Tonteo de baja intensidad: cuando tonteamos por la adrenalina sin intenci¨®n de ir m¨¢s all¨¢
Se suele relacionar el tonteo o el coqueteo con intenciones sexuales o amorosas, pero en ocasiones se hace solo porque es emocionante y nos masajea el ego. ?C¨®mo evitar malentendidos?
?Mi vanidad se ve¨ªa halagada, y por eso permit¨ª sus atenciones?. As¨ª explica Emma, la protagonista de la novela hom¨®nima de Jane Austen, por qu¨¦ se lanz¨® de cabeza a un flirteo bastante p¨²blico con alguien con quien muy pronto supo que no iba a tener nada. Era un chico amable, muy guapo, se entend¨ªan muy bien y eran un poco tal para cual, ?c¨®mo no dejarse llevar por ese tonteo inofensivo?
Doscientos a?os despu¨¦s ya no tenemos que justificarnos por haber hecho a nuestros amigos pensar ?uy, estos dos? al vernos interactuar con otra persona, pero seguimos reconociendo las se?ales de un coqueteo. Cuando es bien recibido y se convierte en algo rec¨ªproco ¡ªsi no lo es y hay insistencia, podr¨ªa cruzar la l¨ªnea hacia el acoso¡ª, es natural pensar que puede desembocar en algo rom¨¢ntico o sexual, pero, como Emma, muchas veces ese juego se hace por el puro placer de sentir que gustamos. Si ambas personas buscan lo mismo, ?el ratito es divertido?, admite Bea, de 34 a?os, que de todas formas dice que no suele ?tontear por tontear?.
Seg¨²n una revisi¨®n de literatura cient¨ªfica sobre el flirteo publicada en 2004 en Sex Roles: A Journal of Research, coqueteamos por seis motivos principales: facilitar un encuentro sexual, avanzar en una relaci¨®n rom¨¢ntica ya existente, divertirnos, explorar el potencial de una nueva relaci¨®n rom¨¢ntica, aumentar nuestra autoestima y conseguir que otro haga algo por nosotros. Es decir, de esas seis razones, solo tres est¨¢n relacionadas con un objetivo sexual o amoroso.
?Muchas personas utilizan el coqueteo sin desear un encuentro sexual, simplemente por la tensi¨®n que puede generar y la adrenalina de la posibilidad de lograrlo. Disfrutan coqueteando, aunque esta actitud no implique querer algo m¨¢s y decidan no continuar hasta el final?, explica la psic¨®loga y sex¨®loga Silvia Sanz, autora del libro Sexamor. Por supuesto, para que este flirteo de baja intenidad no tenga v¨ªctimas colaterales ni malentendidos, ?lo ideal es que ambas partes deseen lo mismo y puedan jugar a seducirse mutuamente y entre ambos decidan hasta d¨®nde quieren llegar o parar. El respeto por el otro es fundamental hasta en el tonteo?, aclara.
Deborah, de 36 a?os, es de esas personas a las que el flirteo les parece divertido. ?Siempre pens¨¦ que es parte de mi personalidad. Como que tengo un lado al que le gusta coquetear y a veces se lo permito?, asegura. Solo ha tenido alg¨²n malentendido cuando bailaba salsa ¡ª?ah¨ª s¨ª hab¨ªa confusiones y no me quedaba otra que decir ¡®sorry, solo busco bailar'?¡ª, pero en las ocasiones en las que no hab¨ªa un baile de por medio siempre han tenido todos claro que no hab¨ªa intenciones m¨¢s all¨¢.
Aun as¨ª, concede que parte del atractivo del flirteo es que sus motivaciones reales son dif¨ªciles de atrapar. ?El coqueteo es una intenci¨®n, una intenci¨®n de conquistar, y puede ser s¨²per elusivo, de decir ¡®ah, en ese gesto, palabra, broma, est¨¢ coqueteando¡¯. Por eso tambi¨¦n es tan divertido. Es divertido porque es elusivo, porque no es algo concreto como si te digo ¡®me gust¨¢s'?, asegura.
Adem¨¢s de esa simple diversi¨®n, el otro motivo principal que nos lleva a tontear sin objetivos sexoamorosos es el que ya mencionaba Emma: es un abracito para nuestra vanidad y autoestima. ?A nadie le amarga un dulce. El ego se infla un poquito cuando siente halagos sin m¨¢s. Y desde la conciencia de que solo es eso, puede ser hasta positivo para la autoestima, ?no??, reflexiona Tina, de 45 a?os, cuando se le pregunta por qu¨¦ le gusta tontear.
Quiz¨¢ por eso la mayor¨ªa de la gente reconoce haber flirteado con o sin intenciones de ir m¨¢s all¨¢. Seg¨²n un estudio realizado en el Reino Unido en 2004, solo el 1% de los encuestados, que ten¨ªan entre 18 y 40 a?os, aseguraban no coquetear nunca. Un tercio del 99% restante hab¨ªa tonteado con alguien en los ¨²ltimos siete d¨ªas. En esa misma encuesta se vio que los hombres flirteaban con m¨¢s frecuencia que las mujeres (aunque solo ligeramente), los menores de 24 a?os m¨¢s que los que ya no ten¨ªan edad para salir con Leonardo DiCaprio, y que las clases m¨¢s adineradas ten¨ªan m¨¢s tendencia al coqueteo que los grupos con menos afluencia econ¨®mica.
La psic¨®loga especialista en dependencia emocional y autoestima Silvia Congost est¨¢ de acuerdo en que ?a todos los seres humanos nos gusta gustar?, aunque alerta de que cuando ese coqueteo es constante puede ser una muestra de baja autoestima. ?Si yo siento que no soy suficiente, que no tengo ning¨²n atractivo ni gustar¨¦ a nadie y adopto esta actitud de intentar flirtear y consigo llamar la atenci¨®n ajena, esto me har¨¢ sentir un poco mejor. Es algo muy superficial y en el fondo mi autoestima seguir¨¢ igual de mal, pero de forma temporal me har¨¢ sentir bien2, se?ala. Adem¨¢s, a?ade que muchas personas buscan en el coqueteo ?sentir el sabor del triunfo, sentir que son capaces de controlar y dominar a otros, consiguiendo lo que se han propuesto?.
Malentendidos y parejas
Esa ambig¨¹edad que hace del tonteo algo tan emocionante es tambi¨¦n la raz¨®n principal por la que puede dar pie a malentendidos, es decir, a que una de las partes crea que la otra s¨ª busca algo sexual o rom¨¢ntico. Teniendo en cuenta que los hombres suelen interpretar el flirteo como una se?al de inter¨¦s sexual en mayor medida que las mujeres, que citan m¨¢s la diversi¨®n, coquetear puede ser tambi¨¦n un caldo de cultivo de situaciones inc¨®modas. ?Es habitual que se generen situaciones confusas, ya que es dif¨ªcil identificar y diferenciar el juego de la seducci¨®n con la simpat¨ªa o la amabilidad. El riesgo no desaparece hasta que no se expresa claramente lo que cada uno desea?, asegura la psic¨®loga Silvia Sanz. Todas las entrevistadas coinciden en que la forma de evitarlo es tontear solo con personas a las que conoces muy bien o dejar claro desde el principio que no hay ninguna intenci¨®n de ir m¨¢s all¨¢.
?Normalmente no tonteas as¨ª a lo loco?, dice Eva (no es su nombre real), de 46 a?os. ?Ya sabes cosas como que quiere mucho a su pareja, que os respet¨¢is los dos en todos los ¨¢mbitos, no lo haces con cualquiera?, cuenta, aunque aclara que incluso en estos flirteos que solo buscan ese rato en s¨ª hay una l¨ªnea roja: ?Totalmente prohibido hacerlo con parejas de amigas o amigos. Eso es sagrado?.
El tema de las parejas es otro punto delicado. Aunque hace unos a?os un estudio concluy¨® que tontear en la oficina era beneficioso para la pareja, ya que refuerza la autoestima y nos llevamos la pasi¨®n a casa, no todo el mundo entiende igual esos flirteos que solo buscan la diversi¨®n. ?En nuestra cultura, si tienes pareja y ves como ¨¦l/ella flirtea con otras personas, creando falsas expectativas en ellas, o haci¨¦ndoles sentir que tiene un inter¨¦s m¨¢s all¨¢ de la mera conversaci¨®n, eso para la otra persona no es muy agradable?, se?ala Silvia Congost.
Aun as¨ª, todo depende de la relaci¨®n. ?La clave estar¨ªa en definir qu¨¦ es un tonteo para cada miembro de la pareja, como expresar piropos, roces, el contacto f¨ªsico, el inter¨¦s por el otro. Si para uno de los miembros de la pareja es inofensivo este tipo de comportamientos y para el otro una falta de respeto, hay que llegar a un punto de consenso para definir un punto intermedio donde ambos sientan que se respetan las necesidades de ambos, para sentir respeto y libertad en el modo de comportarse con los dem¨¢s?, a?ade Silvia Sanz. Al fin y al cabo, las percepciones sobre qu¨¦ es y qu¨¦ no es una infidelidad son tambi¨¦n muy variadas.
Descartadas situaciones confusas, parejas que no ven bien el flirteo y relaciones no rec¨ªprocas, tontear por tontear puede resultar muy agradable. Como concluye Eva ?es como ejercitar los m¨²sculos: los tienes ah¨ª y te permiten caminar, pero si los ejercitas te sientes mucho mejor. Con las emociones igual, cuando est¨¢s en ese juego te hace sentir mejor?.
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