Por supuesto que los bolsos han sobrevivido a 2020
Aunque la pandemia les auguraba un porvenir complicado (?qui¨¦n necesitaba uno cuando no se pod¨ªa salir de casa?), los bolsos vintage alcanzaron un r¨¦cord hist¨®rico de b¨²squedas este a?o y modelos como el de Telfar se agotan en cada reposici¨®n.
Las predicciones que apuntaban a que la pandemia podr¨ªa acabar con los bolsos han sido, desde luego, muy exageradas. As¨ª lo afirman desde The Guardian y lo constata Vanessa Friedman en The New York Times en sedos art¨ªculos dedicados a la reci¨¦n estrenada exposici¨®n Bag: Inside Out del Museo Victoria & Albert de Londres. Es cierto que, al principio de la crisis sanitaria, cuando el confinamiento fue m¨¢s duro y apenas se sal¨ªa de casa para acercarse a todo correr al supermercado m¨¢s cercano, parec¨ªa que los bolsos, como tantas otras cosas ¨²tiles en nuestra vida anterior, no ten¨ªan ning¨²n sentido. ?Qui¨¦n necesitaba uno y para qu¨¦?, ?no ser¨ªa mejor ir a la compra con una bolsa de tela que despu¨¦s pudiera lavarse para extremar las medidas hig¨¦nicas?, ?volver¨ªa alguna vez a tener sentido si quiera plantearse invertir en un modelo atemporal y de calidad? Es m¨¢s: ?nos lo permitir¨ªa la crisis econ¨®mica? A pesar de que las respuestas a estos interrogantes iban por los mismos derroteros ¨Cno, no nos hac¨ªa falta para nada un bolso en mitad de la pandemia¨C, el accesorio ha conseguido sobrevivir. ?C¨®mo no iba a hacerlo?
El complemento responsable de generar cifras astron¨®micas en las cuentas de resultados de numerosas marcas durante a?os ha bajado sus ventas (entre un 10 y un 28% en todo el mundo en comparaci¨®n con el a?o pasado, seg¨²n datos de Euromonitor), pero se van recuperando y crecer¨¢n incluso con m¨¢s fuerza a tenor de lo que ha ocurrido en crisis anteriores. Como explica Friedman, ?los bolsos de Dior o Herm¨¨s que se agotaban a medida que las tiendas iban reabriendo en Asia y la vida iba volviendo a la normalidad no son nada fuera de lo normal, sino parte de un patr¨®n hist¨®rico?. ?Los bolsos van de la mano de la humanidad porque siempre tenemos algo que llevar?, explica Lucia Savi, curadora de la exposici¨®n del V&A.
De hecho, a medida que hemos vuelto a las calles, tenemos que llevar incluso m¨¢s cosas que antes: gel hidroalcoh¨®lico, mascarilla de repuesto y hasta toallitas desinfectantes o portamascarillas en muchos casos. Ese factor de utilidad sumado al estatus y mensaje siempre inherente a estos complementos, le auguran una vida tan larga como la que lleva a sus espaldas (no est¨¢ claro qui¨¦n invent¨® el bolso, pero ya en el antiguo Egipto o la antigua Grecia exist¨ªa). Por eso no es de extra?ar que, a pesar de la desaceleraci¨®n general en el mercado de bolsos durante la pandemia, ciertos segmentos hayan resistido el envite con ¨¦xito, especialmente el de lujo y segunda mano premium.
Seg¨²n la plataforma de b¨²squeda especializada en moda Lyst, los bolsos vintage alcanzaron un r¨¦cord hist¨®rico de b¨²squedas este 2020, aumentando un 46% interanual con los modelos de segunda mano de Chanel, Louis Vuitton, Prada y Herm¨¨s a la cabeza. Los modelos cl¨¢sicos son los m¨¢s deseados confirmando que la atemporalidad cotiza al alza. De hecho, seg¨²n un informe de?Art Market Research, el mercado de bolsos coleccionables, especialmente aquellos de firmas como Herm¨¨s, Chanel y Louis Vuitton, ha estado ¡°funcionando tan bien que super¨® al arte, los coches cl¨¢sicos e incluso le quit¨® el primer puesto a los whiskys raros como inversi¨®n pasional este a?o?. Tal y como refleja la investigaci¨®n, el valor promedio de un bolso Kelly de Herm¨¨s ha aumentado un 129% desde 2010 y eso ha provocado un efecto contagio entre los coleccionistas, que est¨¢n haciendo acopio de otros modelos y marcas cl¨¢sicos.
Tampoco hay que olvidar que 2020 ha sido el a?o en que la casa de subastas Christie¡¯s bati¨® el r¨¦cord de recaudaci¨®n ¨Cm¨¢s de dos millones de d¨®lares¨C durante una venta online el pasado julio en la que se llegaron a pagar 300.000 d¨®lares (casi 250.000 euros) por un Birkin de H¨¨rmes de cocodrilo. Sin duda, la crisis ha favorecido que el mercado de segunda mano cuente con una mayor oferta al suponer una fuente de ingresos r¨¢pida para los vendedores, pero eso no ha significado, ni mucho menos, una reducci¨®n en los precios de modelos tan ic¨®nicos como este.
2020 tambi¨¦n ha sido el a?o en el que un bolso de un dise?ador desconocido para el gran p¨²blico se ha ganado la medalla de bronce en el p¨®dium de lo m¨¢s deseado (as¨ª lo confirma el informe anual de Lyst). Las b¨²squedas de Telfar, firma culpable del milagro, se dispararon un 163% en t¨¦rminos intersemanales despu¨¦s de que la congresista Alexandria Ocasio-Cortez nombrara a la marca neoyorquina en Instagram y se dejara ver en Capitol Hill con el bolso en cuesti¨®n. Se trata de un modelo disponible a partir de 150 euros y confeccionado en piel vegana que logr¨® convertirse en s¨ªmbolo de identidad para aquellos j¨®venes que no se sent¨ªan identificados con las marcas cl¨¢sicas agot¨¢ndose en cada reposici¨®n.
La supervivencia del bolso tambi¨¦n tiene que ver con que en los meses de encierro se convirtieron en s¨ªmbolo de esperanza, una especie de recordatorio de que en alg¨²n momento volver¨ªamos a desempolvarlos para salir a la calle. Fue en ese momento cuando la ¡®compra por venganza¡® se encarg¨® de demostrar que mientras que crec¨ªa el mercado de leisurewear, o ropa b¨¢sica y c¨®moda para trabajar desde casa, nac¨ªa como respuesta otra tendencia de compra casi opuesta: la del consumo de productos puramente est¨¦ticos, inversiones que se hacen por capricho. Eso explica por qu¨¦, pese a las p¨¦rdidas y la bajada considerable del poder adquisitivo, marcas como Chanel o Dior no solo no han bajado el precio de sus bolsos, sino que se han revalorizado en el mercado en los ¨²ltimos meses. Como explicaba Leticia Garc¨ªa, ?el ¡®gasto por venganza¡¯ lo lideran las personas que mantienen un alto poder adquisitivo, pero tambi¨¦n hay un grueso de la poblaci¨®n que hoy prefiere gastar en un solo objeto lo que, hace un a?o, se habr¨ªa gastado en varios?. Y ah¨ª es d¨®nde entra de nuevo el bolso.
Con los bolsos ocurre un poco lo mismo que con los zapatos. Generan fascinaci¨®n por motivos similares: son peque?as piezas a veces m¨¢s decorativas que funcionales y ?nos siguen valiendo, aunque ganemos o perdamos peso?, como explicaba a S Moda Suzanne Ferriss, profesora universitaria y autora de Footnotes: On shoes. Los accesorios, en general, definen a su portador con m¨¢s tino que una camisa o un pantal¨®n y suelen permanecer en nuestro armario muchos a?os m¨¢s, argumento tras el que muchos se escudan para desembolsar unos cuantos cientos de euros ¨Cincluso miles¨C con menos cargo de conciencia que si lo hacen en un vestido. ?Un ¨²ltimo motivo? Puede llevarse a diario mientras que, en el caso de la ropa, por razones de higiene y de imagen, no est¨¢ bien visto repetir. Por supuesto que los bolsos han sobrevivido a 2020.
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