Asesinada por la presidenta de su club de fans: el fen¨®meno de la cantante Selena resucita

Selena Quintanilla, reconocida simple y llanamente como Selena, en 1995 ten¨ªa comiendo a medio mundo de su mano. La apodada como ¡°la reina del tex-mex¡± facturaba cinco millones de d¨®lares gracias a las dos tiendas de ropa y salones de belleza Selena Etc. que abri¨® al p¨²blico un a?o antes en Corpus Christi y San Antonio (Texas). Tambi¨¦n era la cantante latina m¨¢s vendedora por entonces, despu¨¦s de Gloria Estefan y, por si fuera poco, estaba preparando su desembarco internacional con Dreaming of You, un ¨¢lbum en el que por primera vez iba a cantar en ingl¨¦s. Dicho trabajo acabar¨ªa lanz¨¢ndose el 18 de julio de 1995, aunque de forma p¨®stuma: poco m¨¢s de tres meses antes, el 31 de marzo, Selena fue disparada a sangre fr¨ªa por Yolanda Sald¨ªvar, la presidenta de su club de fans y administradora de sus boutiques. Con su muerte, a los 23 a?os, naci¨® una leyenda.

Sald¨ªvar era enfermera, pero tan pronto se aficion¨® a la m¨²sica tejana decidi¨® abandonar las consultas m¨¦dicas por su afici¨®n musical. Contact¨® con el padre y m¨¢nager de la artista, Abraham Quintanilla Jr., con el objetivo de presidir el primer club de fans oficial de Selena. Cuando obtuvo su aprobaci¨®n pas¨® a convertirse no s¨®lo en la confidente de nuestra protagonista, sino tambi¨¦n en su mano derecha al llevar las cuentas de sus dos tiendas, cuyo imperio iba a crecer pr¨®ximamente con la apertura de otros establecimientos en Puerto Rico y en la mexicana Monterrey. Todo parec¨ªa ir bien de cara a la galer¨ªa, pero de pronto la familia Quintanilla se percat¨® de unos movimientos sospechosos en las cuentas bancarias. Yolanda, pese a su precedente fama de trabajadora leal, empez¨® a entrar en p¨¢nico ante la posibilidad de ser despedida y tener que acabar entre rejas por ser amiga de lo ajeno. Compr¨® un rev¨®lver Taurus del calibre 38 porque, seg¨²n su propio testimonio, empez¨® a recibir amenazas.

Horas antes del fat¨ªdico d¨ªa, el 30 de marzo de 1995, Selena acompa?ada de su esposo y el m¨²sico de su banda, Chris P¨¦rez, se dirigi¨® a la habitaci¨®n 158 del Hotel Days Inn de Corpus Christi para pedirle unos extractos bancarios a Sald¨ªvar. No trascendi¨® de qu¨¦ hablaron, aunque s¨ª se sabe que la cantante acudi¨® a la cita con la intenci¨®n de romper para siempre su relaci¨®n con su administradora y hasta entonces persona de confianza. Yolanda no le dio los documentos. Es m¨¢s, aprovech¨® el momento para confesarle que en un reciente viaje a M¨¦xico hab¨ªa sido abusada sexualmente. Ambas quedaron en volver a verse a la ma?ana siguiente para ir a un hospital y, justo despu¨¦s, conseguir de una vez los dichosos papeles.

Ma?ana del viernes 31 de marzo de 1995. Selena hab¨ªa quedado con su padre en el estudio de grabaci¨®n para registrar uno de los temas que ver¨ªan la luz en Dreaming of You. No obstante, tal como horas antes hab¨ªa acordado con Sald¨ªvar, fue a buscar a ¨¦sta al hotel en el que se encontraba y se dirigieron juntas al Hospital Doctors Regional de Corpus Christi, donde los m¨¦dicos no hallaron ninguna prueba que confirmara que d¨ªas antes hab¨ªa sido violada. Tras aquello volvieron al ya mencionado hotel y empezaron a discutir acaloradamente por los documentos de la discordia. Yolanda no quer¨ªa d¨¢rselos porque era m¨¢s que consciente de que le delataban, aunque finalmente se los proporcion¨®. Lo que nadie pod¨ªa imaginarse por entonces es que, tan pronto la artista se dio media vuelta y se dispuso a salir de la habitaci¨®n a las 11:48 horas, una bala impact¨® en su espalda hiri¨¦ndola de muerte. Selena, con las pocas fuerzas que le quedaban, huy¨® pidiendo auxilio y se dirigi¨® hasta la recepci¨®n dejando un reguero de sangre tras su paso. Se desplom¨® en el suelo. Los servicios m¨¦dicos hicieron acto de presencia pocos minutos despu¨¦s, pero tan pronto su cuerpo lleg¨® al Hospital Corpus Christi Memorial ya estaba cl¨ªnicamente muerta.

Por su parte, tras apretar el gatillo, Sald¨ªvar se atrincher¨® en su furgoneta amenazando con quitarse la vida. No fue hasta nueve horas m¨¢s tarde que, acorralada por la polic¨ªa, fue detenida acusada de homicidio en primer grado. Tras tres semanas de juicio fue condenada a cadena perpetua el 23 de octubre de 1995 y actualmente, ante posibles represalias del resto de reclusas, se encuentra aislada en una celda de la prisi¨®n texana de Gatesville. En 2025, acorde con la ley que le fue aplicada en 1995, podr¨ªa pedir la libertad condicional. M¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s sigue sin reconocer p¨²blicamente los hechos.

Quienes presuman de buena memoria recordar¨¢n que la vida de la cantante y empresaria asesinada fue llevada a la gran pantalla en 1997 en el filme Selena, que supuso el primer papel protagonista de Jennifer L¨®pez. Sin embargo, la plataforma Netflix, ¨¢vida siempre de historias que mantengan a millones de telespectadores pegados al televisor, acaba de anunciar una serie de dos temporadas que el pr¨®ximo mes empezar¨¢ a grabarse en M¨¦xico y contar¨¢ con su padre y antiguo m¨¢nager, as¨ª como su hermana, Suzette Quintanilla, como productores ejecutivos. Tras L¨®pez, ahora ser¨¢ la estadounidense Christian Serratos (quien interpret¨® a Angela Weber en la saga Crep¨²sculo y a Rosita Espinosa a partir de la cuarta temporada de The Walking Dead) la que se meter¨¢ en la piel de la int¨¦rprete de Como la Flor.

Atendiendo a lo exitoso que sigue siendo su nombre 24 a?os despu¨¦s de su asesinato, no cabe duda de que la serie reactivar¨¢ en mayor medida el fen¨®meno. Su tumba en el Seaside Memorial Park de Corpus Christi, Texas, sigue siendo lugar de peregrinaci¨®n para sus seguidores a imagen y semejanza de Graceland para los fans de Elvis Presley. Y, adem¨¢s, su sue?o de convertirse en dise?adora de moda se mantiene vivo gracias a la colecci¨®n The White Rose que Forever 21 empez¨® a comercializar el pasado mes de marzo. Selena, ya sea mediante prendas de ropa u otro tipo de merchandising, sigue siendo un negocio de lo m¨¢s rentable para su parentela.