De esp¨ªa de guerra a ilustrador de moda: la incre¨ªble vida de Brian Stonehouse
Una muestra en Londres recoge varios de los bocetos de este artista consagrado a ¡®Vogue¡¯ que sobrevivi¨® a cuatro campos de concentraci¨®n nazis.
En un viaje en tren atestado de soldados alemanes, el joven estudiante de arte franc¨¦s Michael Chapius trataba de cruzar la Francia ocupada por los nazis en 1941. Observando su calzado, que contrastaba con el resto de su atuendo marcadamente franc¨¦s, una anciana se le acerc¨® durante el trayecto y le coment¨®: ¡°antes de la guerra, mi hermano ten¨ªa unos zapatos ingleses tan bonitos como los tuyos¡±. Con afectada indiferencia, ¨¦l le contest¨® ¡°es extraordinario¡±.
Afortunadamente, ninguno de los soldados a bordo escuch¨® la conversaci¨®n ni repar¨® en la apreciaci¨®n, porque le pod¨ªa haber costado la vida. Michael Chapius, obviamente, no era su verdadero nombre. Tampoco lo era Celestin, su nombre en clave. Se trataba en realidad del Brian Stonehouse (1918-1998), un ilustrador ingl¨¦s con una biograf¨ªa digna de hacerse un hueco en Hollywood: antes de consagrar su talento art¨ªstico a Vogue, ejerci¨® como esp¨ªa para el Servicio de Operaciones Especiales (SOE), la organizaci¨®n brit¨¢nica creada con el objetivo de sabotear las operaciones nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Unos dibujos que le salvaron la vida
Desde sus comienzos en la escuela de arte de Ipswich (Reino Unido) a mediados de los a?os 30 ya se hab¨ªa interesado por el retrato y por la ilustraci¨®n de moda, pero pronto tuvo que cambiar sus primeros trabajos para Vogue por la guerra. Su fluido franc¨¦s le sirvi¨® en 1940 para trabajar como int¨¦rprete en los inicios de su reclutamiento, pero un a?o m¨¢s tarde le entrenaron para ser operador de radio de la SOE. Un trabajo para el que, por cierto, sobrevivir m¨¢s all¨¢ de las seis semanas resultaba casi un milagro.
Su llegada a Francia en plena guerra tambi¨¦n fue una de las m¨¢s accidentadas. Su paraca¨ªdas se hab¨ªa abierto en el valle del Loira, con la mala suerte de que su radio se enganch¨® entre las ramas de un ¨¢rbol. Pas¨® los siguientes cinco d¨ªas tratando de bajarla, y para cuando pudo hacerlo, descubri¨® que no funcionaba bien. Desde mediados de julio hasta finales de octubre estuvo retransmitiendo mensajes desde diferentes lugares, pero fue descubierto en una transmisi¨®n demasiado larga y termin¨® capturado. Ten¨ªa 26 a?os.
Fue torturado repetidamente durante dos a?os y medio por la Gestapo y marcado con el ¡®NN¡¯ (¡®Nacht und Nebel¡¯, traducido como ¡®Noche y Niebla¡¯), un decreto emitido personalmente por Hitler que ordenaba a que prisioneros de guerra como Stonehouse trabajasen hasta la muerte antes de borrar su identificaci¨®n para que sus familias nunca pudiesen averiguar qu¨¦ hab¨ªa sido de ellos. Condenado a muerte, sobrevivi¨® a la prisi¨®n de Fresne y a cuatro campos de concentraci¨®n alemanes en Saarbr¨¹cken, Mauthausen, Struthof-Natzeiler y desde septiembre de 1944 a abril de 1945, en Dachau, gracias a su pericia y habilidad para retratar a las mujeres de los oficiales y comandantes de su campo ataviados en sus abrigos de piel. En 2005 se desenterraron varios de estos bocetos a l¨¢piz y pastel que se donaron dos a?os m¨¢s tarde al Museo Imperial de la Guerra, en Londres.
Vera Atkins, una de las principales esp¨ªas brit¨¢nicas durante el conflicto, recordaba a Stonehouse a su liberaci¨®n del campo de Dachau por parte de los norteamericanos ¡°con las mejillas hundidas, la cabeza rapada y los ojos marrones oscuros muy brillantes¡±, llevando unas ¡°botas americanas, chaquetas amplias¡± y una especie de fular ¡°azul de seda con lunares blancos¡± al cuello.
Tras la guerra, Brian Stonehouse ejerci¨® un importante papel, no solo como testigo en los juicios por los cr¨ªmenes de guerra. Sus dibujos tambi¨¦n ayudaron a averiguar qu¨¦ hab¨ªa sido de cuatro mujeres oficiales que hab¨ªan sido capturadas por los nazis un a?o antes. Gracias a su memoria visual, se cerr¨® la investigaci¨®n y se notific¨® a las familias de sus muertes, ya que los bocetos del ilustrador coincid¨ªan a la perfecci¨®n con las fotograf¨ªas.
De los retratos de la guerra a los trazos de moda para Vogue
Durante este periodo conoci¨® al comandante de la Armada norteamericana y socialit¨¦ Harry Haller, que vio un encanto especial en su talento art¨ªstico y su celebridad como superviviente de la guerra. Haller utiliz¨® sus contactos para ayudarle a establecerse como un retratista de sociedad. La llegada de Stonehouse a Estados Unidos fue de lo m¨¢s oportuna: coincidi¨® con un gran inter¨¦s por la moda tras los a?os de la guerra, y la ilustraci¨®n segu¨ªa siendo una parte esencial de las revistas del sector.
La editora por aquel entonces del Vogue norteamericano, Jessica Daves, se fij¨® en sus estilosos retratos de celebrities como Tallulah Bankhead, y fue contratado por esta cabecera en 1952, el primer ilustrador en plantilla desde 1939. En esta ¨¦poca coincidi¨® con otros artistas quiz¨¢ m¨¢s reconocidos, como Ren¨¦ Bouch¨¦ o Carl Erickson. Con ellos compart¨ªa un estilo similar, de trazo r¨¢pido y v¨ªvido color, m¨¢s cercano casi al boceto, que daba m¨¢s protagonismo al look que a la propia modelo.
La tarea de Stonehouse consisti¨® en dibujar maniqu¨ªes vistiendo los ¨²ltimos dise?os de los sofisticados looks de alta costura, que en aquel momento conviv¨ªan con los dibujos del emergente mundo del pret-¨¤-porter. Pronto se familiariz¨® con la publicidad y el marketing. Su habilidad para entender la moda como un producto le permiti¨® colaborar estrechamente con el departamento de Saks Fifth Avenue o Elizabeth Arden, que compagin¨® con el trabajo para otras cabeceras como Harper¡¯s Bazaar.
Fue una ¨¦poca dorada para la ilustraci¨®n de moda, ya que se cre¨ªa que los dibujos mostraban la ropa mucho mejor que la fotograf¨ªa. Sin embargo, todo cambi¨® con la llegada de Diana Vreeland a Vogue. La preferencia por la foto de la inmortal directora hizo que Stonehouse volviese a su tierra natal para pintar m¨¢s retratos, paisajes y naturalezas muertas. Entre sus clientes ten¨ªa a la Familia Real, y no era raro ver a la reina Madre posando para ¨¦l en Clarence House. Su cuadro sobre ella domina el bar del Special Forces Club, un club privado integrado por miembros de la SOE, entre otros. Brian Stonehouse muri¨® el 2 de diciembre de 1998, en Londres.
La exposici¨®n ¡®Brian Stonehouse M.B.E¡¯ estar¨¢ en las salas de Abbott and Holder (Londres) hasta el 22 de diciembre de 2017.
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