Molly Ringwald: ¡°Actu¨¦ en una de las primeras pel¨ªculas de Weinstein y tuve que demandarle¡±
De la mano de John Hughes fue una estrella global de pelo rojo que encarn¨® de forma ic¨®nica la imagen misma de la adolescencia. En los a?os noventa desapareci¨®. Ahora regresa
La Molly Ringwald (Roseville, California, 56 a?os) que triunf¨® a lo grande en los a?os ochenta, cuando su inconfundible cabello pelirrojo, sus labios siempre embadurnados de carm¨ªn y su normalidad carism¨¢tica se convirtieron en s¨ªmbolo de adolescencia en Estados Unidos (y por contagio cultural, en el resto del mundo), se parece en muchas cosas a la Ringwald que acaba de interpretar a uno de los cisnes de Capote en la serie de HBO, donde ha hecho el papel de Joanne Carson, la fiel amiga del autor. La actriz, a la que John Hughes convirti¨® en un fen¨®meno global con sus comedias ligeras, ya era una mujer llena de inquietudes culturales profundas a la que despu¨¦s de haber protagonizado 16 velas, El club de los cinco y La chica de rosa le ofrecieron interpretar a Holly Golightly en un remake de Desayuno con diamantes. Nunca se lleg¨® a producir. Fueron esas inquietudes relacionadas con la literatura de hecho las que le salvaron la vida cuando en la c¨²spide de su ¨¦xito decidi¨® abandonar su carrera en Hollywood y marcharse a vivir a Francia, donde su estrella cinematogr¨¢fica se apag¨® mientras se encend¨ªan las de sus otras pasiones: la traducci¨®n y la escritura. Su gran regreso se produjo en 2017 cuando, en pleno MeToo, escribi¨® un ensayo titulado Los otros Harvey Weinstein para la prestigiosa revista The New Yorker, en el que por fin explicaba los motivos de su huida a Europa: cansada de una industria en la que el abuso sexual estaba a la orden del d¨ªa, su paciencia se agot¨® cuando ni siquiera su agente estuvo dispuesto a protegerla.
En 2018 volvi¨® a convertirse en noticia gracias a un reportaje en el que revisaba la conducta sexual de los personajes de El club de los cinco, pel¨ªcula que se hab¨ªa sentado a ver con su hija. Ringwald, que nunca hab¨ªa dado ninguna opini¨®n sobre su propia producci¨®n cinematogr¨¢fica, se atrevi¨® a decir que aquellas pel¨ªculas pod¨ªan ser consideradas a la luz de hoy mis¨®ginas, hom¨®fobas y racistas. Y que, a pesar de ello, segu¨ªan sirviendo de refugio para muchos espectadores que se quedan con el retrato de la psicolog¨ªa adolescente que hoy perdura.
Joanne Carson y Truman Capote fueron expulsados de sus c¨ªrculos hahabituales. ?Se ha sentido alguna vez expulsada de Hollywood?
S¨ª, despu¨¦s del ¨¦xito que tuve con las pel¨ªculas que hice en mi adolescencia, hubo un periodo de tiempo donde me sent¨ª invisible, despreciada, nadie me valoraba por quien era.
?Y a qu¨¦ cree que se debi¨®?
Creo que tuvo que ver con la ambivalencia que siento hacia todo lo relacionado con la fama. Asumo cierta responsabilidad, pero Hollywood es un negocio muy duro. Hay mucha gente muy talentosa, y adem¨¢s siempre hay alguien, no importa lo exitosa o famosa que llegues a ser, que intenta derribarte. Y tambi¨¦n gente que intenta levantarte. Hay muchos elementos en juego. Y no tengo la certeza, pero puede tener que ver con que yo actu¨¦ en una de las primeras pel¨ªculas como productor de Harvey Weinstein [Hacerse rico] y tuve que demandarle [por incumplimiento de contrato]. Todas las pel¨ªculas de los noventa que yo quer¨ªa hacer estaban producidas por Weinstein, as¨ª que sent¨ª que aquello no ayud¨®. Y pienso que tambi¨¦n tuvo mucho que ver con que yo quer¨ªa perseguir diferentes caminos en mi vida.
?Pudo influir tambi¨¦n que usted hab¨ªa sido un icono adolescente y era dif¨ªcil dejar de verla as¨ª?
S¨ª. Puede ser. No lo s¨¦. Pero tiendo a mirar hacia lo que me ha ocurrido como si fueran bendiciones disfrazadas, porque siempre he querido ser longeva como actriz, no ser solo conocida por una cosa, y creo que la vida me ha permitido tener una carrera m¨¢s interesante y volver de una manera m¨¢s fuerte.
En Feud ha compartido cartel con Demi Moore. A las dos en su d¨ªa se las consider¨® parte del Brat Pack [j¨®venes actores adolescentes norteamericanos]. ?Se sinti¨® usted tan inc¨®moda con esa etiqueta como el resto?
Me alegro de que lo cuentes as¨ª en lugar de tener que explicarlo yo. Me alegro de que se entienda el origen de la etiqueta y que hiri¨® a sus miembros. Nunca fue positiva. Nos un¨ªa a un mont¨®n de gente joven que est¨¢bamos trabajando y comenzando nuestras carreras y nos despreciaba, tild¨¢ndonos de mocosos. No nos ayud¨® a ninguno.
?Ha fantaseado alguna vez con haber vivido una adolescencia corriente y an¨®nima?
S¨ª, pero pienso que si la hubiera tenido, habr¨ªa fantaseado con tener la que tuve. Es la que tuve, y no era consciente de ser una estrella internacional. Sab¨ªa que en algunos sitios me conoc¨ªan, pero por ejemplo, en Espa?a el impacto de mis pel¨ªculas fue mucho mayor que en Francia.
Usted fue portada de Time en 1986 y en el texto se la defin¨ªa como una ¡°adolescente californiana ejemplar¡±. ?C¨®mo se forj¨® una personalidad cuando los medios ya le hab¨ªan asignado una?
No fue hasta que fui mayor que me sent¨ª capaz de representarme a m¨ª misma, con mi propia escritura. Las redes sociales permiten a los artistas y a las personas conocidas interactuar directamente con el p¨²blico sin intermediarios y eso ha sido muy inspirador. He sentido que por primera vez la gente pod¨ªa empezar a entender qui¨¦n era yo de verdad.
Tiene una carrera de m¨¢s de 40 a?os, interdisciplinar, pero se la recuerda por sus pel¨ªculas de adolescencia. ?C¨®mo lo lleva?
Supongo que depende del d¨ªa. Creo que lo llevo bien. Siento que la gente me recuerda tambi¨¦n por otras cosas que he estado haciendo. E incluso si solo me recordaran por aquellas pel¨ªculas, pienso que son buenas pel¨ªculas, as¨ª que me parece bien.
Ha publicado dos libros y varios art¨ªculos. Adem¨¢s es traductora y cantante. ?Qu¨¦ le dan esas otras facetas que no le da la interpretaci¨®n?
Activan diferentes partes del cerebro. Interpretar para m¨ª es algo muy instintivo. Claro que hay t¨¦cnica detr¨¢s, pero para hacerlo bien, tengo que olvidarme de ella. Traducir, en cambio, me parece una actividad muy cerebral e intelectual, porque hay poes¨ªa en ella. Y tambi¨¦n es algo que me sucede con la m¨²sica. Mi sue?o es involucrar todas las disciplinas.
?Est¨¢ trabajando en un proyecto?
S¨ª, espero alg¨²n d¨ªa poder dirigir, escribir y protagonizar una pel¨ªcula, y quiz¨¢ involucrar el franc¨¦s en ello. Y adem¨¢s estoy escribiendo una novela y unas memorias sobre mis a?os en Par¨ªs.
?Por qu¨¦ sobre esos a?os?
Escrib¨ª un art¨ªculo para The New Yorker sobre mi experiencia trabajando con Godard [Ringwald trabaj¨® con ¨¦l en King Lear]. Mi agente me escribi¨® para decirme que tal vez ten¨ªa que escribir sobre la mejor ¨¦poca de mi vida, e inmediatamente pens¨¦ en aquellos a?os.
En una ¨¦poca en la que tendemos a ver todo blanco o negro, sus art¨ªculos para el The New Yorker se esfuerzan por no juzgar. Eso tambi¨¦n se ve en el texto que escribi¨® sobre cuando vio El club de los cinco con su hija Matilda.
No me interesan los personajes totalmente buenos o totalmente malos. Huir de eso hace a los personajes reales e interesantes. Es algo que busco siempre en los proyectos en los que me embarco. Los personajes de El club de los cinco ten¨ªa defectos, parec¨ªan reales. Los personajes son arquetipos, pero, como escrib¨ª en aquel art¨ªculo, hay mucha gente de diferentes or¨ªgenes, etnias y experiencias vitales, que sigue sintiendo apego por El club de los cinco, porque creo que lo que en el fondo dice la pel¨ªcula es que a pesar de nuestras diferencias, somos lo mismo, hay una conexi¨®n. Y ese es un mensaje muy poderoso.
Matilda es actriz. ?Le ha dado alg¨²n consejo profesional?
S¨ª, pero tambi¨¦n intento que ella vaya descubriendo las cosas por su cuenta. Desde muy peque?a supimos que iba a ser artista, pero tanto su padre como yo no permitimos que fuera actriz infantil e intentamos disuadirla durante muchos a?os. Ahora sabe que es una profesi¨®n dura y en la que se sufre mucho rechazo. Al mismo tiempo, no usa su nombre, ni quiere que hable de ella en las entrevistas, porque, con todo el asunto de los nepo babies, no quiere que la asocien conmigo. Pero es muy buena. El mejor consejo que le he dado es que practique m¨¢s de una disciplina art¨ªstica.
?Cree que son muy diferentes los adolescentes hoy a los de los a?os ochenta?
Hay diferencias, pero en general la esencia es la misma. Esa es una de las razones por las que El club de los cinco sigue resonando hoy. Pero, por supuesto, las redes sociales tienen un impacto enorme. Siento que sus cerebros est¨¢n cambiando por c¨®mo las consumen y la velocidad con la que lo hacen. Por c¨®mo ha cambiado su capacidad de atenci¨®n. Veo que es muy dif¨ªcil concentrarse para ellos, sentarse a leer tranquilamente un libro. En cuanto a lo dem¨¢s, los sentimientos de un adolescente son universales.
Uno de sus trabajos como traductora fue traducir la biograf¨ªa de Maria Schneider en la que habla de la escena de violaci¨®n para la que Bertolucci no le pidi¨® permiso. ?Trabajar con la vida tan tormentosa de una actriz como ella le hizo reflexionar sobre su carrera?
S¨ª. De alguna forma me alegro de no haber pasado por lo que ella pas¨®. Maria muri¨® joven de c¨¢ncer, pero antes de eso luch¨® durante mucho tiempo contra las adicciones, algo por lo que yo no he pasado. Y las adicciones para ella ten¨ªan su ra¨ªz en el trauma que vivi¨® [durante el rodaje de El ¨²ltimo tango en Par¨ªs], que yo tampoco he vivido. Era como mirar una vida alternativa a la que yo hab¨ªa tenido.
Ryan Murphy la contact¨® por Instagram para ofrecerle su papel, ?no?
Algo as¨ª. A la vez que hablaban con mi representante, Ryan me mand¨® un mensaje y me dijo que ten¨ªa algo para m¨ª que esperaba que me entusiasmara. Y entonces, Jon Robin Baitz, guionista de la serie, me llam¨® por tel¨¦fono y me habl¨® del personaje y de por qu¨¦ me quer¨ªan a m¨ª para hacerlo. Me dijo que yo era la primera opci¨®n de ¨¦l, de Ryan Murphy y de Gus Van Sant [director de la serie]. Escuch¨¦ todas las razones y fue muy convincente.
Usted ha sido definida como la musa de John Hughes. ?Qu¨¦ tal se lleva conla etiqueta de musa?
Me parece bien. Hay gente que la encuentra degradante, yo no. Una musa es alguien que inspira. Todos encontramos musas en todas partes y yo siento gratitud cuando encuentro una. Acabo de ver un reportaje de Vanity Fair de Sofia Coppola y sus musas y claramente son las mujeres que la han inspirado y ayudado en sus pel¨ªculas. Y pienso que Sofia Coppola a su vez es una musa porque inspira a otra gente.
?Y cu¨¢les son las suyas?
Sofia Coppola, por ejemplo. Considero mis musas a las personas que me han ayudado en mis procesos creativos. Por ejemplo, ahora que estoy escribiendo unas memorias estoy leyendo mucho a Vivian Gornick. Su literatura tiene todo lo que un libro de memorias debe tener.
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