Mart¨ªnez Lara, cirujana pl¨¢stica y vocal de ¨¦tica e intrusi¨®n de SECPRE, ¡°no solo se operan mujeres desde mediana edad en adelante (muchas esperaban a?os, a los embarazos o hasta que ya no pod¨ªan m¨¢s con el dolor de espalda). Ahora se operan tambi¨¦n mujeres m¨¢s j¨®venes¡±. Muchas, se?ala, aconsejadas por sus madres que acarrean a?os de sufrimiento, ¡°no apuran tanto y se lo plantean incluso aunque no sea el pecho tan tan grande¡±.
Una de las dificultades de la intervenci¨®n llega mucho antes de la anestesia y es gestionar las expectativas. En las cirug¨ªas de aumento es f¨¢cil mostrar el resultado con un implante, probar y pedir, como en un cat¨¢logo, qu¨¦ talla se quiere. La reducci¨®n no funciona igual: ¡°Es m¨¢s complicado porque no podemos mostrarles exactamente qu¨¦ talla van a tener. La operaci¨®n no es tan precisa¡±, indica Lista. Tampoco funciona a demanda, y tiene limitaciones. ¡°Yo ped¨ª que me lo dejaran lo m¨¢s peque?o posible¡±, cuenta Inma, pero un pecho grande tiene una estructura y el m¨ªo por ejemplo empezaba m¨¢s hacia la axila que otro m¨¢s peque?o, as¨ª que me he quedado con una 90 B¡±. Como cualquier operaci¨®n de este tipo, expone el doctor, ¡°es un compromiso entre dos partes: qu¨¦ quiere la paciente y qu¨¦ podemos ofrecer. Requiere hablarlo todo antes¡±. La recuperaci¨®n suele alargarse dos o tres semanas, pero las costuras tardan bastante m¨¢s en difuminarse. Aun as¨ª, a esta paciente le compensa: ¡°Aunque no se me fueran estas cicatrices, me merece la pena¡±.
Rigoberta Bandini, por su parte, s¨ª que hablaba de arrepentimiento en aquella entrevista: ¡°Ahora que lo veo con perspectiva me parece muy fuerte la presi¨®n que recibimos las mujeres sobre nuestros cuerpos para llegar a tomar decisiones como esta¡±. Su oda a la mama reivindica una parte del cuerpo femenino sobre el que sin duda la sociedad tiene que posar una mirada diferente.
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