¡®No tienes carga familiar¡¯: el estigma de la mujer soltera que no es tomada en serio
Cada vez m¨¢s mujeres sin pareja e hijos rompen con el modelo de familia tradicional y ¨²nico que se ha beneficiado de la aceptaci¨®n social. Pero, ?realmente hay cambios su favor en ¨¢mbitos como el trabajo, la familia o los cuidados?
¡°Marido, madre, hija, matrimonio o familia¡±. Estas son algunas de las palabras que m¨¢s se usaron para describir a las mujeres escritoras y a sus obras en The New York Times entre los a?os 2000 y? 2015. As¨ª lo determinaba un estudio de The New Republic que analiz¨® las cr¨ªticas literarias publicadas por el peri¨®dico. Mientras que la escritura de los hombres aparec¨ªa relacionada con t¨¦rminos como ¡°guerra, historia, naci¨®n o militar¡±, la investigaci¨®n pon¨ªa en relieve una realidad: c¨®mo a las mujeres se las ha medido principalmente a trav¨¦s del ¨¢mbito familiar y en t¨¦rminos heteronormativos. Esa m¨¢xima tradicional de estatus para una mujer (casada y con hijos), a la que en d¨¦cadas recientes se le ha sumado la de la mujer profesional exitosa -fomentando la idea de la (insostenible) superwoman que defiende, entre otros, D¨ªaz Ayuso-, nada a contracorriente de una tendencia cada vez m¨¢s amplia: la reivindicaci¨®n de mujeres solas, solteras, no madres que quieren seguir si¨¦ndolo libres de juicio y dificultades a?adidas.
En datos del INE, la cifra de mujeres no casadas alcanzaba los 5.819.600 en 2016, dos millones m¨¢s que en 1986 y, el mismo a?o, el n¨²mero de mujeres viviendo solas crec¨ªa en un 2,6%. Las mujeres solteras est¨¢n, su mayor¨ªa (61%), felices de serlo y no buscan una relaci¨®n, asegura un estudio de Mintel. Y las que se casan, adem¨¢s, lo hacen m¨¢s tarde (a los 34,1 frente a los 26,6 de 1976). El n¨²mero de madres tambi¨¦n ha disminuido y se ha retrasado considerablemente: en 2014 el INE se?alaba la edad media de maternidad en Espa?a a los 30,6 a?os. ¡°Las cosas han cambiado mucho. En esas generaciones que ahora est¨¢n en edad de tener hijos, hay muchas mujeres que viven solas y otras tantas, as¨ª como parejas, que no quieren tener hijos por voluntad. Han cambiado tanto los modelos como la forma de percibirlos¡±, cuenta a S Moda la soci¨®loga experta en g¨¦nero y educaci¨®n Capitolina D¨ªaz. Donde antes se veneraba que la hija pasara por el altar, ahora el aplauso se mantiene tambi¨¦n para la hija que prefiere vivir sola y se centra en la carrera profesional, ¡°los padres ahora incluso est¨¢n orgullosos de ello. Cada vez m¨¢s se valora a las mujeres por lo que son en s¨ª mismas y no tanto por lo que son en relaci¨®n a su estado civil o maternidad¡±, expone D¨ªaz.
¡°Una mujer sin hombre es como un pez sin bicicleta¡±, dijo la activista feminista Gloria Steinem. Aunque el absurdo de que una mujer necesita a un hombre -y solo un hombre- a su lado para estar completa se va superando, el estereotipo persiste en muchos ¨¢mbitos. Sigue habiendo solteros de oro y solteronas. Algunos de estos casos alrededor de todo el mundo los se?alaban desde el documental Singled Out, de Mariona Guiu y Ariadna Relea, en el que recogen la historia de cinco mujeres solteras en Barcelona, Shangh¨¢i, Melbourne y Estambul. La represalia familiar y el estigma social de ¡°si est¨¢s soltera, algo est¨¢s haciendo mal¡± era palpable en sus casos, seg¨²n contaban en una entrevista a Yorokobu.
Historias parecidas, como la de Patricia (pseud¨®nimo), de 29 a?os, que cuenta a esta publicaci¨®n su experiencia en un evento familiar se siguen dando con relativa normalidad: ¡°En la boda de mi prima, en vez de sentarme con mi familia y la gente que conoc¨ªa, me sentaron en una mesa de ¡®solo solteros y solteras¡¯. Ped¨ª que me cambiaran y, a¨²n as¨ª, cuando estaba haciendo las fotos (yo era la fot¨®grafa), mi nuevo primo se dedic¨® a gritar ¡°?venga chicos, que est¨¢ soltera!¡± interrumpiendo mi trabajo y haci¨¦ndome sentir muy inc¨®moda¡±. Con buenas o dudosas intenciones, existe toda una cultura de corregir la solter¨ªa ajena: libros, apps, programas de televisi¨®n y, en su ¨²ltima materializaci¨®n, ideas y comentarios arraigados como los que recogen en este art¨ªculo de Refinery 29, que proporcionan consejos (malos y que nadie solicit¨®) para ello como ?primero qui¨¦rete a ti misma y luego encontrar¨¢s a alguien? o ?si dejas de buscar, conocer¨¢s a la persona?.?
¡°A las mujeres que deciden no ser madres se las se?ala y cuestiona, a las que lo son tambi¨¦n se las penaliza en el mercado laboral¡±, contaba a S Moda ?ngeles Bri?¨®n, soci¨®loga, en un art¨ªculo sobre el dilema de ser madre o no a ra¨ªz del libro Maternidad (Ed.Lumen), de Sheila Heti. ¡°En el mercado de trabajo, a las mujeres que tienen hijos, se las considera menos productivas que a los hombres¡±, explica la soci¨®loga Lidia Arroyo, investigadora de g¨¦nero y TIC del IN3 (UOC) y profesora de la UAB. Pero eso, como apuntaba Bri?¨®n, Arroyo confirma que no se traduce por oportunidades para las que no son madres o son solteras: ¡°De ellas se cree que en cualquier momento van a querer convertirse en madres¡±.
Aunque se ha normalizado la idea de no querer ser madre, las familias formadas por parejas homosexuales o la convicci¨®n de que una mujer quiera vivir sola y estar soltera, ¡°el concepto de familia en estos ¨¢mbitos sigue siendo ¨²nico¡±, se?ala Arroyo. ¡°A las mujeres solas no se les respeta de igual manera su proyecto vital. Lo familiar se entiende como algo estrictamente biol¨®gico y no se consideran opciones como la de vivir en solitario o con amigos de igual manera¡±, explica.
¡°En mi trabajo es habitual que, cuando hay algo de ¨²ltima hora (horas extra no remuneradas, adem¨¢s), te digan ¡®te tienes que quedar t¨² porque tu compa?era/o tiene que ir a recoger a sus hijos¡±, cuenta Rebeca (pseud¨®nimo), de 33 a?os, que vive en pareja y no tiene hijos. ¡°Durante a?os me tragu¨¦ en redacci¨®n los peores turnos de trabajo y todo lo no planificado porque, a diferencia de otros compa?eros, no ten¨ªa hijos. A?os m¨¢s tarde, en otro puesto en una agencia de marketing me volvi¨® a pasar que el jefe te fichaba seg¨²n tuvieras hijos o no para encasquetarte m¨¢s trabajo y premiaba el presentismo¡±, cuenta Laura (pseud¨®nimo). ¡°Cuando hay d¨ªas festivos soy la ¨²ltima en la cola para poder pedirlos, tienen preferencia quienes tienen hijos¡±, a?ade bajo pseud¨®nimo Mar¨ªa, de 29 a?os, que trabaja y vive con su pareja fuera de Espa?a.?¡°Lamentablemente, persisten esos patrones. Cuando la mujer, adem¨¢s, no tiene pareja se la pasa a esa categor¨ªa de ¡®solterona¡¯ en la que se da por hecho que se le pueden pedir cosas fuera de horario porque no tienen vida propia o nada mejor que hacer. En el caso de ellos se considera que menuda vida de solteros imparable deben llevar¡±, explica Capitolina D¨ªaz.
Existe un poder simb¨®lico de la instituci¨®n del matrimonio y del modelo madre-esposa. ¡°En el mercado de trabajo, la mujer con hijos es percibida como m¨¢s responsable y buena, se entiende que su familia va por delante de todo. Se le atribuyen adem¨¢s todas las cualidades t¨ªpicas de la feminidad. Cuando no se tienen, se las se?ala como femmes fatales -las brujas de anta?o hoy recuperadas como figura de protesta feminista¨C y se las tacha de querer ser como los hombres. Si son asertivas, son percibidas realmente como competitivas y agresivas. Si se ha decidido no ser madre, rondar¨¢ esa idea de que se trata de una mujer peligrosa¡±, explica por tel¨¦fono Lidia Arroyo.?
La hija soltera o sin hijos que se debe ocupar de los cuidados de los padres, ?persiste el mandato? Lo hemos visto claramente en generaciones anteriores y, hoy d¨ªa, los cuidados siguen llevando nombre femenino (los ejercen de forma profesional y reconocida oficialmente en un 90% mujeres). ¡°Cada vez menos y es un pensamiento residual, pero as¨ª como al hijo ser¨ªa muy dif¨ªcil que le pidieran dejar la familia, ciudad o trabajo para cuidar, ser¨ªa m¨¢s probable en el caso de una hija que no tenga marido o hijos¡±, dice la soci¨®loga Capitolina D¨ªaz. ¡°Se va tratando a la mujer soltera y al hombre soltero de forma m¨¢s similar¡±. Para hacer el cambio definitivo, Lidia Arroyo se?ala la necesidad de que el sistema sea quien est¨¦ preparado y responda ante las necesidades de cuidado y no se delegue en las personas del entorno (principalmente mujeres), que acaban sacrificando su vida personal y profesional por ello y, en definitva, pierden de nuevo.
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