Cuando el apoyo para salir del armario depende de la comunidad aut¨®noma en la que vivas
Las distintas normativas que rigen en cada comunidad aut¨®noma hacen que ser gay en una u otra entra?e notables diferencias, especialmente en lo sanitario.
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Con la tragedia de Orlando todav¨ªa reciente y la pr¨®xima celebraci¨®n del Orgullo Gay 2016 en Madrid (del 29 de junio al 3 de julio), cabe preguntarse si el nivel de aceptaci¨®n de la comunidad LGTB crece de forma ascendente o, por el contrario, como ocurre con los derechos de las mujeres o de los trabajadores, experimenta periodos de retroceso, debido en parte a los diferentes reg¨ªmenes pol¨ªticos, la crisis y una cierta vuelta al conservadurismo, producto del miedo y de la inestabilidad econ¨®mico-pol¨ªtico-social.
¡°Uno de los problemas que existen en Espa?a¡±, apunta Jes¨²s Generelo, presidente de FELGTB, ¡°es la gran diferencia territorial. No ya por la enormes variaciones de mentalidad que hay entre una gran ciudad y un ¨¢rea rural; sino por las distintas leyes que rigen en cada comunidad aut¨®noma, que hacen que ser gay en una u otra entra?e notables diferencias. O que si eres transexual en unas vas a tener atenci¨®n sanitaria y en otras no¡±. De momento, Madrid, Andaluc¨ªa, Pa¨ªs Vasco, Navarra, Extremadura y Canarias son comunidades que cuentan con una ley de Identidad de G¨¦nero, que da asistencia psicol¨®gica y sanitaria a este colectivo. ¡°Est¨¢ tambi¨¦n la ley de igualdad LGTB que, de momento, solo funciona en Catalu?a, Extremadura, Baleares y Murcia¡±, apunta Generelo.
El colectivo de Lesbianas, Gays, transexuales y bisexuales de Madrid, (COGAM) y FELGTB acudir¨¢n a la Manifestaci¨®n Estatal del Orgullo, el 2 de junio, con el lema ?Igualdad real, ya!, que engloba cuatro demandas legislativas: aprobaci¨®n de una ley integral de transexualidad, aprobaci¨®n de una ley de igualdad LGTBI, aprobaci¨®n de un pacto de estado por el VIH e implantaci¨®n de medidas efectivas para introducir la diversidad sexual y de g¨¦nero en el sistema educativo.
El informe sobre la Nupcialidad de parejas del mismo sexo: Igualdad legal sin igualdad social,tambi¨¦n atestigua esta diversificaci¨®n por comunidades. El texto contabiliza los matrimonios homosexuales en Espa?a entre 2005 y 2011. Barcelona es la ciudad que registra m¨¢s uniones de este tipo, con un total de 4.672; mientras Soria es la que menos, con solo 4 bodas.
La visibilidad de la comunidad LGTB en el mundo laboral podr¨ªa ser un buen bar¨®metro, la prueba del algod¨®n de la tolerancia, en un ¨¢mbito empresarial en el que la menor preocupaci¨®n es la de los derechos humanos de sus empleados. ¡°Existen tambi¨¦n lo que nosotros llamamos recortes ideol¨®gicos¡±, se?ala Generelo, ¡°personas que deben esconder su orientaci¨®n o identidad sexual para evitar la discriminaci¨®n, estigmatizaci¨®n o, incluso, el despido. La mayor parte de las personas LGTB no son visibles en todos los ¨¢mbitos de su vida y el laboral es, generalmente, el ¨²ltimo en salir del armario. Lo mismo ocurre en los centros de ense?anza, en los que el 80% de los alumnos no heterosexuales esconden sus preferencias. En este sentido los transexuales son el colectivo que sufre m¨¢s exclusi¨®n y marginalidad, en parte por lo dif¨ªcil que les resulta acceder al mercado de trabajo. Siguen siendo considerados como enfermos desde el punto de vista legislativo y, al ser un grupo minoritario, tienen menos recursos para su autodefensa¡±.
Marta Pascual es sex¨®loga y est¨¢ al frente de la asesor¨ªa sexol¨®gica de COGAM. Su contacto directo con los problemas de las personas LGTB le hace pensar que ¡°vivimos un proceso de conservadurizaci¨®n de la sociedad. Un cierto retroceso en cuanto a conquistas obtenidas. La crisis social genera miedos que, casi siempre, empujan todo hacia una ideolog¨ªa m¨¢s tradicional. Si uno ve alguna de las series de fabricaci¨®n espa?ola, se dar¨¢ cuenta de que volvemos a los mensajes de antes, en los que la tolerancia brilla por su ausencia. Aunque no me gusta ese t¨¦rmino. Tolerar implica algo que no est¨¢ bien, yo prefiero usar la palabra ¡®integrar¡¯ porque, en realidad, estamos hablando de derechos humanos, no de privilegios. Pero para ello se necesita una gran labor en materia educativa, que contemple toda esa diversidad, sin necesidad de etiquetar en cada momento a las personas¡±.
La calle y los titulares de peri¨®dicos, sin embargo, nos devuelven una realidad bien distinta. Hace unas semanas, Carles Simarro, el portavoz del PP en el ayuntamiento de S¨®ller (Mallorca), se opon¨ªa a una moci¨®n en defensa de la igualdad del colectivo LGTB con una singular propuesta: la celebraci¨®n del ¡°d¨ªa del machote¡± y de ¡°la se?orita de toda la vida¡±; olvidando que el Machote Day se honra de lunes a domingo en muchos ¨¢mbitos y calles espa?olas, sin necesidad de que se se?ale en el calendario.
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Matanzas, agresiones, c¨¢rcel y castigos f¨ªsicos: el mapa mundial que horroriza
En pleno siglo XXI existen todav¨ªa 10 pa¨ªses en el mundo en los cuales la homosexualidad, casi siempre masculina, est¨¢ castigada con pena de muerte: Yemen, Ir¨¢n, Mauritania, Nigeria, Catar, Arabia Saud¨ª (que parad¨®jicamente participa en el Comit¨¦ de Defensa de los Derechos Humanos de la ONU), Afganist¨¢n, Sud¨¢n, Emiratos ?rabes Unidos y Somalia, que en principio solo la castigaba con prisi¨®n, pero desde que algunas regiones han adoptado la Sharia, incorporan ya la pena capital. Seg¨²n el informe de Amnist¨ªa Internacional, Estado de los derechos humanos de personas lesbianas, gays, bisexuales, transg¨¦nero e intersexuales (LGBTI) 2014/1015, que incluye tambi¨¦n a Brunei entre el anterior grupo, quedan todav¨ªa muchos pa¨ªses en los que estas orientaciones sexuales est¨¢n penadas con c¨¢rcel o castigos f¨ªsicos: Camer¨²n, Gambia, Marruecos, Nigeria, Senegal, Trinidad y Tobago y Uganda. Mientras en otros, solo lo ven como un delito si ocurre entre hombres, como Guyana, Jamaica, L¨ªbano, Sierra Leona, Singapur o Zambia. Buenas noticias para las mujeres, pero tambi¨¦n una nueva muestra del modelo machista que desprecia la homosexualidad femenina hasta el punto de que ni siquiera la tiene en cuenta o admite su existencia.
El Pew Research Center hizo un estudio en el 2013 en 39 pa¨ªses -entre 37.653 personas- para ver la aceptaci¨®n de la homosexualidad en el mundo. Seg¨²n esta investigaci¨®n, Espa?a es el pa¨ªs m¨¢s tolerante del planeta, con un 88% de ciudadanos que ven con buenos ojos esta orientaci¨®n sexual, por encima de Alemania (87%), Rep¨²blica Checa (80%), Canad¨¢ (80%) y Australia (79%). En el bando contrario, se sit¨²an muchas naciones africanas o con religi¨®n musulmana; en las que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n piensa que la homosexualidad no deber¨ªa ser aceptada socialmente. En principio, los pa¨ªses en los que la religi¨®n tiene un menor peso son m¨¢s tolerantes; excepto Rusia, en el que solo un 16% de sus ciudadanos aceptaba a este colectivo; o Brasil y Filipinas, en los que a pesar de que el credo tiene todav¨ªa mucho peso, carecen de problemas para convivir con sexualidades variadas. En l¨ªneas generales, el estudio demuestra que las mujeres muestran m¨¢s aceptaci¨®n que los hombres hacia la homosexualidad.
A pesar de la inmejorable posici¨®n de Espa?a, seg¨²n el informe anterior, y de que nuestro pa¨ªs fue el cuarto en aprobar la ley de matrimonio homosexual (2005), tras Holanda, B¨¦lgica y Canad¨¢; los delitos de odio que tienen que ver con la orientaci¨®n sexual han crecido en nuestro territorio en el ¨²ltimo a?o, seg¨²n los datos oficiales del Ministerio del Interior y del Informe sobre delitos de odio e incidentes discriminatorios por orientaci¨®n sexual e identidad de g¨¦nero en Espa?a, 2015, elaborado por la plataforma Con la voz bien alta de la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). De los 107 incidentes LGTBf¨®bicos en 2015, el 51% de las v¨ªctimas fueron gays, el 21% lesbianas, el 12,1% transexuales y el 12,1 bisexuales. Se registr¨® tambi¨¦n la muerte de una mujer transexual y el principal grupo de edad de los agredidos fue de 18 a 35 a?os. Se sabe tambi¨¦n que un 14,9% de las v¨ªctimas eran menores de edad y que este colectivo ha aumentado, en concreto se ha duplicado, con respecto a al a?o anterior.
Seg¨²n Jes¨²s Generelo, presidente de FELGTB, ¡°hay que interpretar con cuidado estos datos porque aunque las cifran nos dicen que han aumentado, no disponemos de muchos estudios anteriores -2013, 2014 y 2015- para hacer una verdadera comparaci¨®n. Adem¨¢s, no sabemos si en realidad se han incrementado o si lo que ocurre es que la gente los denuncia m¨¢s que antes. Por un lado hay una mayor visibilidad del colectivo LGTB, que ya no se reprime tanto a la hora de expresar en p¨²blico sus preferencias o emociones y hay menos tolerancia al abuso. En el lado negativo se comprueba que cada vez hay m¨¢s agresores menores o m¨¢s j¨®venes¡±.
Para Generelo, no cabe duda de que se ha avanzado en el reconocimiento de los derechos de este colectivo, con medidas que proponen la igualdad legal, ¡°pero nos queda alcanzar la real, en el d¨ªa a d¨ªa¡±. Un requisito indispensable para ello pasa por volver a la eterna asignatura pendiente en nuestro pa¨ªs, la de la educaci¨®n. Y si esta brilla por su ausencia en temas de sexualidad, ni que decir tiene que pensar en una educaci¨®n inclusiva, que incluya y explique las diversas identidades y orientaciones sexuales, es mera utop¨ªa. ¡°En comparaci¨®n con otros pa¨ªses no hemos avanzado nada en materia de educaci¨®n. La escuela vive ajena a la realidad del mundo, a lo que pasa de puertas afuera, a lo que los ni?os ven cada d¨ªa en la calle¡±.
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