El escenario solo para mujeres en el festival de Glastonbury, ?avance o retroceso?
?Es necesario un espacio de visibilizaci¨®n y seguridad femenina a costa de la segregaci¨®n por sexo? Analizamos la decisi¨®n del festival brit¨¢nico de excluir a los hombres en una parte de su recinto.
Esta misma semana el festival de Glastonbury (Reino Unido) anunciaba una novedad en su edici¨®n de este a?o ¨Cque se celebrar¨¢ entre el 22 y el 26 de junio¨C y que no ha dejado de generar pol¨¦mica desde que se hizo oficial: la apertura de un escenario que, por primera vez, solo admitir¨¢ mujeres. Sin presencia masculina permitida, todo el programa de actuaciones, el equipo t¨¦cnico, la seguridad y otros oficios relacionados con el funcionamiento de este escenario ser¨¢n femeninos. El acceso, tal y como explicaron mediante nota de prensa, estar¨¢ restringido ¡°a toda aquella persona que se identifique como mujer¡±, es decir, tambi¨¦n inclusivo para mujeres tr¨¢nsgenero. El espacio se llamar¨¢ The Sisterhood y, seg¨²n la organizaci¨®n, ser¨¢ ¡°un lugar revolucionario, interseccional, inclusivo para lo queer, lo trans y la discapacidad¡±. Ubicado en la zona Shangri-La del m¨ªtico festival brit¨¢nico, tambi¨¦n contar¨¢ con un cartel musical en femenino. The Sisterhood, adem¨¢s, desarrollar¨¢ talleres sobre diversidad, inclusi¨®n, creaci¨®n DIY (h¨¢ztelo t¨² mismo) y un foro para mujeres negras llamado The Love-In. Todo un compendio de actividades para reclamar espacios de seguridad, confort y actividades para las mujeres en el certamen de Somerset por el que en 2015 pasaron 135.000 personas.
El festival ha justificado a NME?su apoyo a la iniciativa alegando una brecha socioecon¨®mica y cultural opresiva:? ¡°La organizaci¨®n de The Sisterhood cree que en un mundo que est¨¢ dise?ado y sigue funcionando para beneficiar sobre todo a los hombres son necesarios espacios exclusivos para mujeres. La opresi¨®n a las mujeres contin¨²a en sus diversas manifestaciones en todo el mundo, en diferentes contextos culturales. En el Reino Unido, la brecha salarial de g¨¦nero, los recortes en los servicios de violencia machista, y los derechos de los trabajadores sexuales son temas de conversaci¨®n actual que subrayan este tema. The Sisterhood busca proporcionar un espacio secreto para las mujeres para conectar, establecer redes, compartir sus historias, divertirse y conocer la mejor manera de apoyarse las unas a las otras en nuestra lucha mundial para acabar con la opresi¨®n hacia las mujeres y todas las personas marginadas, mientras mostramos el mejor y m¨¢s audaz talento femenino en el Reino Unido y m¨¢s all¨¢¡±.
Glastonbury no es el ¨²nico festival en el que se dan espacios femeninos. En Norteam¨¦rica hay algunos c¨¦rtamenes que han creado lugares similares. Es el caso del ?Electric Forest, en Michigan, que ha anunciado su espacio para mujeres HerForest, un entorno exclusivo para ellas en el que est¨¢n planeados paneles de dicusi¨®n con algunas de las mujeres artistas y del equipo de producci¨®n del festival, para todas aquellas que viajen solas o que les apetezca vivir una experiencia festivalera de ¡°solo chicas¡±. Contar¨¢, incluso, con un camping exclusivamente femenino. El festival canadiense Shambhala tiene un espacio solo para f¨¦minas, y adem¨¢s cuenta con una especie de caseta a la que pueden acudir aquellas mujeres que se hayan perdido de sus acompa?antes, las que quieran evitar encontronazos inc¨®modos, y hasta pueden dormir all¨ª las que no se sientan seguras volviendo al camping. El festival ha habilitado estas medidas debido a un problema grave de seguridad de las mujeres en festivales de m¨²sica (hace unos d¨ªas, en Alemania, 26 mujeres denunciaron acoso sexual y agresiones en un festival de Darmstadt).
Espacios solo para mujeres s¨ª son habituales en otros ¨¢mbitos, como el transporte. Una segregaci¨®n que tambi¨¦n genera diversidad de opiniones: est¨¢n los que creen que son una respuesta segura contra el acoso sexual y los que apuntan que ?infantiliza? a las mujeres y no soluciona el problema. Blablacar, la empresa que facilita el uso del coche compartido y que lo ha extendido como opci¨®n habitual para moverse en toda Europa, cuenta con una opci¨®n ¡°Solo mujeres¡±. Tambi¨¦n existen los ¡®taxis rosas¡¯ en Egipto y otros pa¨ªses, conducidos por mujeres y con pasaje exclusivamente femenino. El servicio de metro de M¨¦xico, Tokio, Israel, Egipto, Filipinas, Malasia, India e Ir¨¢n tambi¨¦n habilita vagones y zonas separadas en los andenes solo para mujeres. Supuestos ¡®refugios¡¯ en los que las mujeres estar¨¢n moment¨¢neamente a salvo de situaciones de peligro, manos largas, miradas imp¨²dicas, improperios y otras rastreras muestras de acoso y violencia.
El planteamiento conceptual del escenario de Glastonbury? tambi¨¦n ocasiona reflexiones a favor y en contra. Solo hay que echarle un vistazo a Twitter, que anda con opiniones divididas al respecto. Algunos destacan que resulta ir¨®nico que vayan a tener lugar talleres de inclusi¨®n y de diversidad en un espacio que segrega por cuesti¨®n de g¨¦nero y qui¨¦n sabe si participar en ese taller sobre diversidad no podr¨ªa ayudar a algunos hombres a reorientar su conducta diaria para evitar que se tengan que construir espacios de seguridad para las mujeres.
Pero, ?qu¨¦ supone realmente la instauraci¨®n de este tipo de espacios? Buscamos a especialistas para que nos aclarasen por qu¨¦ puede ser un avance o por qu¨¦ es un retroceso.
A FAVOR
Javiera Tapia, activista por los derechos de las mujeres, fundadora de esmifiestamag.com y editora en POTQ Magazine, apunta cu¨¢les son sus impresiones sobre este nuevo escenario en Glastonbury: ¡°Me parece perfecto que adopten este tipo de ¡®medidas¡¯. Algo as¨ª contribuye a dar una visi¨®n de que hay un gran sector dentro de la m¨²sica que no tiene la relevancia que se le da a los hombres pero que existe. Por un lado estamos cansados de carteles de festivales repletos de nombres masculinos. Por otra parte est¨¢ la inclusi¨®n a personas con habilidades diferentes. Nos encontramos ante una corriente del feminismo que no busca la igualdad, sino una nueva dimensi¨®n de entendimiento, y que trata de colmar una necesidad por parte de las mujeres de conectarse, de establecer relaciones entre ellas, de trabajar juntas. Entre los hombres que se dedican a oficios de la m¨²sica (artistas, productores, sellos, etc¡) existe un clima de camarader¨ªa. Que las mujeres puedan hacer lo mismo con las de su g¨¦nero es una oportunidad¡±, dice.
Tapia apunta que en Chile, su pa¨ªs natal, la compositora y artista Francisca Valenzuela organiz¨® el festival RUIDOSA, compuesto de un cartel exclusivamente femenino, y? con actividades como mesas redondas de mujeres que trabajan en torno a la m¨²sica: periodistas, m¨²sicas, escritoras. En este v¨ªdeo se puede ver muy bien c¨®mo transcurri¨®. ¡°En RUIDOSA hubo reparos en plan que por qu¨¦ no hab¨ªa hombres: la respuesta es porque no existen espacios donde las mujeres se puedan conectar, espacios exclusivos de mujeres donde se puedan conocer y desarollar ciertos planes¡±. A RUIDOSA, a diferencia del escenario The Sisterhood de Glastonbury, s¨ª que pod¨ªan asistir hombres como espectadores. ¡°Que en este escenario de Glastonbury el acceso sea exclusivamente femenino tampoco me parece tan mal. Algo que sucede en la m¨²sica y otras industrias creativas es que a las mujeres les faltan referentes, por el tema de la invisibilizaci¨®n. Es atractivo que un p¨²blico joven tenga acceso a referentes. Por ejemplo, que una chica pueda conocer a una ingeniera de sonido, a una productora, a una roadie, o a mujeres que puedan trabajar en la seguridad de un evento. Es importante y creo que est¨¢ muy bien, y que ese espacio puede funcionar para presentar otras opciones. Eventualmente estar¨ªa bien que se abriera a todo el p¨²blico, pero es cierto que est¨¢ muy bien que sea exclusivo de mujeres para empezar a que la gente pueda establecer un imaginario femenino¡±, comenta Javiera, a lo que a?ade concluyendo: ¡°es m¨¢s urgente que las propias mujeres accedan a este espacio para conocer referentes, y que con el paso del tiempo pueda llegar a ser abierto a todo el p¨²blico¡±.
EN CONTRA
Hits with Tits es un proyecto que da visibilidad real a la mujer dentro del panorama musical, del c¨®mic y de la ilustraci¨®n. Editan recopilatorios con artistas femeninas en formato 12¡å y promocionana todos los grupos y artistas que forman parte de ¨¦l, organizando conciertos y festivales. Hemos hablado con ellas y nos cuentan lo siguiente: ¡°En nuestra sociedad, cuando damos opiniones tendemos a hacerlas absolutas, sin importarnos los matices de gris, lo que hace que muchas veces tengamos distorsionadas las realidades de las que hablamos o nos falten datos para mirar con perspectiva lo que sucede. Con esta introducci¨®n y refiri¨¦ndonos al caso de la iniciativa del festival Glastonbury ?de un escenario de solo mujeres, The Sisterhood, no solo m¨²sicas si no tambi¨¦n staff, creo que debemos apreciar los matices de tal actividad y comprender muchos aspectos antes de poder decidir si es la forma correcta de actuar, m¨¢s que realizar la t¨ªpica dicotom¨ªa entre bien y mal. Al final todo se resume en una cuesti¨®n de visibilidad, de la posibilidad de convertirse en ghetto, de la necesidad de normalizaci¨®n, el no tratamiento del talento de las mujeres como un arte aparte, una subcultura, un g¨¦nero propio. Siempre se ha tratado a las mujeres como artistas de segunda, como ya pusieron de manifiesto en repetidas ocasiones con su activismo las Guerrilla Girls. Lo que debemos plantearnos, remiti¨¦ndonos a todo lo anterior es ?es esta la forma adecuada de educar y luchar contra el sexismo en la m¨²sica? ?o acabar¨¢n siendo peque?as cuotas que rellenar para tener conciencias tranquilas?¡±.
A prop¨®sito de? la exclusi¨®n masculina en el movimiento feminista reflexionaba Borja Dominguez en su blog hace unos meses, cuando el grupo ZAS (Zero agresiones sexistas, nacido para denunciar la violencia hacia las mujeres) y su posterior decisi¨®n de aceptar solo a integrantes femeninas. Dom¨ªnguez, que recordaba los tiempos en los que Kathleen Hannah (Bikini Kill) gritaba en los 90 aquello de ?Girls to the front!? para que las chicas pudiesen bailar pogo seguras en sus conciertos y los chicos se colocasen detr¨¢s, apuntaba hacia la necesidad de espacios donde hacer a la sociedad consciente de las mujeres, aunque sea de manera simb¨®lica. ?Hay espacios suficientes para todos, incluso no estar¨ªa de m¨¢s que los hombres nos organiz¨¢ramos y pens¨¢ramos qu¨¦ aportaciones concretas podemos hacer. Desde la necesaria condena del machismo imperante a las peque?as acciones cotidianas, pasando por el revisionismo constante de nuestros privilegios, que debemos detectar y desactivar. Debemos aceptar que, por una vez, quiz¨¢ nos toque el papel de actor secundario, y no de esos secundarios que se llevan la funci¨®n, sino de esos que hacen que las protagonistas brillen y se desarrollen mejor. Venga, chicos, no es tan dif¨ªcil. No cuesta tanto?.
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