Seis formas de aprovechar tiempo en el transporte p¨²blico

Cuando hacemos un recuento de c¨®mo gastamos las horas de nuestro d¨ªa, muchas veces no nos cuadran las cuentas. Si estamos ocho horas en la oficina, ?por qu¨¦ entonces pasamos tantas horas fuera de casa? Una de las respuestas puede ser que parte de nuestra vida se nos vaya en trayectos de ida y vuelta en el transporte p¨²blico.

?Pero tiene que ser tiempo perdido? Bien pensado, ir en transporte en vez de en coche, adem¨¢s de evitarnos el estr¨¦s de los atascos y los gastos en gasolina, nos deja m¨¢s tiempo para nosotros. Todo depende de c¨®mo lo empleemos. Si eres de los que seg¨²n consigue sentarse, se engancha el m¨®vil y se pasa el rato nada m¨¢s que cotilleando a sus amigos en las redes sociales, y dej¨¢ndose los dedos contestando mensajes de Whatsapp, te damos otras opciones para aprovechar m¨¢s tus trayectos, y ganarle horas al d¨ªa.

1. Terminar tareas pendientes: Lo reconocemos, somos un poco adictos al trabajo, y aunque apaguemos el ordenador de la oficina, nos seguimos llevando parte del trabajo a casa, sobre todo por culpa de los smartphones que nos tienen conectados a cualquier hora. Si cuando llegas a casa quieres desconectar del todo, quiz¨¢s ese tiempo en el transporte sea un buen momento para finiquitar esas tareas pendientes. Roberto Luna, catedr¨¢tico de Organizaci¨®n de Empresas de la Universidad de Valencia, explica que ¡°en temas de gesti¨®n de tiempo se suele decir de aprovechar estos espacios muertos, que estamos aislados bien esperando, o ?bien sentados en el viaje del metro o tren¡±, quiz¨¢s repasando una lectura de un informe, contestando alg¨²n email o incluso aprovechando para estudiar algo pendiente. Sin embargo, el experto insiste en que ?¡°estar muy centrado solo en el trabajo puede suponer perder perspectiva de otros frentes personales¡±, por lo que quiz¨¢s sea mejor descansar que seguir trabajando unas horas m¨¢s, a¨²n m¨¢s si viajamos por trabajo en tren o en avi¨®n.

2. Relajarnos del estr¨¦s diario: En vez de sumar estas horas de trayecto a nuestro horario laboral, la otra opci¨®n es aprovechar que estamos solos, sin tener que ocuparnos ni de la casa, ni de los ni?os o ni si quiera de nuestra vida social, para relajarnos y tomarnos un respiro, que nos ayude a afrontar nuestras obligaciones de otra manera. La psic¨®loga y coach Raquel Gargallo aporta que una de las cosas que podemos hacer es ¡°meditar¡±. Para ello explica que ¡°tenemos que dejar de pensar que meditar es mirar una vela y dejar la mente en blanco. Podemos meditar si cerramos los ojos o miramos un punto fijo y nos relajamos, siendo conscientes de c¨®mo nos sentimos y d¨¢ndonos ¨¢nimos como si fu¨¦ramos nuestro propio animador personal, recarg¨¢ndonos de energ¨ªa para afrontar el d¨ªa¡±. Quiz¨¢s eso de ponernos en modo zen en mitad del metro no nos salga tan natural, y para ello otra opci¨®n es relajar nuestra mente escuchando m¨²sica. A este respecto Gargallo expone que si bien la m¨²sica es una gran acompa?ante de nuestros viajes ¡°hay que tener en cuenta nuestro estado emocional, elegir una m¨²sica tranquila, o algo m¨¢s despierta para recargar pilas, pero sin que nos excite demasiado o nos entristezca seg¨²n nuestras emociones¡±.

3. Leer un buen libro: Si hay un placer que muchas veces dejamos para el transporte, porque no encontramos el momento adecuado en casa, es el de sumergirnos en un buen libro. Eva Olaya, directora de arte de Ediciones Vers¨¢til explica que el perfil de lector en nuestro pa¨ªs es sobre todo ¡°el de una mujer, con estudios universitarios, joven y urbana que prefiere la novela, en castellano y lo hace por entretenimiento¡±, y de hecho, muchas de las personas que nos encontramos leyendo en el tren o en el metro, se asemejan a esa definici¨®n, que tambi¨¦n coincide con el perfil de lectora de dicha editorial. ¡°Por nuestra parte, lo que tenemos muy en cuenta es el gramaje del papel y su incidencia en el peso de los libros, para fomentar esa lectura itinerante, la que te impulsa a llevar todo el d¨ªa el libro en el bolso y a abrirlo aunque el trayecto sea de 6 minutos, porque no te puedes resistir a averiguar ad¨®nde te llevar¨¢ la siguiente p¨¢gina¡±.

4. Escuchar la radio: Qui¨¦n va a trabajar en coche suele aprovechar para escuchar alg¨²n programa de radio, pero qui¨¦n va en transporte no siempre puede enganchar con su emisora favorita. Sin embargo, el transporte p¨²blico es el mejor lugar para escuchar nuestros podcasts acumulados. As¨ª lo explica Fernando Cano, de Onda Mujer, que de hecho asegura que ¡°las mayores horas de descarga coinciden con las horas de ocio. O a primera hora de la ma?ana (antes de entrar a trabajar). O a la hora de comida (entre dos y cuatro) y luego tras finalizar la jornada laboral por la noche¡±. Un dato m¨¢s es que a la hora de escuchar podcasts ¡°el dispositivo preferido es sin duda el m¨®vil, desde donde se pueden descargar f¨¢cilmente con WIFI¡±.

5. Dormir: Si ya tenemos controlado el tiempo que tardamos, y los madrugones son lo que peor llevamos, a veces lo ¨²nico que queremos hacer en ese rato es echar una cabezadita, siempre y cuando seamos capaces de no pasarnos de estaci¨®n. Diego Garc¨ªa-Borreguero, neur¨®logo y director del Instituto de Investigaciones del Sue?o de Madrid detalla que ¡°el sue?o que tiene lugar en un transporte p¨²blico suele estar condicionado por tres factores fundamentales: la posici¨®n corporal, ?ya que no podemos estar tumbados; el ruido y la luminosidad externa¡±. Pese a que estos factores externos tienen como consecuencia que el sue?o sea m¨¢s superficial que el que tiene lugar a lo largo de la noche, ¡°si es breve puede ser igualmente reparador. ?Por el contrario, si dormimos toda la noche en estas condiciones (en un avi¨®n, autom¨®vil), su efecto es menos reparador que cuando lo hacemos en la cama¡±.

6. Trabajar en nuestra vida sexual: Uno de los factores que muchas parejas alegan a la hora de quejarse de la falta de deseo, es la falta de tiempo para ponerse a pensar o imaginar c¨®mo mejorar su vida sexual. Lis Hern¨¢ndez, fundadora de Sexo Es Salud apuesta por aprovechar estos espacios para fantasear, y dejarnos de excusas. Algo tan sencillo como ¡°escribir una confesi¨®n er¨®tica en una nota que podamos entregar a nuestra pareja al regresar, y decirle: esto lo he escrito mientras iba al trabajo?.