Andrea Giunta: ¡°La hija de Goya como artista era una presencia borrada en la historia¡±
La profesora de arte argentina re¨²ne en el ensayo ¡®Diversidad y arte latinoamericano¡¯ a artistas que han roto techos de cristal
Dos libros marcaron la infancia de Andrea Giunta (Buenos Aires, 64 a?os). ¡°El Mart¨ªn Fierro ilustrado por el argentino Juan Carlos Castagnino y un tomo de la Enciclopedia Salvat con las 100 obras maestras del arte que yo miraba todo el tiempo¡±, recuerda. Quer¨ªa estudiar Exactas, pero acab¨® en Filosof¨ªa y Letras y se especializ¨® en arte. ¡°Mi universidad ten¨ªa una curr¨ªcula completamente euroc¨¦ntrica, el arte argentino se estudiaba hasta 1870, el a?o de la muerte de Prilidiano Pueyrred¨®n, un artista del siglo XIX. Yo me preguntaba: ¡®?Por qu¨¦ no estudiamos arte contempor¨¢neo, ni prehisp¨¢nico, ni latinoamericano?¡¯. Y me contestaban: ¡®Porque si t¨² te estudias todos los estilos del arte europeo, los aplic¨¢s al arte argentino, y ya lo entend¨¦s¡¯. Esa era la mentalidad¡±. Ahora es profesora titular de Arte Latinoamericano en la Universidad de Buenos Aires, entre 2008 y 2013 dirigi¨® la C¨¢tedra de Arte Latinoamericano en la universidad estadounidense de Texas y acaba de publicar Diversidad y arte latinoamericano (Editorial Siglo XXI), ensayo en el que re¨²ne historias de artistas latinoamericanos que han roto distintos techos de cristal.
?Cu¨¢ndo fue consciente de la escasa representaci¨®n de las mujeres en los grandes centros de arte?
Lo que cambi¨® mi conciencia fue el trabajo de la exposici¨®n Mujeres radicales [que comisari¨® en 2017], por el grado de oposici¨®n de mis colegas curadores y curadoras, que consideraban que era innecesario y absurdo hacer una exposici¨®n de mujeres artistas. Hoy hay un paisaje mucho m¨¢s igualitario. El movimiento Ni una menos y la Cuarta ola del feminismo redundaron en una transformaci¨®n que no es solo num¨¦rica, sino de conceptos, po¨¦ticas y representaciones del mundo. Poder observar diversidades en lugar de enfocarse de forma constante sobre los cinco nombres de siempre enriquece much¨ªsimo el arte y la cultura de un pa¨ªs.
¡°?Por qu¨¦ no ha habido grandes mujeres artistas?¡±, dec¨ªa Linda Nochlin en 1971. ?La pregunta sigue vigente?
S¨ª, la historia del arte trabaja en la revisi¨®n de c¨®mo ha sido contada. La hija de Goya ha sido investigada recientemente y se ha editado un cat¨¢logo sobre su producci¨®n, era una presencia borrada. Y muchos de los dise?os de Eileen Gray que estaban atribuidos a Le Corbusier han sido reasignados.
?Qu¨¦ la llev¨® a profundizar en los techos de cristal?
Me interesaba hablar de estos perfiles porque no ten¨ªan la posibilidad de existir antes. Pienso que hay varios techos de cristal en este libro. No son solo mujeres artistas, son tambi¨¦n mayores, gais, vinculados con las culturas prehisp¨¢nicas o ind¨ªgenas contempor¨¢neas, que hoy est¨¢n teniendo un lugar en el mundo del arte. Tambi¨¦n plantea muchas preguntas, como qu¨¦ incorpora el mainstream, por cu¨¢nto tiempo lo incorpora... ?Por qu¨¦ estas incorporaciones suceden y as¨ª como se da visibilidad se olvida?
Ahora se habla de la descolonizaci¨®n de las colecciones.
No es solamente la descolonizaci¨®n de las colecciones, sino todo lo que tiene que ver con las pol¨ªticas de restituci¨®n. Estamos en un momento de transformaciones, muchos museos de Europa est¨¢n devolviendo los bronces de Ben¨ªn, pero tambi¨¦n hay muchas piezas que se est¨¢n reclamando desde Am¨¦rica Latina que no se devuelven. Y no solo eso, sino que cuando salen al mercado los Estados europeos compiten, las compran y se quedan en Europa.
?C¨®mo ha seleccionado a los artistas de los que habla?
Estos artistas me permiten abordar distintos problemas, est¨¢n planteando el feminismo desde teor¨ªas que no son las militantes en torno a la representaci¨®n, al n¨²mero, al poder, sino que son feminismos que tienen que ver con los afectos, el antropoceno, nuestra relaci¨®n con la naturaleza¡ Mar¨ªa Luisa Bemberg en Argentina y M¨®nica Mayer en M¨¦xico son las primeras que plantean la relaci¨®n entre arte y feminismo, activismo, la posibilidad de hacer un arte feminista que busca contribuir a la toma de conciencia, pero he querido explorar tambi¨¦n a artistas m¨¢s contempor¨¢neos que abordan otras problem¨¢ticas.
Explica que ante esa uni¨®n de activismo y arte que se ven en propuestas como la del grupo chileno Lastesis (con la ¡®performance¡¯ Un violador en tu camino) surgen reacciones de ¡°antifeminismo¡±. ?Est¨¢n yendo a m¨¢s?
Sin duda. El discurso feminista se masific¨® a partir de 2014-2015 y el feminismo ha dado pruebas de ser un movimiento con una cuota de autocr¨ªtica constante. Las nuevas derechas han entendido muy bien que el feminismo no solo estaba en la calle, sino en la transformaci¨®n de las curr¨ªculas, en las pol¨ªticas estatales... La batalla cultural es atacar no solo el feminismo, sino todos los discursos de la diferencia. No puedo decir de manera simplista que las derechas surgen como una oposici¨®n al feminismo, pero han captado con fuerza la irritaci¨®n que produce en las estructuras de poder, porque no solo introduce la lucha por los derechos de las mujeres, sino que cuestiona estas estructuras del poder.
Cada vez m¨¢s diversidad en los perfiles de direcci¨®n y jurados de los premios, ?eso reconfigura el mundo del arte?
Por el hecho de ser mujer no quiere decir que vayas a tener una mirada m¨¢s permeable y abierta, algunas replican las estructuras del poder. Pero es cierto que la mayor presencia de mujeres que han sido ya formadas dentro de ideas que entienden que las instituciones se enriquecen con la diversidad est¨¢ cambiando las cosas. Y tengo ilusi¨®n por ese proceso.
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