Dos tops en plenitud: as¨ª escapan a los 48 y a los 70 a?os de la dictadura de la belleza
Hablamos con Maye Musk, la flamante madre del fundador de Tesla, y la top Elaine Irwin sobre c¨®mo la madurez otorga un plus de elegancia, autonom¨ªa, autoridad y naturalidad.
Quedarse quieta no est¨¢ en la naturaleza de Maye Musk, la flamante madre del no menos flamante fundador de PayPal y de Tesla, Elon Musk. ?Justo antes de cumplir los 60, ten¨ªa una consulta como nutricionista y hac¨ªa trabajos espor¨¢dicos de moda. Pero un d¨ªa decid¨ª cortarme el pelo y dejar de te?¨ªrmelo. ?No me imaginaba que bajo el color artificial, mi cabello era ya completamente blanco! En pocos meses mi foto estaba en Times Square ¨Ccon una campa?a para Virgin America¨C. La gente aplaud¨ªa mis arrugas y mi naturalidad?, cuenta la modelo (Canad¨¢, 1948).
Ha celebrado recientemente su 70 aniversario y no solo copa portadas (como la de Time o la de New York Magazine), sino que tambi¨¦n ha sido elegida por una marca de cosm¨¦ticos como su embajadora y es una de las estrellas de la agencia IMG, que acaba de contratarla. ?En los ¨²ltimos a?os ha habido un cambio hacia la inclusi¨®n en los est¨¢ndares de belleza. Cuando empec¨¦ de adolescente como modelo todas las chicas eran muy j¨®venes, ten¨ªan exactamente la misma talla y la misma est¨¦tica, compart¨ªan unos mismos c¨¢nones, hab¨ªa muy pocas que representaran a otras etnias y al final de la veintena se retiraban.
Ahora, veo distintas edades, alturas, aspectos, colores de piel¡ Todo es m¨¢s inclusivo. Y esto ha abierto la puerta a m¨¢s cambios, es solo el principio?, corrobora Elaine Irwin (EE UU, 1969), que posa en esta sesi¨®n, maquillada por la firma Nars, junto a Musk. Irwin fue una de las grandes tops de los noventa, amiga de Carla Bruni, Cindy Crawford o Christy Turlington, ¨¢ngel de Victoria¡¯s Secret, musa de Herb Ritts o Irving Penn.
Pero a los 23 a?os tom¨® una decisi¨®n dif¨ªcil de comprender en su momento por el sector: tuvo su primer hijo y se retir¨® de las pasarelas para irse a vivir a un rancho de Indiana con su entonces marido, el m¨²sico John Mellencamp. All¨ª crio a sus dos v¨¢stagos. ?Eleg¨ª parar. Me ofrec¨ªan trabajos, pero aceptaba muy pocos. Mi tiempo era para mi familia y quer¨ªa hacer lo que realmente cre¨ªa que iba con mi estilo de vida?. Dieciocho a?os despu¨¦s se divorci¨®, tuvo una ni?a con el empresario Jay Penske y retom¨® su trayectoria con otra visi¨®n, otro objetivo: apoyar la diversidad.
En una de sus ¨²ltimas portadas aparece con Ashley Graham, la top, por excelencia, representante de las tallas grandes. ?Me encant¨® conocerla. Est¨¢ orgullosa de su cuerpo, de su belleza, de lo que hace. Ella no cambia para encajar en la industria, hace que la industria cambie para ella. Esa actitud transmite un mensaje importante a las j¨®venes: que acepten c¨®mo son y que se pregunten qu¨¦ les gustar¨ªa llegar a ser en la vida?. Posar junto a Musk tambi¨¦n ha sido una elecci¨®n consciente: ?Me atrae la idea de que puedas elegir por ti misma en vez de que alguien tome la decisi¨®n por ti. Por eso admiro a Maye: est¨¢ presente en portadas, en la televisi¨®n, ves su imagen por todas partes. Es una mujer inspiradora. Y s¨¦ que trabaja muy duro?, asegura Elaine.
As¨ª es. Si algo caracteriza a Musk es su constante actividad. ?Las mujeres maduras necesitamos hacer una declaraci¨®n de principios. ?C¨®mo? Trabajando, manteni¨¦ndonos sanas y en forma, siendo productivas, contribuyendo a la sociedad y, adem¨¢s, ense?¨¢ndoselo al mundo. Hay que gritar: ¡®?Aqu¨ª estamos!¡¯ Porque si no, es como si desapareci¨¦ramos, pasamos a un segundo plano indefinido y borroso. Mi madre, que era artista, sigui¨® con su carrera hasta pasados los 90 a?os. No voy a permitir que nadie me diga que debo esfumarme. Voy a seguir trabajando y, no solo eso, siento de verdad que tengo frente a m¨ª retos creativos y disfruto de la vida?. ?Hay que romper, por tanto, con todos los estereotipos que persiguen a las mujeres de 70 a?os? ?Exacto, eso me gustar¨ªa?. Para empezar, el cuerpo se sigue cuidando como un tesoro: ?Soy nutricionista y comer sano es una prioridad. En mi casa no entra el chocolate, es mi debilidad. Y tienes que conocer tus debilidades. Me gusta mi cuerpo y ense?arlo y, claro, sentirme sexy?.
En la misma lucha se encuentra Irwin, pero en su caso, quitando los cors¨¦s que no dejan respirar a las f¨¦minas que llegan a la cincuentena. Porque el paso de los a?os, tambi¨¦n tiene sus ventajas. ?Alguna vez bromeo con mi sobrina de 23 a?os. Dice que se encuentra fea¡ ?La belleza est¨¢ desaprovechada por? las j¨®venes! ?Su inseguridad no les deja verse! Yo me siento m¨¢s segura de m¨ª misma. Y ese, definitivamente, es un regalo que viene con la edad?.
Las segundas partes, en el caso de Musk e Irwin, s¨ª han merecido la pena y han sido buenas. ?Al echar la vista atr¨¢s veo que todo ha sido perfecto. El educar a mis hijos en el campo, el poder disfrutar de la slow life¡ Adoro ser madre, pero eso no quita que tambi¨¦n me guste mi carrera. Lo importante es encontrar el equilibrio. Hay que tomar decisiones cada d¨ªa y estar satisfecha con ellas para ser capaz de generar confianza en ti misma. La confianza es lo m¨¢s hermoso en una mujer, es la base de su belleza?, define Elaine.
Maye coincide con esa teor¨ªa: ?Primero trabajar fue una cuesti¨®n de supervivencia. Me cas¨¦, tuve tres hijos (Elon; Kimbal, empresario de la restauraci¨®n; y Tosca, directora de cine) y cuando me divorci¨¦, deb¨ªa seguirganando dinero para sacarlos adelante. Sin embargo, ahora me levanto cada d¨ªa llena de curiosidad: ?qu¨¦ suceder¨¢ hoy? No paro de hacer cosas interesantes. Aunque tambi¨¦n he de confesar que¡ ?me aburro r¨¢pidamente! Por eso, no dejo de buscar retos. Y eso, sin duda, me mantiene despierta y viva? .
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.