Adrien Brody: ?Me gusta ver un h¨¦roe en cada individuo herido?
Brilla en papeles intensos y no se prodiga demasiado. Quiz¨¢ por eso el actor de rostro extraordinario (como le describi¨® Polanski) crea expectaci¨®n. Ahora, a las ¨®rdenes de Paul Haggis.
Interpretar a un americano en Italia ¨Cen concreto a un xen¨®fobo insensible, sin inquietudes culturales, que hace ascos a la comida y el m¨ªnimo esfuerzo por comunicarse¨C ha sido un divertimento para Adrien Brody. Lo ha hecho en su ¨²ltima pel¨ªcula, En tercera persona, que se estrena el 6 de febrero. En este drama rom¨¢ntico es Scott, una especie de esp¨ªa industrial que solo busca tomarse una hamburguesa y termina enredado con Monika, una bella romana a la que da vida la actriz israel¨ª Moran Atias. En la vida real, el actor neoyorquino se ha encontrado all¨ª como en casa: ?Roma tiene una gran cultura, arquitectura, historia y, por supuesto, una gastronom¨ªa maravillosa?, asegura. De hecho, el ganador del Oscar por El pianista (el drama sobre el Holocausto de Polanski) afirma sentirse bien en cualquier parte.
Esta trama es una de las tres que entreteje el director y guionista Paul Haggis en un formato que recuerda al que le vali¨® el Oscar en 2004 por Crash. Eso s¨ª, aqu¨ª las tensiones son emocionales y las historias ¨Cen las que participan Liam Neeson, Mila Kunis, Olivia Wilde y James Franco¨C no tienen conexi¨®n aparente: una ocurre en Par¨ªs, otra en Roma y la tercera en Nueva York. El hilo conductor: la culpa y la frustraci¨®n. ?Mi personaje atraviesa un periodo dif¨ªcil a causa de sus propios errores ¨Ccuenta Brody¨C. Conoce a una gitana muy excitante, que amortigua en cierto modo su sufrimiento, y se siente intrigado. Le desestabiliza, pero tiene el impulso de seguirla?.
Este filme vuelve a brindarle la clase de personaje que borda: sumido en un mundo hostil, guiado por una ira reprimida. ?l puntualiza: ?No me veo como alguien perdido y enfadado. Pero creo que para reflejar una debilidad debes exponer las tuyas. Algunos int¨¦rpretes necesitan personajes heroicos. A m¨ª me gusta encontrar al h¨¦roe dentro de cada individuo herido. No es que yo lo est¨¦, pero con un personaje as¨ª, creces?.
Para ¨¦l, 2014 fue un buen a?o. Protagoniz¨® la miniserie Houdini (recientemente estrenada en nuestro pa¨ªs) y cre¨® la productora Fable House, respaldado por Jackie Chan, con quien acaba de trabajar en China en la ¨¦pica Dragon Blade. Ahora prepara en la Rep¨²blica Checa Emperor, una ?road movie medieval? en la que se pone en la piel de Carlos V. ?Hasta ahora, lo m¨¢s alto a lo que hab¨ªa llegado era a conde?, bromea, en alusi¨®n a su papel en El misterio del collar.
Tanta actividad sigui¨® al a?o sab¨¢tico que pas¨® renovando su castillo en Nueva York (?el mismo que regal¨® a Elsa Pataky en 2008 cuando copaban las p¨¢ginas de las revistas del coraz¨®n?), y parece abrumado. ?Pero soy m¨¢s feliz trabajando, es cuando me siento inspirado?.
Nacido en Queens de una fot¨®grafa de origen h¨²ngaro y un profesor de Historia, pas¨® una d¨¦cada haciendo apariciones en el cine hasta que Spike Lee lo catapult¨® con Nadie est¨¢ a salvo de Sam (1999). Su oscuro atractivo, su peculiar mirada y su nariz prominente, sumadas al inolvidable beso que le plant¨® a Halle Berry cuando recogi¨® el Oscar, contribuyeron a crear su halo de gal¨¢n algo sinverg¨¹enza. Ha hecho de italiano, franc¨¦s, jud¨ªo¡ y hasta de Manolete. No le va lo f¨¢cil y reconoce que no todas sus elecciones han sido acertadas: ?Muchas han sido p¨¦simas?. Pero sostiene: ?No trabajo por trabajar. Me tom¨¦ un tiempo libre porque no encontraba algo que quisiera hacer?.
El regreso empez¨® con American Heist (pendiente de estreno), un cl¨¢sico hacemos un ¨²ltimo robo a un banco y lo dejamos premiado en el Festival de Toronto. Luego lleg¨® Backtrack (en posproducci¨®n), donde encarna a un psic¨®logo que se da cuenta de que sus pacientes est¨¢n muertos. Rodar en Melbourne fue parte del atractivo de este proyecto. ?Me encantan Australia y Nueva Zelanda?, dice. Quiz¨¢ su relaci¨®n actual con la modelo australiana Lara Lieto tambi¨¦n influyera.
Wes Anderson coron¨® su vuelta: la aclamada El Gran Hotel Budapest fue su tercera pel¨ªcula con el director. ?Todo el mundo quiere a Wes?, dice Brody. Pero insiste, actuar no es siempre tan divertido. Los seis extenuantes meses que pas¨® para La delgada L¨ªnea Roja, de Terrence Malick, desembocaron en un papel recortado sin piedad. En el lado opuesto, Medianoche en Par¨ªs, de Woody Allen: ?Recib¨ª m¨¢s cari?o de la gente por mi papel de Dal¨ª ¨Cque hice en una tarde¨C que por 10 a?os de trabajo para El pianista. Pero la vida no suele ser as¨ª ¨Creflexiona¨C. Tienes que trabajar duro para acertar, saber c¨®mo y proteger tu trabajo. Estoy aprendiendo. Muchos no imaginan qu¨¦ desaf¨ªos supone?. ?Todo actor deber¨ªa trabajar con Malick para mantener los pies en el suelo? ?Eso no. Entonces no quedar¨ªan actores?.
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