Blanca Su¨¢rez y Miguel ?ngel Silvestre: De profesi¨®n, seductores
Protagonizan The Pelayos, una pel¨ªcula con la ganar¨¢n la partida a la taquilla.
?Correr tras un sue?o le da sentido a la vida?. Esta frase abre la pel¨ªcula que desglosa uno de los fragmentos m¨¢s adrenal¨ªnicos de la trayectoria de la familia Garc¨ªa Pelayo. Una historia real de una panda de curiosos seductores que consiguieron, de un modo simple y legal, ganar cientos de millones en las ruletas de los casinos de todo el mundo. En la actualidad, viven holgadamente de una escuela en la que ense?an a ganar al p¨®quer. Y es que han sabido jugar bien sus cartas.
The Pelayos, que dirige Eduard Cort¨¦s y se estrena el 27 de abril, lanza otra perla para aquellos que ans¨ªan controlar lo incontrolable: ?El truco est¨¢ en gobernar las leyes secretas del azar?. Y como si este mantra sobrevolara sus cabezas, dos de sus protagonistas, Blanca Su¨¢rez y Miguel ?ngel Silvestre, eligieron su suerte y se conocieron por primera vez en los sets del rodaje. Hoy siguen juntos y comparten conmigo t¨¦ y huevos poch¨¦ para desayunar. Tambi¨¦n los sue?os que dan sentido a su vida y otros que se quedaron por el camino. Para Silvestre, su peque?a frustraci¨®n es no haberse podido dedicar profesionalmente al tenis. Por eso a¨²n recuerda con nostalgia los p¨®sters de Sergi Bruguera que colgaban de las paredes de la residencia donde entrenaba. Porque ¨¦l, probablemente uno de los actores con m¨¢s fans de Espa?a, tambi¨¦n tiene sus ¨ªdolos. ?Tuve el placer de llegar a conocerlo?, cuenta con los ojos abiertos, ilusionado como un ni?o. ?Me escapaba de las clases para verlo jugar. Tambi¨¦n me encanta la filosof¨ªa deportiva de Guardiola y admiro a los actores Javier Bardem, Luis Tosar, Juan Diego, Javier C¨¢mara¡ ?He crecido viendo sus pel¨ªculas! Y soy fan de mi madre, por supuesto, porque adoro su personalidad?. Blanca, que a sus 23 a?os, por derecho, podr¨ªa estar comprando entradas para ver al fen¨®meno groupie de la temporada, prefiere escuchar las letras de Iv¨¢n Ferreiro. Y aunque no forr¨® sus carpetas con ellas, confiesa que s¨ª intent¨® imitar estil¨ªsticamente a las Spice Girls en alg¨²n momento de su vida. Ahora prefiere ver en pantalla grande a Natalie Portman y Meryl Streep.
Hablan con total naturalidad, como si la cosa de la fama no fuera con ellos. Como si no recibieran premios cada dos por tres por ser los m¨¢s buscados en Internet. Como si no tuvieran paparazis en la puerta. Como si fuera f¨¢cil vivir a¨²n sabiendo que, desde que hemos entrado en el bar, todo el mundo los ha reconocido e incluso hab¨ªa una mesa reservada cuando, al parecer, nadie hab¨ªa hecho la reserva. ?Tengo 30 a?os [el aniversario del actor es justo hoy] aunque estoy hecho un chaval¡ Pero lo cierto es que cuando eres m¨¢s joven y empiezas a estudiar interpretaci¨®n, por una parte admiras a los grandes artistas, pero por otra tienes la osad¨ªa de pensar que alg¨²n d¨ªa llegar¨¢s a ser uno de ellos. Un d¨ªa se caen los castillos de naipes y te das cuenta de tus limitaciones. Es el momento en el que maduras de golpe. Es como darte cuenta de que los Reyes son los padres. Algo parecido. Por eso, cuando me entero de que hay gente que comenta que quiere ser como yo o que me admira, me encantar¨ªa decirles: ¡°Mira bien, no te enga?es, soy como todos los dem¨¢s¡±?. Blanca asiente y a?ade: ?Existe una percepci¨®n diferente entre lo que t¨² crees que est¨¢ pasando y lo que pasa en realidad. T¨² no percibes la fama como algo tan brutal. Yo he sido capaz de re¨ªrme incluso de alg¨²n comentario que pueda haber salido en alguna revista del coraz¨®n porque ¨ªbamos hechos un cuadro, por ejemplo. Hasta que vi un par de cosas que no me dejaron indiferente, opiniones que hac¨ªan m¨¢s da?o que otra cosa. Y entonces prohib¨ª que hubiera ese tipo de publicaciones a mi alrededor?. Miguel ?ngel es mucho m¨¢s tajante con el tema: ?Yo no las veo jam¨¢s. Todav¨ªa no soy capaz de divertirme vi¨¦ndolas. Pero ya llegar¨¢, tiempo al tiempo. Si no las veo es porque tanta opini¨®n externa te aleja de ti, de quien eres t¨² de verdad. Y no quiero agotarme de m¨ª mismo?.
Desde los inicios de sus carreras, ambos han mantenido a sus representantes, algo que no suele ser muy com¨²n entre los actores que adquieren ¨¦xito a velocidad de v¨¦rtigo. En el momento ¨¢lgido, son muchos los que vienen a tentar con cantos de sirena. Pero ellos se han mantenido firmes. ?Me sigue asombrando c¨®mo alguien es capaz de gastar tanta energ¨ªa y amor en los sue?os de una persona que no es ella misma, ni siquiera de su propia sangre. En esta profesi¨®n es muy importante contar con alguien que sea cien por cien sincero contigo, porque son muchos los que quieren distorsionar. Y cuando lo encuentras no lo puedes soltar, eso no tiene precio?, dice Miguel ?ngel. Blanca tambi¨¦n hace hincapi¨¦ en los valores. ?Desde que tengo 18 a?os hay alguien a mi lado que me dice lo que hago bien y lo que hago mal; que cuando me ocurre algo bueno me advierte que, aun as¨ª, hay que seguir trabajando; que se preocupa por m¨ª de verdad en lugar de por lo que facturo; y que es capaz de recomendarme que no acepte un proyecto si no es un buen momento personal o de salud. Si la encuentras, como yo, a esa persona no hay que soltarla nunca?.
Blanca lleva un vestido de Carven. ?l, jersey de S.N.S para Mini.
?lvaro Beamud Cort¨¦s.
No es casualidad que ambos piensen as¨ª. Los dos han crecido en n¨²cleos familiares s¨®lidos, que han apoyado sus decisiones y que han sufrido, en compa?¨ªa, sus presiones. La familia que juega unida, se mantiene unida, como dir¨ªan los Pelayo. Y Silvestre lo tiene claro. ?Mi padre me quer¨ªa matar cuando le dije que quer¨ªa ir a Madrid a estudiar interpretaci¨®n. Mi madre a¨²n no se cree que con 13 a?os me dejara ir a Barcelona a jugar al tenis. Intent¨¦ ser fisioterapeuta como mi padre, pero me di cuenta de que no era lo que quer¨ªa. Aun as¨ª siempre me he sentido respaldado. Cuando llega la fama tambi¨¦n desestabiliza a la familia. Pero la m¨ªa me ha demostrado que vale la pena combatir la batalla juntos?.
Blanca empez¨® la carrera de Comunicaci¨®n Audiovisual pero vio que no era lo suyo ¨C?creo que ahora s¨¦ m¨¢s del tema que cuando estudiaba en la facultad?¨C y tambi¨¦n pens¨® (y a¨²n lo piensa) que podr¨ªa ser maquilladora profesional. ?Al final, un buen d¨ªa les dije que me picaba el gusanillo de la interpretaci¨®n. Y me animaron. Porque lo ¨²nico que me han impuesto es que deb¨ªa formarme, hacer cosas con mi vida en lugar de verla pasar. Supongo que estaban expectantes, vigilantes y protectores, pero lo hac¨ªan desde la intimidad del matrimonio?.
En The Pelayos, ambos actores explotan, por fin, su vis c¨®mica. Acostumbrados a verlos en papeles con cierto dramatismo, se agradece un poco de aire fresco. ?Soy un clown, y lo soy desde peque?o. Mi madre siempre me lo ha dicho, sobre todo cuando me disfrazaba en casa de Elvis y Freddie Mercury. Sin embargo, es cierto que mi imagen p¨²blica es m¨¢s contenida. Me lo he pasado bomba haciendo esta pel¨ªcula. El productor hizo todo lo posible para que nos divirti¨¦ramos, porque el objetivo del filme es que el p¨²blico se lo pase bien y eso pasa por nosotros. As¨ª que nos llevaron a comer a elBulli, nos pagaban las dietas con fichas de casino, nos fuimos a los cars¡ Ha sido una fiesta que seguir¨¢ en la presentaci¨®n del filme en el Festival de M¨¢laga?.
Blanca, que interpreta a una crupier con aspiraciones a ?cajera de supermercado, s¨²per o h¨ªper?, tambi¨¦n se divirti¨®. ?Hay algo extra?o en los actores; parece que cuanto m¨¢s te flagelas haciendo una escena, m¨¢s realizado te sientes. Piensas: ¡°Lo he dado todo, lo he dado todo¡± [r¨ªe]. Pero luego te das cuenta de que una escena c¨®mica puede ser muy importante en tu carrera si el p¨²blico que va a verte se r¨ªe contigo?.
?dolos de mucha gente joven, Blanca y Miguel ?ngel defienden que los directores espa?oles deber¨ªan experimentar con otros formatos, especialmente con Internet, y que el cine en pantalla grande deber¨ªa ser m¨¢s accesible econ¨®micamente (tambi¨¦n las palomitas). Especialmente para los nimileuristas. Y saben de lo que hablan. ?Cuando llegu¨¦ a Madrid puse copas, di masajes, clases de tenis¡ No llegaba a los mil euros pero pod¨ªa pagarme una habitaci¨®n y creer que, alg¨²n d¨ªa, las cosas ir¨ªan mejor. Ahora la situaci¨®n es alarmante. Y las instituciones deber¨ªan hacer algo para que la gente joven no tenga que marcharse del pa¨ªs. ?Somos su futuro!?, reivindica el actor.
Miguel ?ngel admira de Blanca su serenidad y sus silencios ¨C?parece un ¨¢ngel?¨C, y ella de ¨¦l, ?la espontaneidad e ilusi¨®n que tiene por la vida?. Probablemente se admirar¨ªan igual si no estuvieran juntos porque ambos piensan que la seducci¨®n consiste en ser y respetarse a uno mismo. Esta relaci¨®n no tiene pinta de farol; se acerca m¨¢s a una buena jugada de ases.
Miguel ?ngel con un jersey de Zara y pantal¨®n de 830 SIGN.
?lvaro Beamud Cort¨¦s.
Blanca lleva un vestido de N?21 y pendientes de Nicol¡¯s.
?lvaro Beamud Cort¨¦s.
Blanca, con vestido de Angel Schlesser. Miguel ?ngel, de Armani.
?lvaro Beamud Cort¨¦s.
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