Kanye y el (mal) gusto

El estadio de Zaha Hadid para el Mundial de f¨²tbol de Qatar (s¨ª, ese que parece una vagina gigante), la ¨²ltima colecci¨®n de Prada, que mezclaba todos los colores sobre al tierra y emparejaba sandalias de velcro con calcetines de futbolista, las famosas chanclas-tele?eco de C¨¦line¡­las decisiones est¨¦ticas arriesgadas, por regla general, generan debate. Eso no ha ocurrido con el bolso que Kanye West le ha regalado a Kim Kardashian por Navidad. Todo el mundo est¨¢ de acuerdo: es horroroso.?

El rapero le pidi¨® a su amigo y colaborador, el artista George Condo, autor de las cinco portadas de su disco My dark twisted fantasy, que customizase un Birkin de Herm¨¨s, valorado en 29.000 euros (el bolso en s¨ª. Es imposible saber lo que Kanye pag¨® por su trabajo a Condo, cuyas obras figuran en la colecci¨®n permanente del MoMA, el Whitney y el Guggenheim de Nueva York). ?ste pint¨® un mural, mezcla de Las se?oritas de Avi?¨®n de Picasso?y el Ecce Homo de Cecilia Gim¨¦nez en la iglesia de Borja. En la web D-Listed dijeron que el bolso es "la prueba de que Kanye odia a Kim", en The Cut resumieron que se trata de "el bolso mas feo de la historia de la civilizaci¨®n" y en Go Fug Yourself creen que es como si a un monet lo poseyera el mism¨ªsimo Satan¨¢s. Aun as¨ª, Kardashian lo colg¨® orgullosa en Instagram y lo ha estado paseando durante las vacaciones.

?Esperaba West esta reacci¨®n al regalo de su amada? Por supuesto. El episodio es tan s¨®lo la ¨²ltima de sus provocaciones est¨¦ticas. El autor de Yeezus (que titul¨® una de sus canciones Yo soy Dios, featuring Dios) se ha autoerigido en el Marcel Duchamp de la tuitesfera, tres cuartas partes troll, 25% provocador del arte. Y est¨¢ empe?ado en reeducar a las masas o, como m¨ªnimo, recordarles lo poqu¨ªsimo que "lo pillan" (el arte). Lo cual no quiere decir que West no est¨¦ tomando decisiones interesantes o como m¨ªnimo intrigantes para sacudir la est¨¦tica del pop.

El ejemplo m¨¢s claro est¨¢ en el v¨ªdeo de Bound 2, que el cantante estren¨® no por casualidad en un foro tan mainstream como es el programa de Ellen deGeneres (que tiene, adem¨¢s, una audiencia abrumadoramente blanca: West deja claro en sus letras una y otra vez su obsesi¨®n por confundir las expectativas que se tienen de los afroamericanos).

El clip, obra de Nick Knight, es sin duda el m¨¢s comentado y parodiado del a?o pasado, mano a mano con el de?Wrecking ball?de Miley Cyrus. Cualquiera que haya visto siquiera unos segundos es capaz de recordar para siempre ese fondo de chroma, esa motocicleta que no avanza, esos caballos salvajes, ese pecho sin pez¨®n de Kim Kardashian, todo envuelto en un halo ?de video de karaoke, o de recopilaci¨®n de baladas del rock ¨Ccuando se implant¨® la teletienda en Espa?a se vend¨ªa una llamada?Burning Heart, cuyo anuncio era un claro antecesor de la obra de Knight¨C.

Internet, o sea el mundo, sentenci¨® r¨¢pido: "risible", "lo peor". No tan r¨¢pido, dijeron otros. El cr¨ªtico de arte Jerry Saltz escribi¨® en el?New York Magazine?que la obra deber¨ªa formar parte de la bienal del Whitney de 2014, la exposici¨®n colectiva que, desde 1932, dicta algunas de las tendencias del arte contempor¨¢neo. Seg¨²n Saltz, el v¨ªdeo es "un cruce entre el sue?o rom¨¢ntico de una quincea?era y una de las fotografias de cowboys de Richard Prince" y cita como otras referencias el Romanticismo Americano, los anuncios de champ¨², los de cerveza, los v¨ªdeos musicales iran¨ªs, la obra de Jeff Koons, el peri¨®dico sat¨ªrico?The Onion, el cine de Lars von Trier y el estilo de la casa Fendi.?

La colecci¨®n de moda de mujer que West present¨® en Par¨ªs en 2012 segu¨ªa una similar ruta abigarrada y hasta cierto punto fe¨ªsta. Con m¨¢s de una nota prestada de Balmain, el rapero cre¨® prendas en las que no faltaba de nada: cremalleras, piel, cristales y lentejeuelas. Las cr¨ªticas fueron dudosas, pero no import¨®. All¨ª estaban Azzedine Ala?a, Olivier Theyskens, Jeremy Scott y las Olsen contemplando su debut en directo. Para su colaboraci¨®n con la marca APC hace unos meses, en cambio, West busc¨® por otro lado la provocaci¨®n: cre¨® prendas casi exageradamente minimal, siendo la estrella la camiseta lisa de algod¨®n blanca que acanz¨® los 300 d¨®lares en eBay.?

Lady Gaga puede ir colaborando con Jeff Koons todo lo que quiera y Jay Z haciendo manitas con Marina Abramovic, pero de momento es West quien m¨¢s se esfuerza por definir una nueva est¨¦tica, a la que el propio Saltz ha bautizado como "el nuevo extraordinario". Y lleva su cruzada hasta las ¨²ltimas consecuencias. ?O no fue una?performance?bautizar a su hija North West con el nombre de pila que m¨¢s rid¨ªculo pod¨ªa quedar junto a su apellido? Daba igual, los medios estaban pendientes de c¨®mo llamar¨ªan los Kimye a su hija y no pod¨ªan defraudar. Hay quien cree que la misma relaci¨®n que tiene con Kardashian, que encarna el ep¨ªtome de "la fama por la fama", es una especie de comentario art¨ªstico. Igual que James Franco sali¨® en Hospital General como una especie de broma arty,?Kanye hace (contados) cameos en el reality?Keeping up with the Kardashians?y sospecha que es ¨¦l quien r¨ªe el ¨²ltimo.?

Entre una cosa y otra, entre las faldas de Givenchy que se pone?y sus constantes y estudiadas declaraciones ("si dijera que no soy un genio te estar¨ªa mintiendo a ti y me estaria mintiendo a m¨ª mismo", "soy tan cre¨ªble, relevante e influyente que cambiar¨¦ las cosas"), West se las ha arreglado para resucitar una cosa que cre¨ªamos tan enterrada como las nociones de "buen" y "mal" gusto. Un d¨ªa Kanye debi¨® leer en Instagram, en uno de esos recuadros con citas c¨¦lebres, esa frase de Picasso de que "el buen gusto es el enemigo de la creatividad" y se la aplic¨® a fondo.?

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