?Cuesti¨®n de lengua o racismo?
A pol¨¦micas pasadas sobre modelos demasiado blancas o demasiado negras se suman ahora varios desatinos editoriales.
Las cuestiones de peso suelen ser las controversias que m¨¢s repican en las campanas de la moda pero aunque parezca mentira, es el racismo el que con m¨¢s fuerza redobla. Hace poco m¨¢s de un mes la editora jefe de la revista alemana Jackie se vio obligada a abandonar su cargo tras emplear un calificativo reconocidamente peyorativo¨C?Nigga, que en castellano vendr¨ªa a ser algo as¨ª como "negrata"-?para describir el estilo de Rihanna en uno de sus editoriales. Tal fue el revuelo que se form¨® en las redes sociales y las cr¨ªticas que le llovieron al titular, que hasta la propia cantante respondi¨® a su (mala) manera el apunte de esta profesional a la que de nada le valieron las disculpas p¨²blicas y una autojustificaci¨®n bastante desacertada achacada a ?un malentendido con la expresi¨®n.
Algo parecido pas¨® en diciembre con un bolso en ebay. All¨ª un comprador empleaba el mismo t¨¦rmino para describir una bandolera puesta a la venta en su tienda virtual.
Hace unos d¨ªas, la web de la edici¨®n francesa de Elle publicaba una reflexi¨®n -retirada repentinamente de su p¨¢gina tras hacerse eco del asunto medios como el New York Magazine¨C sobre la evoluci¨®n del estilo de artistas en la l¨ªnea de Solange Knowles, Janelle Mon¨¢e o Nicki Minaj, y alud¨ªa que parte de su entronizaci¨®n como iconos de moda se deber¨ªa a Michelle Obama y c¨®mo su llegada a la Casa Blanca habr¨ªa roto los c¨®digos callejeros que hasta el momento caracterizaban el vestir de la comunidad afroamericana incluyendo en su armario piezas tradicionalmente de "burgues¨ªa blanca". La columnista, cuyo art¨ªculo derivaba de otro aparecido en?el Times?analizando el ¨¦xito de un blog de streetstyle dedicado en exclusiva a elegantes hombres negros, utilizaba el t¨¦rmino blackgeoisie para acu?ar esta nueva clase social enfilada por la primera dama.
Getty Images
El pasado verano era el portal digital de Vogue Italia el que deb¨ªa rectificar una de sus galer¨ªas por emplear la palabra "esclavo" para referirse a un tipo de pendientes de aro. Aqu¨ª el problema no ven¨ªa tanto por el uso del vocablo, en castellano sin ir m¨¢s lejos una de las acepciones de esclava es literalmente "pulsera sin adornos y que no se abre", y lo mismo pasa en italiano, sino por insistir en sus or¨ªgenes como floritura estil¨ªstica.
Curiosamente, esta misma cabecera digital dirigida por la mamma de la controversia Franca Sozzani -la ¨²ltima pol¨¦mica en azuzarla ha sido el reconocimiento de la modelo Karlie Kloss como cuerpo perfecto, algo que seg¨²n la mayor¨ªa entrar¨ªa en conflicto con el manifiesto promovido por Sozzani contra la anorexia- acaba de responder al asunto de Elle Francia ofreciendo su propia visi¨®n pero sobre todo aprovechando para apuntarse un tanto en este campo, o no: porque ?qu¨¦ opinamos de que Vogue.it cuente como secci¨®n espec¨ªfica con Vogue Black para tratar exclusivamente temas "de color"?
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