La alta costura rejuvenece para crecer (en ventas)

Mientras los l¨ªderes se reun¨ªan en el Foro Econ¨®mico Mundial de Davos y advert¨ªan de que comienza una etapa de alta volatilidad, Par¨ªs presentaba las ¨²ltimas propuestas de alta costura, el segmento m¨¢s exclusivo y caro de la industria de la moda. Ambas citas pendientes de lo que suced¨ªa fuera. Rusia, uno de los grandes focos de tensi¨®n geopol¨ªtica, hab¨ªa sido en los ¨²ltimos a?os una de las grandes estrellas de la reuni¨®n de banqueros (en Davos) y compradores de lujo (en Par¨ªs).

?La situaci¨®n mundial es complicada; las mujeres necesitan prendas m¨¢s precisas, que les permitan ser ellas mismas?, defend¨ªa Donatella Versace minutos antes de presentar su colecci¨®n. ?No esperamos grandes beneficios del mercado ruso; el colapso del rublo amenaza el sector?, advert¨ªa Stefano Sassi, CEO de Valentino, en alusi¨®n a la bajada del 10% al 15% de las ventas registradas a clientes rusos en las boutiques de la marca. Sobre la pasarela, ?desde un inicio se hizo evidente que la fantas¨ªa escapista de anteriores ediciones daba paso a enfoques m¨¢s realistas, siempre dentro de los par¨¢metros relativos de la costura?, analizaba la editora de The New York Times Vanessa Friedman tras la segunda jornada de desfiles.

?Mis primeros desfiles de costura fueron un ejercicio para comprender la historia. Cuanto m¨¢s la entiendes, m¨¢s f¨¢cil resulta ver a d¨®nde puedes llegar?, dijo Raf Simons (Christian Dior).

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Quiz¨¢ Pierpaolo Piccioli, codirector creativo de Valentino, comente en voz alta que ?la costura es cultura, no un producto?, pero las cifras hablan de una realidad comercial. En 2014 la casa italiana anunci¨® una subida del 50 % en los ingresos procedentes de este sector, convertido en la joya de la corona de la firma [incluso han aumentado el tama?o de su atelier para poder satisfacer la demanda]. ?La habilidad de Chiuri y Piccioli a la hora de traducir la est¨¦tica y los valores del fundador, Valentino Garavani, al lenguaje actual ha sido un factor clave en el posicionamiento de la marca?, explican desde Mayhoola for Investments SPC, la sociedad de inversi¨®n catar¨ª que en 2012 compr¨® la ense?a italiana.

Cambio de registro. Atr¨¢s quedan los bordados barrocos, las plumas¡­ Modernizarse es hoy el gran reto de la costura. Quien mejor lo sabe es Raf Simons (Dior). ?Esta colecci¨®n combina el romanticismo de los cincuenta con la experi- mentaci¨®n de los sesenta y la libe- raci¨®n de los setenta?, comenta el creador belga, que para abrir el desfile eligi¨® un abrigo de PVC y botas mosqueteras de l¨¢tex. ?Inadecuado para una gran maison? En absoluto. Lo demuestran los resultados: las ventas de costura se han duplicado desde que est¨¢ Simons al frente.

?La colecci¨®n es optimista y alegre. Para nosotros, es una reacci¨®n a los tiempos que vivimos?, Maria Grazia Chiuri (Valentino).

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Para Armani, hablar el lenguaje de los nuevos tiempos significa poner la mirada en Asia. Sus dise?os eran una carta de amor a este mercado [en 2014 la mayor parte de los encargos de su atelier llegaron precisamente de Oriente Medio y Lejano Oriente]. ?Y clientes de todas las edades?, confirm¨® el empresario italiano. ?Son m¨¢s j¨®venes y viajan m¨¢s?, afirma Sydney Toledano, CEO de Christian Dior. Un rejuvenecimiento que tambi¨¦n se percibe en los propios talleres. En los ¨²ltimos tiempos, la media de edad de los artesanos ha bajado de seis a ocho a?os.